-Oh, señor Bieber, no sabe como le agradecemos esto. –la señora sonrió feliz. Sus ojos expresaban lo mismo que su sonrisa.
-Llámeme Justin. -dijo él, dándole la mano y sonriendole.
Me encantaba lo encantador y amable que era con las personas.
-Ella es Melissa... –dudó unos segundos-, una amiga. –sonrió.
Sentí una leve punzada al oírle, pero no podía replicar. Yo era la que había decidió eso.
La mujer me sonrió y yo le devolví el gesto, algo confusa porque todavía no sabía que hacíamos aquí.
-Mire, aquí tiene. –Justin le tendió algo parecido a un cheque-. Espero que sirva de mucha ayuda. –sonrió.
-Muchas gracias, de verdad. Muchísimas gracias Justin. –la mujer casi la abrazó y Justin sonrió enternecido-. Venid, venid, es por aquí.
Caminamos por un pasillo con colores beis y finalmente llegamos hasta una sale enorme. Había un montón de niños sobre varios bancos mirándonos sonrientes. Algunas personas estaba con ellos.
En ese momento sentí una punzada en el corazón, Justin me había traído a un orfanato, y había donado dinero para el. Le miré enternecida y con los ojos algo brillantes. Apreté su mano con la mía y él beso mi frente.
-Gracias por venir chicos, de verdad. –nos agradeció sonriente la mujer-. Espero que paséis un buen rato con estos pequeños bichos.
-Seguro que sí. –dijo Justin.
-Chicos, ¡Justin ya esta aquí! ¿Os vais a portar bien, verdad?
-¡Sííííí! –dijeron todos al unisono.
No sé cuando esta sala se convirtió en una pequeña revolución, pero sin duda estos niños eran unos revoltosos.
[...]
Terminé de hacerle una trenza a la pequeña niña morenita que tenía sentada entre mis piernas.
Sonrió enseñando sus pequeños dientes blancos.
-Gracias. –me dijo. Toqué su mejilla.
-De nada cariño.
Justin llegó con otra niña en brazos y se sentó a nuestro lado.
La niña no paraba de reír por las cosquillas que Justin le hacía. Me resultó una de las escenas más tiernas que había visto en toda mi vida.
La niña paró de reír y me miró. Después miró a Justin sonriente y le susurró algo en el oído.
Justin se rió.
-Dilo en alto. –dijo él.
La niña me señaló y dijo:
-¿Ella es tu novia?
Me reí tiernamente, mientras ella también lo hacía.
-No, preciosa, ella no quiere ser mi novia. –dijo Justin, refunfuñando.
-Uy, –la niña abrió los ojos demás- ¿Y eso por qué? Él es muy guapo. –me dijo, yo me reí.
-¿Verdad? –dijo Justin. Le di un golpe.
-Egocéntrico. –le susurré.
-Encima de que no me quiere, me pega. –fingió estar triste. Yo abrí la boca sin creerme su actuación.
Capítulo 17.
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