Los monstruos no sienten remordimientos.
Los monstruos no sienten remordimientos.
Los monstruos no sienten remordimientos.Antoine recordó fugazmente la piel de seda de su princesa, la seda que asimismo le cubría sus nubes, y sus palabras tan dulces, delicadas:—A mí no me pareces un monstruo, Toine. Mi rey, eso me pareces.
Antoine cerró los ojos. Antoine cerró el puño con fuerza, enterrándose las uñas largas por falta de aseo en la piel de piedra. Antoine se sentó en la cama, para no caerse.
Las sombras lo aturdían. Los monstruos no sienten remordimientos, le decían. Antoine miró hacia atrás, donde Ava pacíficamente respiraba.
Y la imaginó dejando de respirar.
Pero yo sí tengo remordimientos. Y mi princesa no se mere la vida que está viviendo. Mi princesa merece el sol, la luz...
Mi princesa merece descansar para siempre.
Y Antoine, entonces, sacó su pistola.
Y respiró.
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Euthanasia
Short Story"La toqué sin manos, la amé sin corazón" Ava es una chica aristócrata que no se siente a gusto con su vida ostentosa. Desahoga este sentimiento siendo prostituta, a escondidas de sus padres, en un pequeño burdel que aún no gana suficiente fama. Cuan...