Capítulo nueve: Revelación

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—Has conocido a tu destinado y lo has rechazado, hermano. Lo has hecho llorar. —JongIn, en un trance, recitó las palabras en un tono monocorde, con su mirada fija en la figura de su único familiar de sangre con vida. Sus ojos carecían de brillo, opacos y ausentes—. ¿Por qué lo has hecho? Yo quiero conocerlo. Él y yo... seremos grandes amigos.

Los ojos de JunMyeon se abrieron en demasía ante la declaración de parte del travieso chiquillo al que cuidaba en la ausencia del líder.

Consecuentemente, miró en dirección al susodicho. Su alfa estaba igual o más impactado que él mismo. ¿Podría ser que no se hubiera dado cuenta del encuentro? No, no podría ser ese el hecho. BaekHyun tenía una mirada profunda que delataba su culpa, sus ojos clavados de lleno en el cuerpo desnudo de su hermano. JongIn para nada se amedrentaba con ello, por el contrario, insistió en el tema.

Los poderes del niño parecían estar intensificándose de forma sorprendente, silbó el delicado lobo, sopesando la situación desde una perspectiva bastante externa, como el segundo al mando. Se limitó a intuir.

—¿Cómo lo has sabido, Innie? —con una voz suave, el gran lobo alfa de baja estatura en su forma humana, se acercó al tembloroso muchacho.

JongIn de repente se mostró titubeante para responder. El trance había pasado ya y sus ojos volvían a ser del mismo tono café de siempre. Los cálidos ojos del moreno ya no miraban hacia su hermano, sino que vagaban en todas direcciones, rehuyéndolo. El cuestionamiento del hermano mayor hacía suponer la veracidad de lo que el niño decía.

Para la manada entera era bien sabido que Park YooRa no ocupaba el puesto de destinada del alfa líder, por eso los cortejos de terceros no habían parado hacia ninguno de los dos seres. BaekHyun siempre le comentó sus intenciones de acabar la relación si apareciera esa persona dispuesta por el destino.

Finalmente estaba ocurriendo, y, de ser así, ¿no debería su alfa sacar la cabeza fuera de su culo y haber traído consigo a su verdadera pareja para poder presentársela a su hermanito? Si no se estaba equivocando, y con lo mucho que JoonMyun conocía a su amigo, las probabilidades de que este se hubiera rehusado a su destino eran bastante altas; la incógnita del millón de dólares era el porqué. Qué había hecho a BaekHyun incumplir su palabra.

—Porque tu... —empezó a decir al fin el nervioso joven, asediado por las preguntas constantes de su único familiar vivo. Las feromonas de nerviosismo que exudaba confundían al beta, que tuvo que aferrarse al respaldo del sillón más próximo para no saltarle encima a su superior y arañarle el cuello con el fin de que soltara a su amado—. Tu aura ha cambiado.

Las palabras contundentes crearon un eco en las mentes de los mayores. Byun dejó libre el agarre que estuvo manteniendo con fuerza sobre los hombros de su pequeño hermano, quien no perdió para nada el tiempo y salió disparado, corriendo fuera de su vista. JoonMyun corrió detrás de él.

Todo se salió de control. Al pelirrojo no le importó saber el motivo por el que aquellos dos corrían, porque por primera vez tenía una prioridad que no era su hermano, el motivo por el que él mismo corría: la necesidad de arreglar el desastre que había creado.

Su hermano lo había confirmado. ChanYeol era su pareja destinada. ¿Qué rayos estaba haciendo? Necesitó tomarse unos minutos para recoger su ropa y volver a colocársela, sin la parsimonia que tenía momentos previos. No había cabida para la paciencia, no cuando le temblaban los dedos en cada ocasión en la que intentaba abrocharse los botones de la camisa.

Maldita camisa.

***

El nuevo hogar de ChanYeol, una pequeña cabaña rentada por su fiel protector, los recibió a ambos seres con calidez. No era tan amplia como el castillo de sus padres, ni tenía la mínima parte de su elegancia, pero estaba bien. No necesitaba tantos lujos para vivir cómodamente. KyungSoo cargaba algunas maletas que, a la vista del hada, le doblaban en tamaño al pobre hombre.

Intenso BaekHyun «BaekYeol»Where stories live. Discover now