•Capítulo 21•

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¿Su novio? ¿Su novio era un demonio?

No se lo podía creer, era imposible y sólo verlo parado ahí era irreal.
Bill Cipher era un demonio cuyo poder se sentía en el aire, sabía que era poderoso y temido. Recordaba a Abuelita decirle lo peligroso que era, no podía confiar en él.

-. Mi novio no puedes ser tú.- Mabel se dejó caer en el sofá y dio un suspiro.- No cumples con mis estándares. -

El chico la miro confundido. ¿Estándares? Él no entraba a ningún estándar porque era perfecto, siempre se lo decía a si mismo.- Nena, no entro a tu estándar porque simplemente no puedo. - Bill se sentó al lado de la castaña y la miro pasando su brazo por encima del hombro de la chica.- Cariño, además, no decías nada de estándares cuando estábamos en mi mansión haciendo... Tú ya sabes.-

Mabel lo miro confundida y cuando supo a que se refería dio un brinco de sorpresa, y quitó la mano del rubio.- Nunca haría eso contigo.-

La castaña se colocó de pie y en posición de defensa miro al demonio frente a ella.

-. No, no lo haría.- ¿Pero en que pensaba? Era un demonio descomunalmente sexy que decía ser su novio. Era la suerte de su vida.
Pero un mareo y punzadas de cuchillos atravesaron su cuerpo con un gran grito de dolor. Cayó al suelo con dificultad y su respiración cada vez era más lenta, los doce días que había pasado lejos de Bill estaban haciendo efecto. Su marca se tornaba roja y punzaba, a su lado estaba Bill en mas mismas circunstancias y este miraba a la chica con tristeza, no podía tomarla a la fuerza.

-. Que... Esta pasando. - preguntaba la chica con dificultad. - Por qué tengo tu nombre tatuado en mi muñeca. -

El demonio sólo sonrió y se acercó lentamente a la chica, acercó sus labios a boca de Mabel y le dio un tierno beso.
Al comienzo Mabel bufo entre el beso pero poco a poco le comenzaba a gustar y ahora todo podía tener sentido de que su novio era este chico, besaba condenadamente bien.

-. Por que... Por que lo hiciste. - susurro despacio para no romper tanto el momento que se había construido.

-. Es simple, además podría decirse que es un verbo.- jugo Bill para confundirla un poco y al ver que lo había logrado sonrió. - Te amé, te amo y te amaré por siempre. -

Mabel abrió sus ojos y unas lágrimas recorrieron sus mejillas, un sonrojo lleno su rostro y limpio inmediatamente las lágrimas. Tenía un novio y la amaba.

-. Como pude enamorarme de ti, Un demonio. - pensó en voz alta y sonrió. - Pero creo que siento lo mismo que tú, te amo Bill. -

Ambos se fundieron en un beso tierno que pasó a ser apasionante.

-. ¿Sabes? Te fuiste dos a tres días de Gravity falls pero en el mundo humano fueron doce...- Bill jugo con su cabello y sonrió picaron.- Te extrañe en todos los ámbitos, ¿por qué no nos ponemos al día?.-

La gama de colores en la cara de Mabel eran indescriptibles y el demonio sólo sonreía mostrando sus leves pero puntiagudos dientes.

-. Como diría la novia de pino...- decía Bill mientras se colocaba de pie y cargaba a Mabel a estilo princesa.- ¡VAMOS!.-

Y el demonio corrió escaleras arriba entrando en la habitación de la castaña, y cerrando la puerta de un golpe.
Pato miraba con curiosidad desde la planta baja y con un gran "oink" se retiró de la casa transformándose en una ave bellísima y volviendo con abuelita como lo hacía todas las noches.

-. Oink. - decía el pájaro ya posado en el hombro de abuelita

-. Ja! Tu acento porcino a quedado en ti.- reía la anciana .- así que ya pasó. ¿eh?.-

El pajarito asintió y abuelita sonrió satisfecha.

-. Bueno, ya están listos.-

Abuelita volvió a transformar a pato en un cerdo y le susurró algo. El cerdito corrió por todo Gravity falls para entregar el mensaje de abuelita.

-. Estamos listos para que nuestra querida Mabel despierte de su sueño. -

Eres Mía, Estrella Fugaz Where stories live. Discover now