Capitulo 10

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Ower puede ser muy peculiar cuando se lo propone el calor es agradable y el sol brilla en pleno esplendor, el mar es maravilloso esta isla es un paraíso aún no he tenido la oportunidad de bañarme en el por fa la de traje de baño, aunque esa es mi meta.

Las palmeras, los diversos animales tropicales además de las personas es una fantasía asombrosa, llegamos aproximadamente tres horas estoy como una niña extasiada, curiosa y sobre todo feliz.

Sin olvidar la presencia de mi jefe que me acompaña a conocer parte del pueblo es mi guía turístico personal, escucharlo hablar de la cultura parte de la historia de esta isla además de los avances económicos gracias al turismo es bastante entretenido ver una faceta nueva de Ower pinta un panorama muy distinto al que tenía, puedo encontrar el lado bueno a todas sus personalidades y entender un poco mejor su persona.

Paramos en una tienda aprovecho para buscar un regalo a mamá y otra a David, en la vidriera hay una pulsera con algunos animales y plantas típica del país es hermosa ya que contiene colores llamativos y alegres como el de estas tierras, le pregunto a la dependienta si puedo verla de cerca y accede, me da un detallado informe de que está hecha la joya, la etiqueta del precio me hace tragar hondo.

Sonrió triste, aunque quiera comprarla no podré es hermosa, pero es un lujo que no puedo darme le devuelvo el objeto le doy las gracias por su amabilidad, encuentro dos trajes de baños bastantes cómodos que puedo utilizar también encuentro los obsequios para David y mamá, paso a caja pago con mi tarjeta personal en mi próximo sueldo repondrá este pequeño desliz.

Volvemos al hotel, el sol es agradable, pero estar tanto tiempo caminando causa cansancio y mucho calor en la noche vamos a cenar a un restaurante que según Ower es tranquilo y está un poco lejos del hotel, cada uno está en su habitación gracias al cielo que fue sensato de reservar una con habitaciones sería muy vergonzoso compartir una.

Necesito un baño y creo que es hora de que mi cabello rizado vuelva estoy un poco cansada del lacio.

El agua recorre cada parte de mi ser mi cabello vuelve a tener hondas luego de aplicar varios productos, regresan los rizos, pero no es igual tal vez necesitan tiempo y más tratamientos para hidratar el pelo o no se quizás David me ayude en esto.

Vestida con un short con una bonita camiseta holgada junto a unos zapatos planos complementan mi vestimenta, aun mi cabello está húmedo, pero esto no es molesto ya que es una tarde calurosa y la brisa del mar ayuda a que no sienta calor. Ower se encuentra en la sala con el computador en la mesa, me aclaro la garganta él levanta la vista de la pantalla.

—Voy a dar un paseo por la playa.

Arquea una ceja le echa un vistazo a mi vestimenta y repara en mis zapatos.

—Creo que una sandalia te vendría mejor.

Vuelve la vista a lo que sea que escribe en su ordenador, tal vez entre arena en ellos, pero no recuerdo haber traído las sandalias creo que la deje en su departamento.

—Vuelve en dos horas.

—Está bien, nos vemos al rato.

El mar es majestuoso más con los diferentes colores de azul el olor a yodo es tan reconfortante la tentación de tocar la arena caliente y caminar por la orilla que las olas toquen mis pies no lo dudo al quitar los zapatos y llevarlos en las manos esto me acuerda la tarde que fui con el abuelo Lu y mamá la playa fue tan maravilloso que el momento es nostálgico.

Lo extraño tanto y no tenerlo cerca es difícil extraño tanto al abuelo que no es de esperarse que mi vista se empañe y algunas lágrimas rueden por mis mejillas.

La PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora