Capítulo 37: Un día no muy especial

1.8K 140 112
                                    

Ethan POV


Ya había pasado unas semanas desde lo ocurrido en Navidad. Se podría decir que nos volvimos más... cercanos a partir de eso. Venía más seguido a mi casa, algunas veces solo para comer, otras para jugar videojuegos y otras incluso para quedarse a dormir. Tanto tiempo permanecía aquí que ya guardaba en mi casa algunos objetos personales, como su taza, su cepillo de dientes e incluso una almohada mía de la cual se había apoderado, con la excusa que esa almohada tenía mi olor y que eso lo ayudaba a dormir. Tan cercanos nos habíamos vuelto que ya no me ponía nervioso su cercanía, ni tampoco que él llame a mis padres como suyos y recibiera el mismo trato de parte de ellos.

Pero este día... pareció que todo el progreso que tuvimos se hubiera esfumado y hubiéramos vuelto a lo que éramos antes. Simplemente... desconocidos

Y justo hoy, diecisiete de enero. Día de su cumpleaños

Yo no tenía muy bien pensado qué iba a suceder en ese día. Junté un poco de mis ahorros y compré un reloj de cuero negro. Luego pensé en invitarle a cenar a mi casa y que las cosas fluyeran, como siempre. Lo puse en una cajita azul, lo guardé en mi mochila y caminé al colegio. Apenas lo vi, caminé hasta él, apresurando mi paso y sintiendo como mi corazón se aceleraba a medida que me acercaba a él. Seguro volvería a ver ese brillo único en sus ojos negros. Sus labios esbozarían una sonrisa y me daría las gracias con esa voz embriagante y sincera, sin importar si hubiera sido algo de menor valor. Conociéndolo, eso haría. Eso... se supone que haría

—¿Q-Qué estás tratando de decir?

Anonadado, me encontraba parado frente a él, con la cajita azul en mi mano ya baja, tratando de procesar la información mientras trataba de ver alguna señal de mentira en sus ojos. Pero no... esos no eran los ojos que me gustaban. Eran de nuevo esos ojos melancólicos, que me evadían y reflejaban lo que el mundo deseaba ver. Esos ojos que ocultaban lo que guarda en su interior como un vidrio polarizado. Esos ojos que usaba para mentirme

—Rojito... yo no celebro mi cumpleaños. Agradezco el gesto, pero no puedo recibirlo. Solamente actúa como si fuera un día normal, eso es lo único que quiero

Antes que pudiera replicar, sonó el timbre. Solamente fruncí mis labios mientras él apartaba la mirada y se daba media vuelta. Ni una despedida, o de sus extrañas insinuaciones.

Y tampoco ni una maldita palabra en todo el día.

No hacía más que evadirme. Evadirme y mirar a la ventana, siendo distante con todos... pero más conmigo. No era el alegre y enérgico chico de todos los días. Parecía como si su alma lo hubiera abandonado de un día para otro, justo en el día que se supone debería ser especial para él. Y yo... no puedo hacer más que solo mirar.

—¡Jackson!

Oí una voz entre la multitud que salía a la hora de salida que de inmediato reconocí y me devolvió a mis sentidos. Otra vez ese pavo fichado... Ja, no sé ni para que me preocupo. Con el ánimo que está, lo mandará a volar en un dos por tres.

—¿Qué pasa, Tony? —dijo, deteniéndose apenas oyó que sus pasos se acercaban. Apreté los puños fuertemente mientras miraba la escena. No podía ser cierto.

Me apoyé en una pared con buen ángulo de visión mientras me ponía a "revisar mi celular". Los veía hablar de reojo, sin poder oír bien debido al bullicio de todas las voces de mis compañeros hablando todos al mismo tiempo. Me sorprendió ver que lo tomó de la mano hasta la parte lateral de la escuela. Traté de seguirlos, y cuando estuve allí, solo vi cómo le regalaba un gran ramo de flores, él aceptándolo con una sonrisa sincera. Recordé la escena de la mañana, cómo rechazó mi regalo. MI regalo, de alguien que se supone que es importante para él... ¡¿pero si acepta los de un tipo como Tony?!

¿Solo Un Juego? (Boys Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora