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24, Diciembre
JACE POV

Los días han pasado, y junto a Jacob, no ha sucedido nada malo, literal, mi vida por fin se está arreglando, después de todo el enredo de sentimientos que tuve en Villandry, suspire, mientras observaba todas y cada una de las luces navideñas que decoran la enorme ciudad de Nueva York. El frío es insoportable, pero lo único bueno es que estoy con alguien especial, sonrio, y de la nada siento como un par de brazos rodean mi cintura, para luego dejar caer su cabeza sobre mi espalda. Su respiración es suave, delicada, no está molesto, y eso se nota, literalmente es la primera vez que su trabajo no lo saca de quicio. Me di la vuelta con rapidez, y ahora nosotros dos estábamos frente a frente, se abalanzó sobre mi y sin esperarlo se apodero de mis labios, como si estos fueran suyos, y puede que si sean de él. Lleve mis manos hacia su cuello, y me acerqué más a él, nuestras respiraciones se aceleraron de la nada, y cada vez el deseo de estar con el otro, se hacia más fuerte, pero hoy no podía pasar nada de nada, debíamos ir al departamento, ya que le había prometido a mi mejor amiga que estaríamos allí, para navidad.

—Es suficiente por hoy—Sonreí, alejandome lentamente de sus labios.

— ¿Enserio?—Hizo un pequeño puchero, estaba enojado por lo que yo había hecho.

—Muy enserio—Sonreí, tomé su mano y lo lleve adentro, ya que el frío era un poco insoportable.

— ¿Vas a ir donde tu amiga?—Preguntó, caminando detrás mío.

—Vamos a ir con Maddie—Me detuve, di la vuelta y nuestras miradas se conectaron—No quiero que estés solo esta noche—Sonreí, y la verdad era esa, Jacob estaba literal solo, ya que su queridísima hermana, se marchó.

—Pero...podemos quedarnos aquí...—Se acercó con lentitud, hasta llegar nuevamente a mis labios, comenzó a besarme, y sin poder detenerlo, cedí, hasta caer sobre su enorme cama.

Pequeños gemidos salían de mi boca, mientras que de la suya, podían oírse grandes y fuertes gruñidos, llevaba una enorme excitación encima de él. Abrí mis ojos, levanté la mirada, y sobre una de las pequeñas mesas que habían allí dentro, pude observar la hora, en uno de sus relojes, "Siete y quince", dije mentalmente, "Puedes llegar un poco tarde", fue lo último que dijo mi subconsciente, antes de volver a cerrar mis ojos.

Puedo asegurar y afirmar, que en este preciso momento, y en todos los similares que he tenido con él, sus besos me llenan de vida, son vitales para que siga viviendo, después de haberme enterado del secreto del queridísimo futuro duque de Sour, mi corazón se rompió en millones de pedacitos, pero gracias a él, todo en mi vida ha vuelto a tomar un rumbo específico. Mis manos comenzaron a acariciar cada parte de su cuerpo, hasta tal punto, de ser el primero en deshacerme de su camisa, dejando al aire libre su abdomen. Me abalance sobre este, como si de una gran tabla de chocolate blanco se tratase, y mientras lamia y mordía con suavidad, él soltaba una pequeña risita, pero luego, se dejó llevar, y mi cuello fue su punto de ataque.
Cada parte de mi cuerpo lo necesita, sus besos, sus caricias, el amor que él puede brindarme, y estoy completamente seguro, de que él siente lo mismo. Mi respiración comienza acelerarse, cada vez que sus labios pasan por mi abdomen, mis manos se posan sobre su cabello, y con suavidad, no dudan en desordenarlo bastante, dejo que mis dedos se pierdan, mientras que llega hasta mi miembro, se detiene, lo observa y algo dentro de mi se asusta, cierro mis ojos, y dejo que todo fluya, sin tener tantos pensamientos horribles en mi mente...Una sensación de excitación, recorre todo mi cuerpo, al sentir como sus labios dulces y húmedos, besan sin parar mi miembro, hasta tal punto de llevarlo todo a su boca. Ahogo un enorme gemido, pero luego vuelve hacer exactamente lo mismo de hace un rato, y esta vez, pierdo la batalla.

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