Capítulo 4.

5.3K 525 182
                                    


Steve despertó al rededor de las seis de la mañana, parpadeo un par de veces para acostumbrarse a la tenue luz que entraba a través de las cortinas, se percató de que Danny estaba sentado al final del sofá, su cabello estaba alborotado y su rostro lucía exhausto.

—Buenos días.– susurró Steve mientras se incorporaba del sofá. 

—Buenos días, bella durmiente.– saludó Danny.

—¿Ya desayunaste?, puedo preparar algo si.....

—Hay café y wafles en la cocina, desayuna y luego te bañas, necesito dormir aunque sea un minuto.– musitó el omega.

—Gruñón, esta bien, y gracias por....

—Largate Steven.– ordenó nuevamente Danny.

—Estas insoportable Danno, definitivamente necesitas dormir.– refuto el alfa mientras se dirigía a la cocina.

Steve se dispuso a desayunar para después ir a tomar una de sus famosas duchas de tres minutos, sin duda era un hábito que el ex SEAL nunca dejaría tan fácil.

Él timbre se sonó y Danny se apresuró a ocultar todo el equipo de vigilancia, observó por el orificio de la puerta y un fornido alfa estaba a espera de que alguien atendiera.

—¿Necesita algo?.– preguntó Danny un vez que abrió el portal. Aquel sujeto se veía imponente al a par del omega.

—Estoy reparando la tubería del lavabo, ¿tienes alguna llave expandible que me preste?.– preguntó él alfa, éste se acercó de una manera peligrosa al rubio.

—Disculpe, pero no tengo.– aseguró Danny.– si me permite.– dijo mientras trataba de cerrar la puerta pero él alfa lo detuvo.

—¿Estas solito?, puedo hacerte compañía si así lo deseas.

—¿Tengo un rotulo que diga "necesito compañía"?, creo que no así que....

—Mi amor, he preparado la ducha para ti.– llegó Steve usando solo una toalla que se ajustaba su cintura al rescate de su compañero.

Él comandante abrazo a Danny por la espalda, colocó un par de besos en su cuello para luego dirigir su miras a aquel alfa frente a ellos. El rubio solo se estremeció ante la sorpresiva acción de Steve.

—¿Es tu omega?.– preguntó él sujeto.

—Mi esposo.– rectificó Steve.

—Muy encantador.– sonrió irónicamente al ver que él omega no tenía marca.

Danny y Steve se percataron de acción del alfa, ambos sabían que la marca sería un problema para aquellos que no creyeran en su matrimonio.

—Cuando te canses de él puedes dejármelo a mi.– fue lo último que mencionó antes de irse.

—Idiota.– farfulló Danny antes de cerrar la puerta.

Steve aún seguía abrazando a su compañero, era extraño que justamente hoy su compañero tenía un aroma jodidamente delicioso.

—Ya puedes soltarme, animal.– habló el omega luego de unos largos segundos.

—Yo, lo siento...– el moreno se alejó de su compañero.

—Iré a tomar un largo y relajante baño de espuma, y tu ve a vestirte neandertal exhibicionistas.– el rubio se dirigió a la habitación.

Él alfa se quedó imaginando miles de situaciones con su ese rubio parlanchín, uno de ellos era poder acariciar su suave piel mientras las gotas de agua escurrían por su cuerpo.

El sonido de voces se hizo escuchar sacando al alfa de sus cavilaciones, se apresuró a quitar la manta que cubría el equipo y visualizó la imagen en aquel vídeo.

El jefe llegará en estos días.

—¿Cuando?.

Es confidencial pero vendrá con su omega y su hijo a vacacionar, de paso a cerrar algunos negocios.

—¿Con los Yakuza?.

—No lo sé, el pakhan no mencionó nada.– aseguró uno de los sujetos, el acento ruso predominaba en cada palabra de aquellos hombres.

—Espero que la Bratva no tenga conflictos con los yakuza, habrá una masacre si eso sucede.– confesó uno de ellos su preocupación.

Un silencio llenó los espacios en aquel lugar, minutos después tres alfas de cabello platinado y piel muy blanca salieron del departamento.

Al menos sirvió arriesgar ir a poner cámaras con audio al local y al apartamento.– habló el comandante para si mismo.

—¿Que hiciste qué, Steven Jonh McGarrett?.– espetó el rubio al entrar a la sala.

—Danno, mientras dormías los rusos salieron y aproveché en ir y poner cámaras...

—¡Eso fue peligroso!, ¡debiste avisarme!, ¡no vuelvas a hacer eso estúpido ninja!.– regañó el detective mientras tomaba lugar junto al alfa.

Steve aspiro el dulce aroma del omega, aun no entendía por que hoy mas que nunca se sentía mas intenso, era tan embriagante que desearía acercar su rostro a la piel del omega e inhalar su fragancia para su deleite.

—Esta bien, Danno, te avisaré en la próxima.– aseguró el comandante para dejar a Danny mas tranquilo.

—Steve, c..creo que saldré a caminar un momento.– anunció él omega antes de salir con mucha prisa del apartamento.

—¡Danno!, ¿donde vas?.– preguntó él alfa pero este no le respondió.


~*~

Danny caminó por aquel lugar en busca de alguna farmacia, se había olvidado por completo de la situación de ayer, necesitaba encontrar los supresores antes de que comenzara a lamentarse.

Pasaron los minutos y Danny no encontraba lo que buscaba, de un momento a otro entró a un local de fármacos y medicina natural, preguntó por las pastillas pero igual no encontró.

—Esto le hará bien, mi hija toma de los que usted busca y justo hace unos días se agotó en existencia, por  ahora esta tomando de estas hiervas con té de manzanilla.– explicó la señora que atendía la tienda. 

—Bueno, ¿esta segura que funciona?, no le tengo tanta fe a esos montesitos.– dijo un poco dubitativo.

—Estoy segura.– dijo la sonriente mujer.

Danny aceptó comprar aquello solo por evitar problemas como los de temprano con ese alfa, por ahora lo mas importante era regresar al apartamento y hacer el famoso té.



TEMPTATION. >><< McDannoWhere stories live. Discover now