Capítulo catorce: Ultimátum

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Era medianoche, una semana después de la terrible separación. Era medianoche y no podía conciliar el sueño, su alma lloraba a la luna por salir a reclamar a su destinado, al dulce hombrecillo que tenía su corazón en la palma de su mano.

JunMyeon salió de la habitación en la que se quedaba y se deslizó por el pasillo. El demonio esperaba a un lado de la puerta del dormitorio del príncipe hada, su rostro tenía una expresión de concentración, ajeno a la presencia del lobo beta. Había ojeras bajo sus ojos, su tez pálida y demacrada. La falta de su destinado causaba estragos en su ser.

Carraspeando, llamó la atención del otro, sin saber qué decirle para anunciar su llegada y, a la vez, le preocupaba estar interrumpiendo algunos pensamientos importantes. JunMyeon extrañaba a JongIn, demasiado, y era quizá por eso que su lobo le exigía acercarse hacia la única persona con la cual compartía un vínculo con el moreno, el único que entendía su sufrimiento.

Seguramente era por eso que el beta deseaba meterse en los brazos del hombre y sostenerlo o ser sostenido. Cualquiera de esas dos opciones lo atraía a sobremanera.

—ChanYeol se ha dormido ya —habló el de gruesos labios, mirándolo con intensidad—. ¿Quieres acompañarme?

La boca delgada del cambiaformas se entreabrió, inseguro y dudoso.

—¿A dónde?

KyungSoo sonrió de forma irónica, luciendo socarrón además. Ver aquella mueca atractiva, aunque intimidante, hizo que le recorriera un escalofrío.

—A tener sexo, compañero.

Perplejo, él por su parte, apenas pudo mencionar:

—¿Qué?

—¿Eso quisieras? —susurró la criatura demoníaca, llevando una mano a desordenar sus propios cabellos—. De algún modo, aunque te deseo, se siente incorrecto si no está JongIn.

—¿De qué estás hablando? —balbuceó, perdiendo momentáneamente la capacidad de hilar frases coherentes—. ¿Por qué tú y yo íbamos a...?

—¿Siempre eres tan lento? —gruñó, cruzándose de brazos. El lobo se sintió cohibido, como un cachorro regañado—. JunMyeon, nosotros también somos pareja. Nuestro emparejamiento nunca será tan fuerte como el que tenemos con JongIn, pero la atracción entre nosotros está ahí. ¿Creíste que solo íbamos a ser dos desconocidos amándolo a él? No es así como funciona, cariño. Eres mi segundo compañero y yo el tuyo. Quita esa cara ya.

—Maldición, ¿por qué no me dijiste eso antes?

El más bajo rodó los ojos, realizando un ademán con la diestra.

—Creí que era obvio.

—No lo era, KyungSoo.

—¿Ah, no? —Alzó una ceja—. ¿Entonces es por eso por lo que me rechazaste cuando intenté besarte antes? Tampoco me has reclamado. Mordiste a JongIn pero no a mí, y yo creí que solo debía darte tiempo para que sintieras algo por mí también.

El rostro del lobo se cubrió de un intenso rubor escarlata, decir que estaba sorprendido era un eufemismo. Tosió, llevándose la mano hasta los labios. Durante unos segundos se permitió perder la compostura. Poco después, consiguió recuperarse del impacto de tal revelación, pero su cuerpo todavía lo delataba.

—Me atraes —admitió, temblando de pies a cabeza, tal vez evidenciando la debilidad que nunca antes se atrevió a demostrar.

El lobo enderezó la espalda para evitar dar una imagen sumisa. Por supuesto que sentía algo por él, aunque no le había dado la mayor importancia pues estaba preocupado por el omega y él era su prioridad. En realidad, se atrevía a decir que el moreno era la prioridad de ambos en esos instantes.

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⏰ Last updated: Aug 19, 2020 ⏰

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Intenso BaekHyun «BaekYeol»Where stories live. Discover now