Desperté y estaba en la cama, Logan estaba ahí también. Sonreí y lo miré.
Él abrió sus ojos, me miró fijamente y sonrió.
—Buenos días.
—Buenos días, Logan.
—¿Cómo dormiste?
—-Bien— reí leve.
—Te quedaste dormida en mi pecho cuando estábamos en el sofá. Te cargué y te traje hasta aquí.
—Gracias— reí.
—Nada que agradecer— sonrió.
—Te ves muy tierno así— reí —tus ojos hinchados, despeinado y eso.
—Tú te ves hermosa— sonrió.
—Gracias— dije sonrojada.
—Hiciste ese truco de las películas, ¿cierto?— rió —te levantaste a arreglarte seguro.
—Claro que no— reí –Me acabó de levantar al igual que tú.
—Bien, te creo— dijo mientras su mirada recorría todo mi rostro.
Me senté en la cama y miré el reloj.
Eran las 10 am.
—¿A dónde vas?
—Prepararé el desayuno.
—¿Puedo ayudarte en algo?
—Yo me encargo, es lo mínimo que puedo hacer.
—No es necesario. Eres bienvenida aquí.
—Bien, gracias— sonreí.
—No es nada, bella— se sentó a mi lado y beso mi mejilla rápidamente para luego levantarse y ponerse una camisa —Te espero en la cocina.
—Seguro— sonreí y lo vi salir de la habitación entonces tomé mi celular y llame a Erin quien contestó rápidamente.
—¡¿Estas bien?!— dijo alterada —Acabo de enterarme de lo que pasó en tu edificio, está en las noticias, ¿estabas ahí?, ¿En dónde estás ahora?
—Hola, Erin— sonreí —Estoy bien, tranquila. No, no estaba ahí. Logan me llevó cuando ya todo había pasado, me acompañó a mi habitación, tomamos varias de mis cosas y estoy en su apartamento— le conté mientras hacía la cama.
—¡¿Estás en su apartamento, zorra?!
—Si— reí —lo estoy.
—¡Hija de perra!— rió —No sufriste mucho.
—Le dije que me llevara contigo y no quiso porque según él era tarde.
—Dile que te lleve al cuarto rojo— reí a carcajadas.
—No seas tonta, Erin— terminé de arreglar la cama y acomodé las almohadas.
—Perdón— rió —Tomo vuelo con eso de que es tu jefe sensual.
Negué con la cabeza mientras reía.
—Esta preparando el desayuno ahora.
—Que rico— ambas reímos.
—Creo que debo ir a ayudarlo.
—Bien, salúdalo de mi parte.
—Lo haré.
—Gracias— mandó un beso —Ponte algo sexy —reí.
—Pero mi pijama es muy cómoda.
—Dime que no es la bata gris aburrida con el shorts negro— miré mi ropa, eso era justamente lo que usaba.
—No, no es eso.
—Bien— suspiró.
—Tengo que dejarte.
—Si, claro.
—Adiós, te quiero— sonreí.
—Y yo a ti, nena.
Finalicé la llamada, entré al baño, lavé mi cara, cepillé mi cabello y lo dejé suelto pues era un buen día para el.
Salí del baño y luego de la habitación para ir hasta la cocina y encontrarme con Logan.
