Capítulo trece: Problemas

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El hada cogió su teléfono móvil después de que sonara por tercera vez consecutiva. No hacía falta mirar la pantalla para saber quién era y lo comprobó al oír la voz dulce del alfa saludándolo. Rodó los ojos, molesto por tener que contestarle, pero debía poner los puntos sobre las íes.

—Buenos días, ChanYeol.

—No quiero hablar contigo y lo sabes.

—¿Por qué no? —preguntó, la irritación de su voz era perceptible aún a través del teléfono—. Estoy tratando de arreglar las cosas. Ni siquiera aceptaste venir conmigo.

—No voy a dejar solo a mi mejor amigo, mucho menos después de que alejaras a su pareja de él.

—Es mi hermano, ChanYeol, estoy cuidándolo.

—No lo estás cuidando, lo estás dañando, igual que como me dañaste a mí cuando te negaste a aceptar que yo soy tu pareja —recordó enfadado—. Es incluso peor lo que haces con él, porque no lo estás dejando decidir sobre su vida.

—¡Es un niño!

—¡No lo es!

—Él todavía se comporta como uno.

—El que se comporta como un niño aquí eres tú. Y me niego a hablarte o a verte hasta que dejes de ser un obtuso y arregles el desastre que has hecho.

—¡ChanYeol!

—Adiós —y colgó.

BaekHyun miró atónito el teléfono, después de escuchar el icónico pitido que señalaba el fin de la llamada. ChanYeol estaba furioso, eso era claro. Lo confirmó después de hacerle unas cuantas llamadas más y no recibir respuesta.

Maldición.

Tamborileó los dedos sobre la superficie de su escritorio, pensando en lo que debía hacer para arreglar el caos en que se transformó su vida. Debía estar ganándose a ChanYeol, no alejándolo más de él. Golpeó la madera maciza de pura frustración. Estuvo evitando a su hermano desde que ambos llegaron de la nueva casa de su compañero, y de eso habían pasado ya dos días. El menor debía estar hecho una verdadera furia. Tratar con él ahora no sería nada fácil. Quizá ya era momento de escuchar lo que tenía por decir y quizá así podía encontrar un modo de mantener a su hermano y a su pareja felices sin que los dos quisieran apuñalarlo.

Llamó a su beta y le pidió ir por su hermano. JunMyeon fue solícito, asintió y se marchó para buscar al mediaraza. Pero el lobo de BaekHyun estaba demasiado inquieto, así que terminó por decidir ir él mismo. El dormitorio de su hermano estaba al otro lado de la casa principal; su hogar se encontraba dividido de aquella manera para darle privacidad a su hermano. El menor se escabullía fácilmente al ala que pertenecía a BaekHyun, por propia decisión, y pasaba allí algo de tiempo con él y con su beta, a veces incluso acompañándolos cuando tenían papeleo que hacer y cosas que hablar acerca de la manada. La asistencia de su hermano era bienvenida, principalmente porque sus poderes los ayudaban a tomar decisiones favorables en temas difíciles.

BaekHyun adoraba a su hermano y la idea de que se separara de su lado era aterradora. No estaba preparado para una pérdida así. ChanYeol pedía que fuera su espacio a JongIn, JongIn exigía lo mismo, pero ninguno de ellos pensaba en lo difícil que era para él aquello.

Haría un intento, aunque fuera a regañadientes.

***

JongIn creyó que al llegar a casa podría conversar con su hermano. No obstante, BaekHyun lo ignoró y se negó a hablar del tema cuando el omega insistió en ello, para su frustración. Era un jodido dolor en el culo, y ya tenía bastante con el ocasionado por haber tenido intimidad con sus compañeros.

Intenso BaekHyun «BaekYeol»Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum