Capítulo 3.

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Danny se mantuvo callado y sumido en sus pensamientos todo el camino al apartamento en China Town, Steve trató de gesticular alguna pregunta pero al final prefirió esperar.

—Estas son las llaves.– entregó la omega en recepción.– Hacen una hermosa pareja.– alagó.

—Oh, gracias.– sonrió Danny tratando de dar su mejor cara.

—Cuanto llevan de casado.– preguntó la curiosa mujer.

Ambos se dedicaron miradas de no saber que decir, la pregunta los había tomado por sorpresa, pero fue Steve quien se apresuró a responder.

—Estamos juntos desde hace cuatro años, pero casados desde hace una semana.– Respondió Steve muy sonriente y a su paso acercado a Danny a su cuerpo en un abrazo.

La señora los admiraba con vehemencia, no podía negar que la pareja se miraban adorable juntos.

—¿No tienen hijos?.– preguntó nuevamente la señora.

—No aún, pero me encantaría tener a un pequeño cachorro que se adueñe de todo mi atención.– sonrió Danny muy ilusionado con la idea de tener a un pequeño bebé a quien cuidar, amar y proteger.

—Para luego es tarde, tu alfa debería cumplir tus deseos.– insinuó la omega.

Las mejillas de Danny se tornaron en un color rojizo y Steve solo sonrió ante las indirectas de la señora.

Decidieron dar por culminada la platica y se dispusieron a subir hasta su apartamento, Steve tuvo que subir mas equipaje gracias a la flojera de su compañero.

Danny se dispuso a instalar el equipo de vigilancia, cuando tuviera la oportunidad irían a poner cámaras dentro del local cruzando la calle y la casa de al lado.

—Danno.– llamó Steve desde la habitación.

—¿Necesitas algo?.– el omega prestó atención a su amigo.

—No, solo que puedes quedarte en la habitación, yo dormiré en ese sofá.– señaló ese para nada cómodo y pequeño sofá.

Danny se rió al ver que el alfa hablaba en serio.

—¿Bromeas?, ¡ahí no alcanzas grandísimo animal!.– se burló el rubio.– pero igual no te cederé la cama.– anunció antes de volver en lo que estaba antes.

Steve no dijo nada y sólo se quedó observando el marcado trasero de su amigo en esos pantalones sastre, de pronto le dio ganas de acercarse y posar sus manos ahí, pero descarto esa idea al escuchar a Danny protestar.

—Deja de verme como tonto y ayudame a conectar eso.– señaló unos cables que iban en la computadora.

Steve sintió su corazón detenerse por un segundo, Danny lo había cachado observando sus muy buenos atributos.

Estuvieron terminado de colocar todo en su lugar, la vigilancia había iniciado unos minutos después, hasta ahora los pocos clientes que han entrado al local no han salido con algo que pueda contener armas a dentro.

8:56 p.m.

—Tengo hambre, prepararé algo de cenar.– anunció Danny levantándose de su puesto de vigilancia.

—He pedido pizza, sin piña.– se apresuró a decir antes de que Danny protestara, sabía que el rubio odiaba la fruta en su pizza.

—¡Ves!,  por eso te amo– musitó Danny mientras regresaba a su lugar.

—Lo sé.– susurró Steve.

Quince minutos después la pizza llegó y Steve salió a pagarla, Danny miraba con curiosidad desde la puerta al ver a la repartidora coquetear con su amigo, así que a pasos apresurados llego hasta él alfa y rodeo su cuerpo en un abrazo.

—Cariño, ¿porque dilatas tanto?.– preguntó Danny muy cariñoso.

Steve sonrió ante las acciones de su compañero y decidió seguirle el juego.

—Espero mi tarjeta, Danno, ya regresaremos a lo que estábamos.– El alfa se giró un poco y deposito un castigo beso en la mejilla del omega. Danny solo se estremeció ante el contacto de los labios de Steve en su piel.

Se apartó sutilmente del alfa y miró a la chica que mantenía su mirada gacha, no le tomó mucha importancia y regresó al sofá.

—¿Que fue todo eso, eh Danno?.– preguntó él alfa un poco burlón

—Solo cumplo con mi trabajo, Steven, ¿te imaginas que una de las vecina chismosa salga y vea esa escenita de coqueteo con la repartidora de pizza?, ¿cómo quedaría yo?, ¡obvio que como al tonto omega que su esposo lo engaña con cualquiera que se le insinúe!.– protestó Danny mientras se alejaba de la sala y se iba a la habitación.

Steve ya estaba acostumbrado a las rabietas de su rubio amigo, era normal que discutieran casi siempre, si no lo hacían, entonces algo andaba mal con ellos.

—Danno.– Llamó al omega desde el sofá, iría hasta donde él pero no podía dejar la vigilancia.

Esperó y esperó pero Danny nunca salió, quizás se había quedado dormido, por el momento dejaría que descansará hasta que necesite ser relevado de su puesto.

02:34 a.m.

Él omega había salido de la habitación gracias a que su estomago rugía de hambre, a su paso observó a Steve que yacía dormido en él sofá, Danny se apresuró a calentar la pizza que el alfa le había dejado, buscó algo de café para preparar y posteriormente tomó el puesto de vigilancia.

Steve dormía tan plácidamente que no sintió cuando Danny lo cubrió con la manta que había estado en un sillón cercano, acarició delicadamente el rostro de Steve y sonrió como tonto al ver lo jodidamente atractivo que era su jefe mas aún cuando dormía.

—Eres un tonto pero aun así te quiero.– susurró Danny mientras colocaba un corto beso en la mejilla del alfa. Luego de eso solo se dispuso a hacer su trabajo.

TEMPTATION. >><< McDannoWhere stories live. Discover now