Capítulo 24: Desdicha

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William respiró dificultoso al tratar de asimilar todo lo que acababa de escuchar.

-Trate de tranquilizarse señor.

- ¿Tranquilizarme? – Preguntó exasperado - Me voy dos semanas a un puto viaje de negocios y me informas que Nathan no se encuentra por ningún lado y pides que trate de tranquilizarme... ¿Estás demente?

- Señor, si se enaltece no llegará a ningún lado.

- ¿Cómo mierda desapareció? Les pedí a todos que lo vigilaran.

- No lo sabemos – dijo haciendo una pausa y pensando detenidamente – Lucía informó que no aparece desde hace dos días, ella está muy preocupada.

- Demonios – gritó enloquecido, golpeando el gran escritorio de vidrio en el que se hallaba – Tanaka, contrata a los mejores agentes de investigación que conozcas, y dile a Lucía que vuelva a revisar todos los alrededores de la mansión.

- ¿Y usted señor?

- Cogeré el vuelo de esta tarde y estaré ahí lo más pronto posible.

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"Los vuelos han sido cancelados previamente hasta que la tormenta NGH-27 terminé en toda su resolución"

William suspiró lleno de frustración. ¿Por qué demonios tenía que suceder esto justo ahora?

-¿No hay algún vuelo disponible? – preguntó tratando de hallar alguna afirmación

- Lo lamentamos señor – dijo la muchacha volviendo a verificar los ordenadores – La tormenta es sumamente peligrosa y todos los vuelos han sido cancelados.

- Demonios – gruñó apretando sus puños – ¿Cuándo volverá todo a la normalidad?

- No estamos seguros, pero, podríamos incluirlo en el primer vuelo que salga a su destino y avisarle por algún número móvil.

- De acuerdo.

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William movió su cabeza intranquilo. Dos días... las putas aerolíneas habían tardado dos días en volver a la normalidad y hasta el momento los agentes no habían encontrado ni una mínima pista del paradero de Nathan.

Sincerándose con el mismo se puso a meditar la situación, ¿Dónde podría encontrarse el menor? A decir verdad, a William, no le sorprendería si este había decidido huir de él... al fin y al cabo se había comportado como un imbécil durante todo este tiempo y debido a su orgullo... "Estúpido orgullo" – pensó pateando fuertemente el asiento delantero.

-Disculpe señor – dijo una de las aeromozas – Aterrizaremos en unos minutos, por lo que es necesario que se acomode él cinturón.

- Comprendo – respondió fríamente.

El cansancio era notorio en su cuerpo, y no era para menos, William no había conseguido dormir con tranquilidad desde aquella llamada por parte de Tanaka, informándole que el menor había escapado de sus dominios.

-Señor, creo que es mejor que descanse.

- Apresúrate, quiero llegar a casa.

- De acuerdo, aceleraré todo lo necesario – respondió Tanaka, observándolo por el pequeño espejo – Pero sería mejor que duerma un par de minutos hasta llegar, yo le notificaré todo.

William percibió el sonido de un par de golpecitos, abrió los ojos rápidamente y se encontró con la figura de Tanaka, notificándole que ya se encontraban en la mansión. Salió del auto, manifestando autoridad, se deshizo del gran abrigo negro que llevaba consigo y empezó a caminar hacia la puerta principal.

La luz de tu amor (gay/yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora