UNA ÚLTIMA VEZ.

¿ quien eres?.

Todos los animes videojuegos e imágenes sin de sus debidos creadores y productores.

En una habitación del hospital de konoha se encontraba un rubio sus signos estaban estables gracias a los esfuerzos que tuvieron cada Shinobi médico.

Una pelirroja estaba a su lado no se había despegado ni por un segundo estuvo limpiándolo cuidadosamente incluso empapaba un poco de tela para darle un poco de agua, ella miraba la situación pensado en como había logrado él soportar tantos golpes pero fue gracias a el que ahora esta aquí sana y salva el fue quien la rescató, y no sólo eso también era que no estaba sola había una uzumaki en este lugar llano más estaría sola.

Desde la llegada de aquel niño rubio Hiruzen el tercer hokage estaba mirando todo desde su bola de cristal intento averiguar quien era el rubio pero no había ninguna señal que el fuera parte de la aldea pero no sabia sonde de salio aquel niño.

El había encontrado algunas de sus pertenecías todo  apuntaba que podría ser un espía de alguna aldea pero había otro pequeño detalle su ropa era más cercano a la del hokage desde su capa y el sombrero que se estaba con él.

El tomo su pipa y empezó a dar un masaje en sus sienés para poder comprender todo esto.

Hiruzen miraba por el gran ventanal donde podía ver su aldea el humo de su pipa salia por sus fosas nasales lentamente tenia demasiadas dudas pero algo dentro de el no le temía incluso por las habilidades que la uzumaki le había dicho.

El escuchó la puerta abrirse solo para negar con su cabeza.

Hiruzen: no sabes que es privacidad Danzō. — detrás del él estaba su dolor de cabeza.

Danzō: bueno tengo una propuesta que hacer dame al chico puede que este ocultando algo más yo podre sacarle todo tipo de información y saber lo que realmente quiere en la aldea.

Hiruzen: me niego rotundamente es lo peor que puedo hacer además eres el menos indicado en tomar una decisión además soy el hokage que no se te olvidé. — Danzō juro ver a tobirama cuando lo hacia enojar incluso inconscientemente había dado un paso atrás.

Danzō: me retiro aunque el concejo te dio su apoyo no estoy muy de acuerdo con la decisión.

Hiruzen: fue suficiente largo de este lugar por el respecto que te tengo deja esta oficina.

Aquel lugar fue un campo de batalla sabían que cualquier movimiento en falso y uno de los dos podía perder su postura la situación se empezó a relajar y Danzō simplemente se fue sabia que tendría que moverse desde las sombras para obtener lo que el quería.

Hiruzen sabia que no le gustaba para nada la actitud que tenia Danzō no era la misma desde la muerte de tobirama su sensei, el sólo dio un respiro profundo y confió en sus instintos dejaría que el chico a su cuidado y su responsabilidad en el esperaba que estuviera en lo correcto.

En el hospital.

Una pelirroja estaba cuidando al rubio ella cambio todas las vendas a diario ella venia siempre a verlo para saber como iba pero nada estaba ningún médico le dio esperanzas sus heridas no cualquier persona podría soportar.

El rubio despertó abrió sus ojos al principio la luz le molestaba lentamente se acostumbró a la luz cuando vio que era la habitación de un hospital el vio un florero con rosas vio a su alrededor todo estaba limpió vio la jarra de agua fue una reacción por instinto bebió hasta la última gota de agua.

El rubio se puso de pie no quería que darse más tiempo en aquel lugar jamás le gustaba el hospital se puso su ropa que tenia manchas de sangre aunque después las lavaría o compraría algo de ropa se preguntaba si su dinero serviría en esta dimensión.