La puerta se abrió, Meredith entró y sus ojos se fueron a Matthew para luego seguir caminando hasta Logan y abrazarlo por detrás.
—Hola, amor— sonrió y besó su cuello.
—Cariño— sonrió y giró para quedar frente a frente —te ves hermosa— la hizo girar y ella rió.
—Gracias, tu igual.
—Ella es Erin— la señaló —Amiga de Tamara a quien ya conoces— me señaló.
—Hola— dijo Erin sonriente.
—Hola.
—¿Cómo estás, Meredith?
—Bien— sacó de su bolso su maquillaje y se empolvó la nariz. Logan rodó los ojos y luego nos miró.
“Lo siento” leí en sus labios entonces la tomó de la mano y se alejaron un poco. Ella era grosera en exceso.
—Wow— dijo Erin —Si es una perra.
—Lo sé— reí y vi como Matthew se acercó a nosotras.
—Por favor díganme que hablan de Meredith.
—No— dije yo.
—Si lo hacen— rió suave —El vestido que tiene es horrible.
—Era lindo pero es muy corto— dijo Erin.
—Y tiene un escote muy profundo.
—El escote no me molesta— rodee los ojos.
—Es demasiado revelador para la ocasión.
—Estoy de acuerdo— dijo él mientras nos daba una copa de champaña.
—Gracias— dijimos Erin y yo al mismo tiempo mientras todos mirábamos a Logan y a Meredith.
—No es la chica ideal para él— señaló a Logan —Es una maldita zorra— echo la cabeza hacía atrás para luego negar.
Erin y yo compartimos miradas, algo estaba mal aquí.
—En serio la odias, ¿no?— dijo Erin para luego verlo.
—Es solo que él no debería estar con ella.
—Mmm— dijo Erin para luego beber de su champaña y mirarme.
Definitivamente era extraño.
El tiempo pasó, la gente había llegado, dieron conferencias, hablaron del periodismo, lectura y ese tipo de cosas.
Varias horas después la gente comenzó a irse, eran las 10pm, Meredith se fue al igual que Erin y Matthew así que me quedé con Logan.
—Habrá una junta en Cleveland, se supone que Tiffany iría pero ahora tu tienes que ir conmigo.
—¿Hablas en serio?— reí.
—Si— asintió.
—¿Y cuándo es eso?
—En unas 2 semanas— sonrió.
—Será genial.
—De eso estoy seguro— dijo mientras nos movíamos lento pues estábamos bailando una canción lenta antes de que los músicos se fueran.
—Nunca he ido a Cleveland.
—¿No?
—No— reí.
—Yo sí, unas 5 veces y todas por juntas.
—Espero que podamos explorar ya que siempre he querido ir.
—Seguro que sí— sonrió.
—Bien.
—Lo siento, tenemos que limpiar el salón— dijo una mujer interrumpiéndonos.
—Descuide— sonrió amablemente Logan, tomó mi saco y me ayudó a ponérmelo.
—Gracias— sonreí.
—No es nada— me tomó de la mano nuevamente y salimos del edificio.
—¿Me dejas llevarte a casa?— ambos nos miramos.
—No quiero molestarte— me abracé a mí misma —Puedo tomar un taxi.
Rodeó mi cuello con su bufanda.
—Vamos— sonrió y tiró de mi mano hasta su carro.
