Capítulo 1: Mudanza

9.7K 482 138
                                    

Ethan POV

Era un día templado de abril. Estaban acabando las vacaciones de primavera y muchos chicos y chicas de mi edad están felices por volver a la escuela y reencontrarse con sus amigos. Todos excepto yo.

Mi nombre es Ethan, tengo 16 años y acabo de mudarme a Oakland, California por el trabajo de mi padre, dejándolo todo atrás. En mi anterior escuela, era uno de los chicos más populares, capitán del equipo de básquet, muchos amigos, competencias nacionales, ¡incluso tenía mi propio club de fans! Ahora soy solo prácticamente... nadie. Solo uno más de la multitud que no conozco en un lugar que no conozco.

—Vamos onii-chan, no te pongas así. Seguro que vas a hacer nuevos amigos en tu nueva escuela 

Ella es Lia, mi hermana menor. No sé por qué, pero desde ya hace tiempo me dice "Onii-chan", tanto que ya me acostumbré. Supongo que es por tanto manga y anime que ve. Creo que su género favorito era "yaoi" ¿Qué será eso? Lo que se es que cada vez que lo ve o lee, se descontrola tanto y se pone a gritar, ¡casi me rompe los tímpanos en más de una ocasión! Así que, por mi seguridad, prefiero no descubrirlo.

Estábamos en el auto de papá, con el camión de mudanza siguiéndonos. Yo solo miraba a la ventana, nostálgico, hasta que llegamos a la nueva casa. Era más grande y bonita que mi casa anterior. Tal vez... esto no sea tan malo después de todo.

Di un paso al interior de la casa y fui escaleras arribas, donde se encontraban los dormitorios, a escoger la habitación más grande, para encontrarme con una DESAGRADABLE sorpresa.

—Te gane onii-chan —dijo Lia con una sonrisa de autosuficiencia en su rostro, apoyada en el marco de la puerta de la habitación más grande.

—No es justo, yo la quería —dije, haciendo un pequeño mohín con mis labios

—Lo siento, pero necesito espacio para mis pósters de mis adorados husbandos, sin mencionar mis mangas y Cd's drama.

—Ajá. No deberías enorgullecerte tanto si sabes que a mamá le dara un ataque si lee su contenido.

Mi hermana gruñó

—¡VETE DE MI CUARTO! —gritó antes de botarme a almohadazos y luego cerrarme la puerta en la cara

Chasqueé la lengua y no me quedó otra opción que la habitación de al frente. No deseo a nadie la humillación de ser vencido por tu hermana menor de 14 años con apariencia de infante. Viéndole el lado positivo, al menos tengo la mejor vista desde mi ventana, permitiéndome ver el parque que tenemos en frente de nuestra casa.

Después de acomodar mis cosas, lo que me demoró como 2 horas, mi mamá nos llamó.

—¡Ethan! ¡Lia! ¡Los inscribí en la Oak Grove High! ¡Ya compré los uniformes y materiales, así que mañana comienzan!

—¡Sí! — dijimos mi hermana y yo al unísono desde arriba.

Después de poner cada objeto personal de modo que se asemeje a mi antigua habitación, me tumbé en mi cama, mirando el techo entre pensativo y aburrido. No tenía nada más que hacer, en la casa solo se oía la actividad de mis padres en la planta baja al acomodar todos los muebles y el silencio sepulcral de mi habitación. Después de estar unos minutos así, suspiré pesado. Estar quieto no era uno de los atributos que poseía y el aburrimiento me consumía minuto a minuto. Observe de nuevo mi habitación, tratando de enfocar mi vista en cualquier cosa que pudiera entretenerme, pero mis ojos siempre terminaban en la ventana, en ese amplio y desconocido terreno en frente de mi casa. Era predecible que terminara interesándome el salir y conocer los alrededores... después de todo, ¿eso es la novedad de las mudanzas, no?

—¡Mamá! ¡Voy a salir! — dije, poniéndome mi abrigo, ya que hacía un poco de frío 

—¡Claro, bebé! ¡Vuelve a casa para el almuerzo, ¿vale?!

