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15, Junio
JACE POV
El trayecto del tren estuvo bastante bien, calmado, y solo había un par de personas en este enorme vagón, algo que era lo más común de esta estupida y pequeña ciudad. Tomé mi pequeña maleta, todos estaban caminando hacia la puerta, y yo no podía quedarme atrás, al salir una pequeña ráfaga de viento chocó con fuerza y demasiada prisa sobre mi rostro. Traté de sonreír, pero, simplemente no podía, nada de este lugar lograba llenarme de felicidad, ya que nunca tuve felicidad en esta ciudad, bueno, a excepción de todos los momentos que viví con mi madre, y de la nada, una pequeña sonrisa se formó, al solo pensar en la mujer que siempre ha estado allí para mi.
Tomé de nuevo mi maleta, y caminé hacia la salida de la estación, lo más normal es que tomara uno de los taxis que estaban allí afuera, una larga fila de autos, pero solo quería caminar, mantenerme alejado de la sociedad por un pequeño lapso de tiempo.
Acomode mi maleta sobre mi espalda, ya que se trataba de una gran mochila, suspire por segunda vez, creo, y sin esperar más, comencé con mi caminata.
La naturaleza me estaba rodeando, ya que en la carretera habían árboles por todas partes, el canto de los pájaros podían oírse desde cualquier parte, y un par de personas que salían a caminar, me estaban haciendo compañía, y sus mascotas no se quedaban atrás, en su mayoría eran ancianos que no tenían a nadie en sus vidas, solo sus agradables mascotas. Sonreí, y acelere un poco más el paso, ya que al observar mi teléfono celular, me di cuenta de que ya era la una de la tarde, debía apresurarme.
Y lo primero que te encuentras, después de salid de aquel sendero lleno de árboles, es un hermoso vecindario, lleno de casa de dos pisos, una hermosa fuente esta justamente en el centro, varios niños corren por el lugar, vendedores no se quedan atrás.
Segui con mi camino, andetrandome esta vez a una hermosa calle, sus casas eran hermosas, llenas de colores, las cuales te daban y transmitían felicidad, paz, me agradaba bastante, a pesar de estar destrozado por dentro, este lugar siempre podrá cambiar tu estado de ánimo.

—Café et chocolat—Leí en voz baja, aquel enorme letrero, que había en una de aquellas casas, ya que al parecer su primer piso, se trataba de una cafetería.

Sonreí, y antes de seguir con mi camino, me desvíe, tomé una gran bocanada de aire, y me adentre al hermoso establecimiento. Mis ojos se abrieron de la sorpresa, si afuera en la calle todo era realmente colorido, adentro era otro nivel, "Nunca había estado en este lugar", fue lo primero que logré pensar, antes de acercarme a la enorme vitrina, donde habían varias personas atendiendo, "Al parecer este lugar es muy famoso en la ciudad", dije en mi mente, hasta que la voz de un chico, me saco de mis jodidos pensamientos.

—Bienvenido... ¿En qué puedo ayudarlo?—Escuché, pero solo podía verlo de espaldas.

—Por favor...podría darme dos "Le Floron"—Sonreí, aún sin que aquel chico me estuviera viendo.

—En un momento—Fueron las tres únicas palabras que logré escuchar antes de que aquel chico se marchara, y todo estaba tranquilo, hasta que mi estupido pasado, tuvo que salir a flote.

— ¡Jace!—Un pequeño escalofrío recorrió todo mi cuerpo, jamás, nunca en mi vida podría olvidar aquella irritante y terrorífica voz.

—Travis—Volteé lentamente para verlo, la verdad, no quería hacerlo, ya que solo estar a su lado, todas y cada una de las jodidas bromas y estupideces que él en algún momento me hizo, regresaban a mi mente.

— ¿Como has estado?—Una enorme sonrisa invadía su rostro, al parecer no se ha percatado de lo incómodo que estoy.

—Bi...bien—Tragué saliva, hasta que el chico que me había atendido, apareció con mis dos panes.

—Son venite...—Volteé a verlo, y la sorpresa no podía con su cuerpo, Eddy estaba allí, igual de asombrado que yo— ¡Jace!—Su felicidad era demasiada, y sin importarle los demás, salió casi corriendo de allí, para darme un gran abrazo.

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