Capítulo 38.

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~1 año y 5 meses después ~

—Rayos, rayos, rayos— repetí varias veces mientras caminaba de un lado a otro.

—¿Estas bien?— preguntó Meredith entre risas.

—Estoy muriendo de nervios— respondí mientras jugaba con mi anillo de compromiso.

—Es normal.

Me acerqué al espejo y di varias vueltas inspeccionando todo.

—¿Segura que estoy bien?

—Estas hermosa— respondió ella.

—Te creeré— respondí mientras la señalaba.

—Todo saldrá bien, lo prometo— dijo mientras se levantaba con dificultad sosteniéndose del sillón.

—No puedo hacer esto sin Erin— admití.

Siendo honesta estaba entrando en pánico.

—Ella va a llegar.

—¿Y si no llega?— la miré con los ojos bien abiertos —¡No puedo casarme sin mi mejor amiga!

—Ella se casó sin ti...— la interrumpí.

—Cierra la boca, Meredith.

-¡No seas grosera! Haces enojar a mi bebé— respondió mientras fruncía los labios y acariciaba su vientre.

—Perdón, Meredith— miré el enorme vientre que ella cargaba -Y perdón Tyler.

—Así esta mejor.

La puerta se escuchó y entonces Meredith atendió.

—Mis perras— dijo Erin mientras extendía sus brazos. Grité y corrí disparada a ella.

—Cuidado conmigo, mujer. Tuve un bebé antier— rió.

—¡Estas aquí!— grité.

—No me lo iba a perder.

Erin entró entonces Meredith cerró la puerta.

—¿En dónde esta Jeremy?

—Con su papi— sonrió.

—¡Dios mío! ¿Cómo te sientes?

—Estoy bien. Pero no hablemos de mi, Tammy. Es tu día.

—Es mi día— sonreí.

—¿Nerviosa?

—Mucho.

—Todo saldrá bien— frotó mi hombro.

—Eso espero— Sonreí.

El tiempo pasó, los detalles finales estuvieron listos y cuando finalmente llegó la hora estaba sólo con mi papá. Pues mis amigas estaban en sus puestos.

—Tranquila, cariño— besó mi mejilla.

Narra Logan Ryder.

Estaba en el altar, siendo honestos muriendo de nervios. Las personas estaban en sus asientos, mis tíos me hacían señales de que corriera y yo solo reía al ver como sus esposas los miraban molestos.

Mi madre me hacía señas para que estuviera firme y mi padre solo levantaba ambos pulgares.

La música comenzó a sonar y sonreí mientras miraba al frente.

La multitud enterneció cuando la pequeña Cher caminó por el pasillo dejando caer varios pétalos al piso. Estaba adorable, al terminar se sentó en la primera banca, junto con la madre de Meredith.

Matthew y Meredith caminaron hacia mi. Matthew se colocó a mi lado mientras que Meredith estaba del contrario. Ella iría a lado de Tamara.

Cher corrió hacía Meredith y todos reímos cuando esto pasó. Meredith la tomó de la mano y entonces volví mi vista al frente.

Erin y Chris pasaron. No podía creer que Erin estuviera aquí, recién había tenido a su bebé. Me alegraba verla.

Todos se pararon. La novia, mi novia, mi futura esposa ya venía. Tomé varias respiraciones profundas y me preparé.

Por la puerta se vio a Tamara con su padre, pasaron varios segundos entonces comenzaron a caminar, cuando al fin logré verla de cerca apreté mis labios y los cubrí con mi mano izquierda.

No podía dejar de verla, la vi reír levemente y entonces me descubrí la boca.

Me acerqué a ellos, su padre me dio la mano de Tamara luego de saludarlo, ella limpió mis lágrimas y yo hice lo mismo entonces caminamos hasta el altar.

(Horas después)

—Dejame en paz— rió mientras corría por la suite.

—Ven acá, señora Ryder—- seguí corriendo detrás de ella y cuando finalmente la atrapé la abracé por la cintura. Ella rió a carcajadas y sonreí ampliamente.

La recosté sobre la cama, tomé una de sus piernas y me deshice de su media luego de soltar su liguero.

Sus ojos estaban fijos en mi mientras que yo miraba sus piernas concentrado en desvestirla.

—No quiero quitarme el vestido— dijo ella.

—Entonces yo lo hago—  ella negó con la cabeza —¿No?

—No— rió levemente mientras mordía uno de sus dedos.

—Señora Ryder, la necesito desnuda en este momento.

—Me temo que eso no se puede, señor Ryder.

Reí levemente y me subí sobre ella mientras tomaba sus manos a los costados de su cabeza.

Besé sus labios y ella siguió con el beso lentamente.

Se zafó de mi agarre entonces me tomó por el cuello de la camisa, abrió los ojos vió esta y sonrió.

—Es la que me dejó la de las piernas largas.

—Si— sonreí.

—Me gusta esta camisa— dijo mientras pasaba sus manos por mi pecho.

—En este momento la estoy odiando— respondí mientras desabotonaba la camisa.

Tamara quitó mis manos y sacó mi camisa ella misma.

—Date la vuelta.

—No quiero que me quites el vestido.

Me levanté en la cama y le ofrecí mis manos, ella las tomó entonces la levanté. Comenzó a saltar y yo solo reí.

—Tamara, no es hora de saltar en la cama.

Me acerqué a ella y logre abrazarla. Llevé mis manos hacia su espalda y bajé el cierre. Ella dió un grito y saltó al piso. Hice lo mismo pero entonces se tiró en la alfombra y se metió abajo de la cama.

—¿Es en serio?— reí fuertemente.

—Si.

—Ven acá, mujer.

—No, hombre.

—Prometo no quitarte el vestido— miré al techo.

—¿Cuál vestido?

La miré frente a mi, ella ya no estaba usando su vestido, al contrario tenía un lindo babydoll blanco.

Ella subió a la cama, se metió bajo la manta y apagó la lámpara.

Me deshice rápidamente de mi pantalón y entonces entré a su lado.

Que comience la luna de miel.

"Enamorada de mi jefe"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora