Licencias Creative Commons

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Este artículo me parece importante porque, después de hablar con varios compañeros, he detectado que el concepto que se tiene sobre la función de las licencias Creative Commons (en adelante CC) es, a veces no solo erróneo sino también diametralmente opuesto a la función que realizan.

Para resumir, se puede definir en un solo párrafo:

Las licencias CC son una forma voluntaria, discrecional y limitada de desproteger nuestras creaciones.

Y no está mal, si es lo que queremos hacer.

O está muy mal si las estamos usando pensando en que se hicieron para proteger nuestras obras. Funcionan exactamente al contrario, ya que se crearon con la idea de «flexibilidad» en lugar de la «rigidez» de los derechos de autor estándar.

Por hablar claro: no estoy en contra de las CC. Estoy en contra de quienes les atribuyen «poderes» o características que no tienen.

Como ven, esta vez he comenzado al revés de cómo suelo hacerlo por si alguien se aburría y no llegaba al final para que, por lo menos, se entienda el concepto en los primeros párrafos.

Ahora sí, vuelvo a la normalidad. Vamos por partes.

Como vimos en la entrada anterior nuestras obras son nuestras por el solo hecho de haberlas escrito, pero, aunque la ley no lo diga expresamente, mejor tomar recaudos y dejar pruebas registrándola (y yo recomiendo safecreative.org para realizar el registro).

Esto es lo que denominaríamos para nuestra obra «un parto normal» (perdonen el símil obstétrico).

¿Pero qué pasa si esto no me convence? Ya sabemos que hay diversas formas de encarar los partos. Pues esto es lo mismo.

Supongamos que yo publico mi obra y en el último párrafo escribo una coletilla de este tipo:

«Todo aquel que quiera escribir una secuela, pídame la autorización por email que se la daré con gusto» o

«Todo aquel que quiera escribir un fanfic utilizando mis personajes puede hacerlo, les ruego que me pidan la autorización expresa a mi email para que no tengan problemas con la ley. No se la negaré a nadie. Estoy encantado con que escriban fanfic sobre mi obra. ¡Gracias lectores/escritores! »

¿Podría hacer esto? ¡Por supuesto! Pero es algo incómodo hacerlo en cada una de nuestras obras. Y en el hipotético caso de que alguien nos solicite la autorización, deberíamos escribirla, llevar un registro de a quién autorizamos qué cosa, etc. 

El caso es que hay muchísima gente dispuesta a compartir lo que escribe sin restricciones, pero recuerden que la ley es estricta protegiendo al autor y lo que obliga al que escriba utilizando nuestros personajes, a tener una autorización expresa.

Ya sé. Diremos "si yo no voy a demandar a nadie. Que escriban lo que quieran, que me plagien, que me adapten, que hagan fanfics ¡me da igual!".

Pero qué pasa si nos morimos con los herederos de los derechos, nuestros malvados descendientes (les hijes, por ejemplo, que son todes malvades como en las películas) (Si no sugieren nuevos temas... me acaban de entrar ganas de escribir el próximo artículo sobre el lenguaje inclusivo) 

Supongamos que nuestros herederos deciden demandar al admirador de nuestra obra. Nada podremos hacer (recuerden que estamos muertos) y nuestros amados escritores/lectores quedaron a merced de la ley y la ambición desmedida de nuestros herederos.

Es por algo así (por las ganas de que nadie tenga problemas utilizando nuestras obras) que aparecieron unos bondadosos norteamericanos que fundaron "Creative Commons", una organización sin fines de lucro, con sede en California.

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