•Capítulo 23•

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Cada palabra salida de los labios de abuelita fueron directamente al corazón de Bill. Pronto como analizó la frase, el órgano vital del demonio fue rompiendo el leve caparazón que había creado desde el día en que nació.

-. Un...¿Un bebé dices?.- miró a la castaña que dormía en la cama, con su leve respiración.- ¿Tendré un hijo?.-

Abuelita asintió y con un leve golpe en la espalda.- Debes recordar que las sirenas tienen a sus bebés en un periodo más corto que el normal.-

Bill perdió el color de su rostro y tomó asiento en la cama.- ¿Cuánto tiempo sería eso?.- tragando en seco, espero su respuesta

-. De tres a cuatro meses.- Y abuelita se marchó del hogar de Mabel.

El demonio se recosto al lado de la chica, la miro analizando cada detalle de su rostro. Tendrían un bebé dentro de unos meses y haría lo que fuera por darle lo mejor, y hacer de él, el mejor demonio que Gravity falls y el mundo demonio haya conocido.









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-. Es difícil acostumbrarse a un cuerpo al que recién conoces. - Mabel se encontraba nadando en un lago que Bill había creado en el patio trasero de, ahora, su hogar junto a su estrella.

-. Te acostumbraras. Abuelita dijo que mientras estés embarazada debes nadar por lo menos dos horas. - decía el padre responsable.- Además así te acostumbras a tu rosada aleta.-

Mabel movió lentamente su nueva aleta.- Por suerte soy en parte humana, si así se le puede decir.-

Bill le dio dos palmaditas en la cabeza mientras introducía sus pies al agua fría.- Una suerte de que seas en parte humana. Ya sabes... - la mirada coqueta del demonio se hizo presente haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de la chica.

-. Faltan tan sólo tres meses y agrega dos más por mi descanso de parto.- Mabel se hundió en el lago, dejando a Bill sólo









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-. Mira que estas panzona hermana.- Dipper reía junto a su hijo mientras apuntaban al enorme vientre de Mabel.

-. Dipper, déjala en paz. Cuando estaba embarazada no te burlabas de esa forma, al contrario, creías que iba a explotar y llorabas porque eso no ocurriera. - reclamó pacífica mientras preparaba algo de comer.

Mabel comenzó a reír ante la declaración de su cuñada.

-. ¡Amor! Eso no se dice.- el castaño hacia muecas de silencio mientras revolvia su pelo desordenado.- Y tú no te rías jovencito.-

Su hijo tapó su boca en un vago intento de contener la risa.

-. Quien de los dos Pines es más inmaduro.- suspiro el demonio mientras tiraba levemente el cabello del niño, molestandolo y riendo de sus expresiones. - ¿Cierto pacífica?.-

Ella asintió mientras servía los platos con la comida recién preparada.

-.¡Pacífica!.- ambos castaños gritaron en desaprobación por su afirmación.

-. ¿Qué? Entre rubios nos entendemos. - se encogió de hombros y llevo los platos a la mesa.- Es hora de comer.-

Todos tomaron asiento y comieron la primera cucharada de comida.

-. ESTO ES REALMENTE DELICIOSO. - gritaron de felicidad: Mabel, Bill, Dipper y su hijo.

Pacífica sonrió.









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-. ¡Vamos Mabel, tú puedes!.- alentaba su cuñada mientras sostenía unos trapos. - inhalar.... Eso es... ahora vota el aire.-

Bill y Dipper estaban estáticos, en shock, mirando la escena y la sangre. Si uno se desmaya, el otro lo apoyaba y lo ayudaba a levantarse.

-. Que bueno que no soy mujer...- comentó dipper que sostenía un jarro con agua tibia.

-. Nunca estuve más de acuerdo contigo.- Bill sostenía la manta en la que colocarían al bebé.

Abuelita estaba a cargo del parto y mientras veía los signos vitales de Mabel, llamó a dipper.- Ven, sostén esto.-

Dipper afirmó lo que abuelita le dijo y cuando se dignó a ver, casi se desmaya y respirando pensó en cosas bonitas.

-. ¡Aquí viene!.- Abuelita sostuvo un pequeño bebé y lo entregó a pacífica para que lo limpiara. - Muy bien Mabel, es un nene.-

La castaña sonrió y suspiro del cansancio pero luego volvió a pujar.

-. ¿¡Otro?! .- pregunto Bill sorprendido ante los gritos de su estrella.- creo que me voy a desmayar .-

-. Muy bien mi niña, es una nena muy saludable.- luego de limpiarla, entregaron a ambos bebés a su madre.

-. Bill, ve junto a Mabel. -

El nombrado se acercó a Mabel mientras tiritaba del nerviosismo. - son... son dos.-

-. Son mellizos .- aclaró abuelita.- los dejaremos solos.-

Dipper salió con ayuda de pacífica y abuelita sonreía ante la actitud de ambos hombres.

-. Se parece a ti.- Bill miró curioso a sus bebés y efectivamente, el niño era idéntico a él.

-. Ella es igual a su madre.- afirmó más calmado el demonio mientras depositaba un beso en la cabecita de su nena.- Bien hecho Mabel. -

Ambos se dieron un tierno beso y juntos observaban a sus tiernos bebés.

Eres Mía, Estrella Fugaz Where stories live. Discover now