Sin esperar un segundo más, me puse unos tenis deportivos y salí de la casa en cuestión de un minuto, ya me encontraba en el parque. Caminé lentamente por la periferia, apreciando las diferentes vistas que me ofrecía. Todo se veía tan tranquilo y acogedor. Me adentré un poco más en es parque, mirando la naturaleza que había. En eso, al otro lado de la acera, en los bordes del mismo parque, veo a un chico pelinegro. Cruzamos miradas. Tenia unos profundos ojos negros, al igual que los pozos que, por más que uno trata, jamás logra ver el fondo, eso le daba un aire misterioso, pero a la misma vez atrayente por la misma curiosidad que caracteriza al ser humano. Tal vez sea ese el motivo por el cual mi mirada no podía despegarse de sus ojos. Ese momento no duró mucho, para mi suerte, ya que 5 segundos después, terminó ese contacto visual y siguió su camino, cruzando la pista y doblando la esquina, desapareciendo de mi campo visual.

No pude dejar de mirarlo hasta que dobló, aunque él solo me haya notado por 5 segundos. Me parecía... ¿interesante? Eso debe ser. Sinceramente, nunca he visto a alguien con el aura tan imponente como lo tenia él. Aunque, ¡¿por qué rayos me preocupo por alguien que probablemente no vuelva a ver en mi vida?! Ash, creo que la mudanza me esta chocando un poco

—¡CUIDADO! — esa advertencia me sacó de mi burbuja

Volteé, y una chica que iba corriendo a gran velocidad me tumbó y ambos caímos. Parecía que ella había ido de compras, pues todas las cosas que habían en sus bolsas se desparramaron en el césped.

—¡Mira lo que hiciste! — Me gritó la azabache

—¡¿Yo?! ¡Yo no fui quien tacleó a una persona de la nada!

—¡Fue tu culpa, estabas distraído pensando en yo que sé! — bajé la cabeza, avergonzado. Era cierto, en parte yo también tenía un poco de culpa

—Ok, mejor dejemos de buscar culpables y arreglemos este desastre — sugerí

—¡Hey! ¡Esa es MI línea!

Ambos comenzamos a recoger el montón de cosas que se le habían caído. Creo que eran mangas. La mayoría estaban de espalda, pero tuve la mala suerte de encontrarme con la carátula de uno de ellos. Quedé petrificado al verlo, más por el shock del contraste entre esa chica notablemente ingenua y esa portada tan... explícita.

—Esto... esto es — me lo arrancó de la mano.

—Sí, soy fujoshi, ¿algún problema con eso? —dijo en tono a la defensiva— Sé que ahora pensarás que soy rara, y no te culpo, estoy acostumbrada —dio un suspiro de resignación

—No, no —moví mis manos en señal de negación— Puede que no lo creas, pero no es la primera vez que veo o trato con este tipo de cosas... no te preocupes, no me molesta —dije esbozando una media sonrisa y ayudándole a levantarse— Gustos son gustos... con el tiempo aprendí a respetarlos. No soy prejuicioso

Sus ojos comenzaron a brillar y saltó sobre mí para abrazarme, hablando tan rápido que no pude entenderla, a excepción de una frase de "¡Este si es un verdadero hombre, carajo! ¡Aunque tenga cara de pasivo!" Tuve que usar mi fuerza para separarla ya que, sin querer, su abrazo se volvio una llave de lucha libre que me impedía respirar.

—L-Lo siento —dijo avergonzada— Comencemos de nuevo. Mi nombre es Hikari. Acabas de mudarte, ¿no?

—Mi nombre es Ethan y.. ¿cómo sabes eso?

—Vivo a un par de casas de la tuya, y la familia que vivía en esa casa se mudó. Además, nunca antes te había visto por aquí. En fin, ¿a qué instituto vas a ir?

—Voy a ir al instituto Oak Grove High

—OMG ¡Yo voy al mismo! ¿Que tal si mañana vamos juntos? OuO

—C-Claro, pero tengo que ir con mi hermana y...

—¡Pues que venga! ¡Más amigos! —dijo en tono optimista

Se hacía tarde, y por lo tanto, tenía que volver a casa antes de que mi madre se preocupara. Me despedí de Hikari, yéndonos cada uno a nuestras respectivas casas, y entré a la mía. Tal vez... solo tal vez... mañana sea más entretenido de lo que yo había imaginado.

¿Solo Un Juego? (Boys Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora