La luz de tu amor (gay/yaoi)

Capítulo 7: Eres pequeño

Nathan parpadeó nervioso, él rubio le había robado un beso no era uno pasional al contrario le pareció un beso travieso y juguetón, sintió como sus mejillas ardían y una tonta sonrisa se dibujaba en sus labios.

Salió de sus pensamientos al oír la puerta abrirse, se giró y observó a Lucía entrar preocupada con una bandeja de aperitivos en las manos

- Nathan, pensé que te había sucedido algo, estuve llamando varias veces pero no respondiste

- Perdona Lucía

- No hay problema, te traje el desayuno, me quedaré aquí hasta que lo termines todo, son ordenes del joven William

- ¿Órdenes?

- Si, dijo que supervisara que comieras todo

- ¿Cómo es él?

Nathan notó como Lucía esbozaba una pequeña y significativa sonrisa

- El joven William es muy maduro para su edad, puede resultar en ocasiones algo arrogante y orgulloso pero es una buena persona

- ¿Buena persona?

- Si, dimelo a mi, me ayudó muchas veces, le estoy muy agradecida

- ¿Esta es su casa?

- Si, para su corta edad es dueño de las empresas "OlsenHG" una de las más reconocidas a nivel mundial, me tiene muy sorprendida. 

Nathan quedó sorprendido al escuchar aquello, no podía creer que el rubio fuera tan adinerado

- ¿Cuál... cuál es su edad?

- Veamos... tiene alrededor de 27 años

- Es muy joven - susurró 

- Si y muy apuesto ¿No lo crees?

- Sí - susurró sonrojándose - ¿Por qué me trajo aquí?

- Vale Nathan, responderé todo pero empieza a comer de una vez que el joven William se enojará si vuelve y vea que no has probado alimento

Nathan empezó a comer curiosamente, quería saber más acerca del rubio mucho más...

- Buen chico

- ¿En donde está ahora mismo?

- Hmm con un socio, uno de los más fastidiosos

- ¿Fastidiosos?

- Si, al joven William no le agrada... pero tiene que recibirlo porque es un socio importante para el beneficio de las empresas "OlsenHG"

- Y ¿Por qué no le agrada?

- Estás muy curioso- sonrió- bueno es normal, es la primera vez que vez al joven ¿Verdad?

Nathan asintió presuroso.

- Sólo hay algo que puedo decirte Nathan, el amo William es una persona agradable... pero le desagrada demasiado la desobediencia, no estoy segura porque te trajo aquí pero seguro te dará algún trabajo, aunque ahora que los veo a ambos... lo dudo ya que te dio una de las habitaciones principales de la casa - rió- eso no había pasado en todos los años de servicio que tengo aquí.

Nathan analizó las palabras de Lucía. Él sabía a la perfección porque estaba ahí, lo había oído del propio William "Te encargarás de darme placer...." Si, era sólo eso un instrumento u objeto por el cual el rubio lograra liberar el estrés que acumulaba en el trabajo y no era para menos considerando que él era el dueño de una reconocida cadena de empresas. Dejó de preguntar y se concentró en terminar el delicioso desayuno que Lucía amablemente le había llevado.