•Capítulo 16 •

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¡Primer capítulo que escribo desde la perspectiva de nuestro querido demonio Bill!🌟

Cuando su estrella fugaz se marchó del mundo de los demonios, sólo se dedicó a vagar por las calles terroríficas mientras veía a otros demonios inferiores lanzarle miradas de odio, otras de miedo, rabia, rencor... Era temido por todos, eso lo sabía.

-. Vaya pila de basura hay aquí.- bufó al mismo tiempo en el que desaparecía.

Para ser un demonio poderoso, frío y egocéntrico. Esa castaña había sacado lo más cursi de su ser... aunque hace aproximadamente una hora la había visto, ya la extrañaba.

-.Mira como cambian las cosas, ¿eh?.-

Su demonio y versión sádica salió a la luz después de meses sin aparecer.

-.Mira que hasta aquí se siente el olor a romanticismo que emana asqueroso cuerpo humano .-

Paciencia Bill, paciencia. Repetía una y otra  vez para mantener la calma a los comentarios de su demonio interior.

-.Creí que tardarías más en hacerla tuya.- el demonio se removió en el interior de Bill dándole descargas molestas que recorrían todo su cuerpo.- Al menos ese gasto de energía que utilizaste en abrir el portal a Gravity falls no fue en vano, porque vaya que lo pasaste bien anoche. Esa humana sabe como usar la...-

-.¡Cállate! .- interrumpió el rubio mientras tiraba de sus cabellos para anular un poco la voz irritante de su ser interior.- Debes guardar silencio si no te llamo.-

El demonio que estaba en su cabeza rodó sus ojos rojos y paso su lengua por los afilados colmillos que tenía.

-.Debes saber algo.-

Bill dejo de tirar su cabello para hacerle saber a su bestia que tenía su atención.

-.No siento el aroma de la chica.-

Él chico rubio erizo sus cabellos en señal de alerta y rápidamente dio una inhalación en busca del aroma de su chica, sin resultado alguno.

-.Donde está. - el Chico se desesperó y de forma inmediata se transportó a Gravity falls, exactamente, la casa de la castaña.

Cuando llegó a la sala, encontró a pato chillando histérico y saltando de un lado para otro sin causa alguna.
Volvió a inhalar y encontró un leve aroma de la estrella fugaz, lo siguió llegando así a la habitación de ella, más específicamente, el baño.

-.¿Sientes eso...?.-

Bill asintió y uno de sus ojos se tornó rojo, dando señal que su demonio interior estába enfadado y quería tomar cartas en el asunto.
Bill entró en ese baño repleto del aroma de la chica, el ambiente era tenso y el piso estaba cubierto de agua y sangre, era reciente y la ropa de Mabel estaba aún doblada en el pequeño mueble.

-.¿¡Donde está?!.- gritó frustrado al no poder dar con el aroma de la joven

-.Lamento decirlo, pero mi olfato no miente. Ella ya no está en este mundo. -

Eres Mía, Estrella Fugaz Where stories live. Discover now