Cap 38: Disfraz

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─¿Vasos?

─Listo

─¿Cubiertos de plata?

─En eso ─colocando cada pieza en orden y lugar en la mesa. ─ahora, todo está listo.

Ambos retrocedieron un poco, mirando como todo está en perfecto estado con los utensilios necesarios en la mesa para cuatro personas.

─Creo que puedo decir cómo se siente los perfeccionista. ─Se asintió a si misma ─pero esto es demasiada dedicación para una mesa común para personas conocidas y comunes.

─Quién se está tomando mucho esfuerzo y dedicación es la señora Ilga con el almuerzo ─desbloqueando su teléfono que estaba en su bolsillo.

Asistente de la casa. Sus servicios hasta más del mediodía.

─Escucha, ─colocando el castaño cómo último los vasos en la mesa ─no seré bueno explicarte pero es necesario decirte. ─sintiendo un valor sincero en su pecho ─Cuando encuentres a esa persona que te haga, algún día, sabes ─haciendo un ademán con la mano ─descubrir esos sentimientos desconocido en ti, dejaras de pensar que es común al igual que las cosas que te rodean. Puede ser que también sea una experiencia dolorosa, eres testigo de eso, y lo digo para que cambi–

─¿Ah?

Jungkook volteó a mirar al cuerpo contrario. Totalmente dice la palabra ignorancia en el rostro de Sun Hee por la simple expresión de no tener la más mínima idea de que hablaba.

─Disculpa, estaba leyendo comentarios de peleas entre fans ¿Que decías?

Ni loco repetirá eso dos veces.

─Que tienes razón, se está esforzando mucho en la cocina.

─Tu tienes la culpa sobre eso ─Sun Hee colocó una mano en sus caderas ─pediste preparar tres platos diferentes más dos postres que estoy segura sabrán a gloria ─Jungkook ríe mientras Sun Hee niega con la cabeza. ─pobre señora Ilga

─Sabes que se lo agradezco mucho, fué solo por precaución. ─bajando la voz ─además, dice que no toque "su" ─haciendo comillas con sus dedos ─cocina, se a apoderado de ella.

─Entonces no podemos hacer absolutamente nada. Es un caso perdido.

Ambos se a acercaron al sofá de la sala tomando asiento, recostando sus cabezas y montando sus pies en la mesita de vidrio en espera. Y el silencio siempre siendo presente en la vida aunque sea cómodo, aprovechando distraerse mirando la hora en el reloj de pared casi siendo la hora.

─Me gusta este cambio ─Sun Hee comentó.

Jungkook enarcó una ceja.

─Me refiero a detalles lindos ─sin despegar la mirada del teléfono –
─de un chico rebelde hace unos poco meses antes estás cambiando a uno cursi y detallista, me gusta este cambio. ─le dio una cuántas palmaditas en el brazo izquierdo ─me recuerda al viejo tú ─sonrie ─por favor, no te envuelves en un disfraz otra vez.

Bufó ─yo no era tan lindo ─pensando que estaba diciendo algo absurdo porque si lo era, pero buscando el sentido de aquellas últimas.

Bien, si recordaba en lo que hacía en unos meses atrás era dedicarse a jugar, colocar su mente poco a estudiar y obtener todo lo que quería. Lo peor era el último, si tenía la vista en algo no dudaba en obtenerlo rápidamente, y en la mayoría de veces tenía a una chica bajo suyo después de haber tomado unos cuantos tragos sin ningún esfuerzo. Cielos, de hombres recibía también unas cuantas miradas incluso guiños a parte que sin la mínima intención no despreciaba. Siendo sincero, le encantaba ser la atención pero desearles de igual manera no estaba en su interés. Jung Hoseok fué quien entró en su vista cambiando todas sus expectativas, cuando por primera vez lo vio dándose aquel tropezón debido a que la palabra lindo fué lo que primero que se le ocurrió después de terminar de reírse el muy desgraciado de su yo del pasado a lo lejos en vez de ayudar.

En un tiempo después él era quien le guiñaba para conquistar.

Ahora, solo tenía su vista en Hoseok hasta quererlo entre sus brazos el mayor tiempo posible, cambiando su estilo de visión y de vida radicalmente.

Y con todo, el pasado no estaba tan lejos.

Si, no se lo admitirá a su hermana menor nunca.

Te estabas disfrazando de un chico juguetón en un cuerpo frágil.

Antes de que pudiera decir algo escuchó el timbre, volteando ambos a la puerta. Palpitando con intensidad el corazón del castaño.

─D-debe ser Hoseok ─dijo con dificultad.

─Yo abriré ─contenta se para en un salto y se dirige a la puerta con rapidez para abrir a quien creía su futuro cuñado, volviendo poco segundos después en un encoge de hombros con su mejor amiga. –falsa alarma, es Hyerin.

─Hablas como si no tuvieras el gusto de verme ─mira al castaño ─Hola, Jungkook ─encogiendo su voz y saludando con la mano.

En respuesta Jungkook le sonríe.

─Esperaba abrirle a mi cuñado ─dijo Sun Hee.

─¿Vendrá hoy? ─amplio sus ojos ─Vuelvo en media hora ─se gira sobre sus talones ─los importantes deben llegar primero.

─¡No seas pesada! ─jaló de su brazo y Sun Hee descubrió una sonrisa burlona en los labios de su amiga.

Jungkook se quedó asombrado, ¡Aquellas dos eran tal para cual de iguales! Mientras dirigía su miraba al reloj nuevamente con impaciencia faltando un cuarto para las dos y media con el acuerdo que estaría en casa a las dos. Cayendo un cuenta en que debió recogerlo en vez de haber aceptado que llegue por su propia cuenta si sabía cómo se volvía la carretera en las tardes.

─Jóvenes Jeon ─la señora Ilga los llamó ─el almuerzo y postres finalmente están listos.

─Aún falta un invitado para servir.

─Bueno, llámenme para servir, estaré en el jardín ─y se marchó.

─No la llamaremos ─dijo Jungkook.

─Pensaba lo mismo ─sacudió Sun Hee la cabeza, Hyerin ríe a lo bajo. ─¡Ire a ver los postres! ─arrastra a su amiga del brazo.

─¡No te los comas!

Pero Jungkook tampoco pudo evadir sus instintos en los dulces sorpresivos postres recién hechos, mirando las puertas corredizas hacia el jardín por si aparecía la asistente de la casa y luego caminar a la cocina, parando en el marco de esta al escuchar nuevamente el timbre ser tocado. Apareció corriendo su hermana hasta tropezar con él y luego dirigirse a la puerta como si estuviera en un maratón.

Escuchó el fuerte cierre de la puerta, prestando mejor toda la atención en sus oidos en modo de querer escuchar los pasos o voces aproximarse mientras suelta un suspiro nervioso, caminando alrededor y suponiendo que está vez sería su... mayor.

Se dijo que esperaría hasta escuchar algún indicio de Hoseok a pesar de que le temblaban un poco las manos de lo ansioso que estaba, sin embargo, raramente, sin contar necesariamente el tiempo frunció sus cejas sin aún  escuchar nada. Compartió una mirada de extrañeza con Hyerin sin tampoco tener la más mínima idea, estaba tardando de aparecer con alguien o con su mayor.

─Por favor, ¡Lárgate de aquí! –Escuchó el grito de su hermana.

─¿Sun Hee? ─llamó no muy fuerte.

Escuchó otra voz mientras la pregunta aún volaba.

─Dejame pasar ─lo que pudo escuchar, siendo más suave.

─Nadie te quiere aquí.

Era demasiado extraño, su hermana estaba alzando más la voz.

─Sun Hee está enojada ─Hyerin lo sabía, ambos lo sabían.

Suficiente con eso pasó nuevamente hacia la sala con Hyerin detrás, notando a dos personas en la entrada principal, no era Hoseok.

─¿Qué está pasando? ─Sun Hee al voltear su rostro hacia él lo miró con preocupación, notando Jungkook más cerca de quien se trataba la otra persona femenina en la entrada, parando en mucha distancia de inmediato. Perplejo.

─Haz cambiado mucho, cariño mío ─dijo aquella chica.

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Debo admitirlo, Me encantas ~J.h.s x J.j.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora