[29- Facing Reality]

9.9K 894 23
                                    

Después de unos cinco minutos de carrera, se detuvo junto a un río. Nos sentamos en una enorme roca que pasaba por alto el agua que corría, una cortina de flores oscuras de lavanda que brindaba una barrera contra la gota de agua. La tranquilidad era increíble; el estruendo del río, las hojas de arce raspando juntas, el débil chasquido de las hormigas que subían en una larga fila hasta la corteza del árbol más cercano.

-Vine mucho aquí. Cuando nos mudamos a Oakridge por primera vez en 1965, me resultaba difícil estar rodeado de tantos humanos, por lo que venía aquí, reunía mis pensamientos. Me resultaba difícil escuchar, mis padres todavía estaban en mi mente. -Hizo una pausa, notando mi cara preocupada antes de continuar -... Mis padres pensaron que yo también estaba muerto.  Quería volver tantas veces. Habría sacrificado cualquier cosa solo por ver sus caras una última vez, pero era demasiado peligroso. Ya no pertenecemos al mismo mundo. ¿Qué crees que harían tus padres si te vieran? Moriste delante de ellos.

-Lo sé. Solo que no estoy lista para decir adiós. Me lo dieron todo- dije suavemente.

Mis padres debían de tener el corazón roto. Yo era todo su mundo y ellos eran el mío. Se habían sacrificado tanto por mí y nunca les pagué. Quería llorar pero mi nuevo cuerpo no lo permitiría. Era horrible que pensaran que había muerto, pero lo peor era que estaba viva, podía verlos.

No pude reunir la voluntad suficiente para hablar, así que nos sentamos en silencio, observando los alrededores.

Emmett puso su brazo alrededor de mi hombro y me acercó más. Envolví mi brazo alrededor de su duro torso, enterrando mi cara en su pecho. Si aun fuese humana habría sentido frío, pero ahora él tenía la temperatura perfecta. Me pregunté cuánto tiempo había pasado, pero estaba demasiado cómoda en los brazos de Emmett para preguntar.

-Eleanor Rose Parks- dijo después de un par de horas de quietud. No sabía cómo sabía mi segundo nombre. -Durante casi un siglo he caminado entre mi clase y la tuya ... todo el tiempo pensando que estaba completo por mí mismo, sin darme cuenta de lo que estaba buscando. Y no encontrando nada, porque todavía no estabas viva. Los últimos meses han sido los mejores de mi existencia. No sé qué va a pasar, pero espero poder pasar el resto de mi vida contigo -su voz se suavizó.

No pude responder de inmediato, perdida ya que estaba en los pliegues de terciopelo de su voz. Era la sinfonía más perfecta, una sinfonía en un instrumento, un instrumento más profundo que cualquier otro creado. Me sorprendí y no tuve respuesta, aparte de una sonrisa.

La noche comenzaba a caer, el sol descendía lentamente hacia los árboles.

-¿Deberíamos volver? - pregunté, rompiendo la serenidad.

-¡Quiero una revancha! En su marca ...- Encontrar mi camino de regreso fue más simple de lo que pensaba. Nuestro olor dejó un rastro claro y fácil de seguir. Corría tan rápido como podía, mis piernas deslizándose por el suelo del bosque. Ojalá mi entrenador de atletismo pudiera verme ahora. Emmett debió haber estado un kilómetro por detrás, pero cuando me acerqué a la casa, disminuí la velocidad, permitiéndole alcanzarlo.

-Yo gané- anuncié, viendo la derrota resonante en sus ojos.

Alice estaba de pie junto a la puerta de atrás, con el rostro lleno de emoción.

-Quiero mostrarte tu habitación- dijo ella, Emmett se rió entre dientes.

-Pero Carlisle solo se ofreció a dejarme quedarme esta mañana.

-Ya sabía que te unirías a nuestra familia. Comencé a redecorar cuando estabas en el hospital.- Me sorprendió, pero no debería haber sido una sorpresa, ella podría ver el futuro.

Alice me condujo escaleras arriba, deteniéndose en la habitación al lado de la oficina de Carlisle. Abrió la puerta y me hizo señas para que entrara.

El piso estaba cubierto con una gruesa alfombra dorada, y las paredes estaban colgadas con una tela gruesa en un tono ligeramente más oscuro. En el lado de la habitación había un escritorio con un enorme monitor. Definitivamente era caro, ya podía decir que la resolución era increíble.

-Emmett me dijo que te gustaban las computadoras- dijo Alice cuando notó mi boca abierta, su tono desconcertado. Curiosa, abrí uno de los cajones del escritorio y, para mi sorpresa, encontré todos mis cuadernos de codificación, que contenían esquemas para aplicaciones y piratería. Debo haber pasado horas pensando en ellos.

-¿Cómo conseguiste esto aquí?

-Jasper y yo nos colamos en tu vieja casa y los agarramos.

Abracé a Alice.

-Gracias por todo.

Ella se rió.

-Me alegro- y salio de la habitación.

Créditos a EmmettC

Renewal [Emmett Cullen] (1) ✓Where stories live. Discover now