Capítulo 04.

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La misma rutina de siempre con pequeños cambios. Desperté con la misma canción de siempre pero ahora a las 6:30 am pues entraba a las 7:15 am, tomé una ducha, me arreglé para el trabajo, serví café en mi termo, bajé en el elevador, salí de mi edificio, tomé un taxi, esté me llevó a mi trabajo, entré al edificio y subí hasta mi piso.

Fue ahí en donde la rutina de siempre cambió un poco pues me senté en el lugar que era de Tiffany.

El teléfono sonó y entonces contesté:

—Hola, habla la secretaria de Logan Ryder, ¿En qué puedo servirle?

—¡Hola!— gritó entre risas. Era Erin. Mire a ambos lados y reí leve.

—¿Qué demonios haces?

—Quería llamarte a tu nueva línea.

—Estás demente— reí más.

—¿Sabes qué sólo cambia un digito?

—No, no lo sabía. Pero gracias por el dato— bebí un poco del café de mi termo.

—Erin Green, salvando tu trasero desde el 2010.

-—Estúpida— reí.

—Mil gracias, Tammy. Yo también te quiero.

Miré hacía la puerta de la oficina del señor Ryder y por unos segundos me perdí.

—¿Hola? Tierra llamando a Tamara.

—Perdón, ¿Qué decías?

—Pregunté si el señor Grey está ahí.

—No, aun no.

—Mierda, salúdalo de mi parte cuando lo veas.

—Seguro, Erin.

—Te dejó, adiós, Tammy.

—Adiós.

Colgué el teléfono y encendí la computadora, esta me metió a la sesión de Tiffany, el ver una foto de ella me hizo sentir mal así que hice una sesión para mí y a esta le puse contraseña.

Abrí Paint para hacer mis dibujos de a diario y de pronto note las barras de internet en la esquina.

—¡Maldita, zorra! ¿Cómo pudo ocultarme el internet todo este tiempo?

—Buenos días para usted también.

Miré al señor Ryder y me cubrí el rostro.

—Perdón— reí leve mientras negaba con la cabeza.

—Tranquila, yo también reaccionaría así si me hubiesen ocultado el internet en mi computadora— abrió la puerta de su oficina, lanzó su maletín y colgó su saco en un perchero.

—No creo que usted diga ese tipo de palabras.

—Lo hago— rió leve y se acercó a mí —Tengo la ligera sospecha de que usted es más amigable que la señorita Reynolds, ¿me equivoco?

Negué con la cabeza y sonrió.

—Entonces supongo que podremos trabajar mejor. No quiero decir que con la señorita Reynolds no lo haga, pero es más seria y formal. Me hace aburrido el trabajo, ¿Entiende?

—Eso creo.

"Enamorada de mi jefe"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora