Capítulo 16

130 15 7
                                    

Entre mis brazos poseo a Nicolás rendido, con su cachete presionando mi pecho.

Con dedos temblorosos acaricio su cabello.

Para que negarlo, estoy que muero de nervios, su mirada me penetra hasta lo más profundo de mi ser. Mi ritmo cardiaco no es normal, la sala se siente asfixiante.

Mantengo la mirada en cualquier lugar de la habitación.

—Estoy siendo paciente, te estoy dando tiempo a que me digas.

Su tono de voz denota que realmente le cuesta mantener la calma.

Lo miro por unos instantes, la tristeza y el enojo opacan sus pupilas.

—No tengo nada que decirte Ower.

Suelta una risa sínica.

—No seas estúpida, ni te la des en víctima. No supe nada de ti en tres años, en tres malditos años.

En esos momentos simplemente lo deje hablar.

"Te busqué, juro que lo hice. Siquiera tomaste un peso de la cuenta por estos años. ¿de qué vivías? ¿De que mantenías a mi hijo? Porque también es mío. No porque seas su madre te da derecho a ocultarme su existencia, fuiste y eres egoísta. Me robaste tres años de su existencia, y eso jamás te lo perdonare, me volví loco al saber de qué habías mudado a otro país. ¡Estabas embarazada por el amor de Dios! Nunca pensé que harías eso".

Dolió, realmente arde lo que acabo de escuchar.

—¿Terminaste?

El nudo en mi garganta, solo me permite decir esas palabras.

—Claro que no he terminado. Quiero decirte tantas cosas, pero para este tipo de situaciones, no existen palabras, que describan y expliquen a la perfección mi estado en este momento.

Estoy tan llena de impotencia, que exploto.

—Puedo ser lo que quieras, me importa poco lo que pienses de mí ahora, solo quiero saber ¿qué era lo que querías?

"Sabes todo lo que tuve que aguantar, personas desconocidas acampando fuera de mi casa, todo por querer una exclusiva con la ex esposa del magnate hotelero, mi salud mental estaba en juego, no podía dormir, no podía comer, si quiera podía respirar en paz. Sentí tanta decepción cuando me enteré que no estabas, ingenua al fin. ¿Sabes porque no tienes idea de la existencia de nuestro hijo? Te lo dejare de tarea, porque no vale la pena hablar con una persona tan poco pensante y la cual se hace la víctima, sal de mi propiedad. Si no lo haces llamare a la policía. ¡Largo de mi casa!".

Deje fluir todo lo que sentía, no me di cuenta que eleve la voz hasta que los gritos de Nicolás captaron mi atención.

Lo acurruco entre mis brazos pidiéndole disculpas por despertarlo.

Las lágrimas se amontonan en mis ojos, pero no permito que me vea llorar. Me levanto del sillón, camino hacia la habitación de mi hijo para calmar su angustia.

—Lo siento amor, mami no quiso asustarte, shhh, tranquilo amor.

Me toma como veinte minutos calmarlo y otros veinte en dormirlo.

Pensé que me complicaría la vida dormirlo, pero agradezco al cielo que pude lograrlo.

Este día, ha sido difícil, literalmente estoy drenada.

En sentido emocional estoy hecha un asco y físicamente estoy peor.

Me quedo unos momentos observándolo dormir tan pacíficamente, me siento responsable de que no tuviera una figura paterna sus primeros tres años, todo hubiese sido tan diferente.

La PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora