•Segunda parte de Bajo el Infierno del Italiano.
La vida de Ámbar caerá a los infiernos, cuando David Ferrazzano aparece en su vida, tras tres años de no dar con su paradero.
Dedicada a: @FerFranco
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Los últimos meses eran exhaustivos, yo me encontraba toda hormonal con esto del bebé, los asuntos de David que no se lograban resolver, los niños, muchas cosas en mente.
Al final de cuenta, Iván vivía con nosotros en casa era grato tener a su familia, ya que debían estar al menos un tiempo en protección de David. Y Hoffman ya se había encargado de la malnacida, que estaba que no se la podría creer todo lo que hice junto con David, el hombre tenía la boca abierta. Solo han pasado cinco y largos meses, entre muchas náuseas y vómitos, mis cambios de humor. Había olvidado lo tan horroso del embarazo. Lo fatal que la pasas con toda la carga encima.
David y yo quedamos casarnos después del nacimiento de nuestro bebé que aún desconocemos el sexo, esta vez será sorpresa.
Mi suegra ha estado más cariñosa conmigo, ha tejido mucho. Ella misma asegura que será una niña, aunque descartamos la idea. Realmente lo que sea, será maravilloso, sin que haya amenazas esta vez.
Santa y Hoffman han tenido un poco de cotilleo entre ellos, y es que la verdad verlos de pareja me encanta, ambos son excelentes personas y merecen todo el amor del mundo. Aunque Jos siempre ha sido un don juan, esta vez creo que va para bien.
Que os platico de los Megalos, que justamente hoy asistiremos a su baby shower de mis ahijadas, si. Tendrán gemelos, y seré madrina de ambos pequeños, llegamos hace dos días a Grecia, con el fin de que no estuviésemos a las prisas. Me fui para atrás cuando al llegar os dieron la gran noticia, partida doble. Aunque de que me quejo si la mía fue por tres. Los griegos están más felices que nunca, Sara esta considerando a Jos para padrino de uno de sus gemelos, por ser un muy buen amigo, aunque ya tiene con tres. Otro, y lo vuelven loco. Aunque él realmente ama a los niños.
-¡Estas bellísima, mi cielo!- claro.
He llevado dos horas vestido tras vestido, y mucha ropa, y es que toda me hace notar como una bola de pelos desastrosa, y a David todo se le ve bien, con ese cuerpo musculoso que tiene.
-¡Estáis de broma! Lo único que queres es hacerme enojar y yo de tonta que te sigo el juego.- me cruzo de brazos.
Ahora mismo tengo puesto un vestido playero, largo, y descubierto de la espalda, y que estamos en verano y la ocasión será en la sagrada playa.
A lo que David va simple. Con un shorts blanco, su camisa azul cielo, como sus lindos ojos, que descubre parte de sus pectorales.
-Venga ya todos han llegado, y están saludando a los griegos, solo es cosa que te sientas cómoda.- hago pucheros.
Toma mi cintura y me lleva hacia él, me planta un dulce beso...
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-Todo ha salido de maravilla.- habla con tanta felicidad Ale.
Al fin tuve el honor de conocer a los padres de Sara y Ale que son un encanto de persona.
