El Pago de la Mafia Italiana.

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-Prueba descartada, la siguiente.-

He estado encerrada más de dos malditas horas con Santa en el maldito baño, y hace mucho que David regreso, junto con Joseph e Iván, eso me comunicaron. Pero no se ha inmutado a verme.

-Santa, en serio que esto no debe estar pasando, es un gravísimo error, soy una tonta.- suspiro.

-Te la haz hecho cien veces, y todas dan lo mismo, por Dios linda, es más que obvio.- mi amiga se pasea por todo el baño desesperada.

Alguien llama a la puerta.

-Señorita Ámbar, el joven David, desea que urgentemente baje a la sala.-

-Gracias Gloria.- ella se retira.- Dejaremos esto para otro momento, el mafioso de mi prometido me requiere. Haber con que otra estúpida mentira sale.

Santa sale a mi acompañamiento, caminamos por el largo pasillo, mi amiga ha venido de España, solicite su asistencia de urgencia.

Al final de la sala están aquellos tres hombres, Iván con la mirada ida, Santi y Hoffman se echan unas miradas cómplices, sin que nadie lo note más que yo.

-Vamos a recuperar a tu familia te lo aseguro.- David toca el hombro de su amigo.

-Perdóname amigo, créeme que no tuve opción.- habla arrepentido el español.

-Lo entiendo, sabes que si, que te comprendo. La haremos hablar, y pronto acabará todo.- David se muestra sincero.

-Caballeros.- digo llamando su atención de los tres.

-Dulzura, ¿Cómo estás?- pregunta Jos.

-Consternada aún por todo ¿Pasa algo? ¿Iván todo bien?-

-No, cariño. Hay muchos asuntos con pendientes, hemos atrapado a Kathia De Luca, se encuentra en el sótano, pero no quiere hablar, porque ha secuestrado a la familia de Iván y la perra se niega.-

Que estén secuestrados, la familia del padrino de mi hijo es una rabia que me concierne, porque su esposa ha sido súper linda.

-De que habla, habla.- digo desafiante,

No hay nada más repugnante para mi que quieran meter a la familia de uno, ¿En qué jodido mundo cabe toda esa mierda de persona?

A paso apresurado me dirijo al sótano de David, conozco el camino perfectamente. Esa maldita, habla porque lo hace. Me cobraré lo que me hizo pasar, y haré que trague mierda.

Me encuentro más enojada que nunca, hay una rabia muy poderosa en mi ser que necesito sacar. Al llegar los hombres de David abren paso a mi señal, como una patrona. El sótano de él es un lugar oscuro, y escondido. Que es el infierno perfecto. Dulce y ardiente para castigar. Algo como un purgatorio, pero sin almas, solamente la maldita soledad.

La maldita se encuentra en una jodida esquina, con la ropa mojada, cubierta de lodo, siento la presencia solamente de David. Tal vez los chicos se han quedado atrás.

-¿Qué harás?- pregunta David algo sacado de onda.

-Tú déjamelo a mi, solo siéntate a observar. Oye grandote, amárrala a la mesa, ponla en cuatro y desnúdala.- pido al hombre de David.- Cariño ¿Podes conseguir un palo, por favor? Gracias.- le digo a otro hombre.

-Preciosa me estas asustando.-

-Qué bueno, porque tengo mucha rabia, pero no te daré el gusto de morir, aun...- digo sarcástica.

Aquel hombre hace lo que le pido, él otro ha salido en busca del palo.

-¿Qué me harás maldita barata?- grita la italianita de mierda.