''Necesito tú ayuda''

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La observé caminar a unas mesas del fondo, apartada de todos, miraba hacia afuera mientras fruncía el ceño y sus ojos se ponían cada vez más llorosos.

Debía decidir sí acercarme a ella o simplemente esperar y hablarle una vez todos se hayan ido.

— ¡Brave!  —Gritó Chase. — por dios hombre. ¿Dónde andas, en la luna? —rió.

—Iré donde Liliana. —le dije mientras lo miraba.

— ¿Para qué? Brave sabes que sí te acercas a ella tú reputación se irá a la mierda. Nadie se acerca a ella, todos la tienen como la chica rara.

Fruncí el ceño y lo empuje lo suficientemente lejos de mí, de un momento a otro la rabia creció en mí. — ¿Crees que en estos momentos me importa mí reputación?!—le grité. — ¡Me importa una mierda, ni  siquiera sabes por lo que estoy pasando!

—Cálmate Brave... —susurró mirándome con temor.

La cafetería estaba en silencio, todos estaban atentos a la discusión, salí de allí rápidamente, me importaba una mierda toda, en cualquier momento colapsaría.

Subí las escaleras y me dirigí al segundo piso, al fondo había una baranda la cuál daba vista a todo lo que había más allá. Fui hacia allí y me apoye en la pared, estaba vacío el pasillo porque todos estaban en el receso.

Me dolía que nadie me entendiera, estar solo es lo  peor que le puede pasar a alguien, quería solo irme de esta ciudad y olvidar todo pero no lo haría, no lo puedo hacer, no aún. El dolor que comenzaba a sentir en el pecho me molestaba y sabía que era porque quería llorar, pero no podía, soy un chico fuerte, me enseñaron a no llorar y mantenerme siempre bien.

 Sentí una puerta cerrarse, me sobresalte y con cuidado me dirigí a la sala con la puerta cerrada, por la pequeña ventana de la puerta la vi a ella apoyada con sus brazos en la mesa y la cabeza entre ellas. Abrí con cuidado la puerta mientras la miraba, en ningún momento levanto su cabeza. Me dirigí a su puesto y me puse frente a  ella.

—Liliana. —la llamé.

Levantó su cabeza y por fin me miro, lágrimas bajaban por sus ojos y su labio temblaba. Me coloqué en cunclillas y tomé el cuaderno que tenía encima. 

—Necesito tu ayuda. 

Le pasé el cuaderno y el lápiz para que me escribiera una respuesta, se demoró pero al final lo hizo.

‘‘¿Tú? ¿Mi ayuda?''

—Sí. Sé que estuviste presente en el asesinato de mi familia, Lía. Necesito que testifiques ante la policía.

Volvió a escribir mientras se secaba las lágrimas de los ojos. ''Nosé de que hablas Brave, esa noche estaba en mi casa'' 

—Te he visto por la cámara de seguridad. No lo niegues, de verdad necesito que me ayudes.

De alguna manera podía ver la tristeza en sus ojos, sé que ha sido difícil para ella. No poder hablar es un gran problema, estar constantemente escribiendo para poder comunicarse con la gente debe ser algo, sin duda, cansador. Realmente necesitaba de su ayuda, los dos estábamos solos, absolutamente solos y teníamos que ayudarnos.

—Por favor Lía. Sé que estuviste presente aquél día. Es muy importante para mí que me digas quienes fueron.

''Lo lamento Brave, nosé de que hablas'' 

Me pasó el cuaderno para que leyera y seguido de eso se fue de la sala, dejándome solo. Con un sentimiento de pánico, culpa y tristeza a la vez, ella era la única que podía ayudarme a hacer justicia por todo lo que ha pasado,  La única.

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Ya era de noche, Brave caminaba hacía su casa con las manos en los bolsillos, a paso tranquilo. Brave no paraba de pensar en Lía, debía encontrar una forma para que ella lo ayudara, pero no podía pensar correctamente, pensaba en darle algo de dinero ya que tenía bastante pero también eso le parecía una idea absurda porque sería como estar ''comprando'' su testimonio, de alguna manera.

Mientras Brave pasaba por afuera de una calle vacía pudo escuchar gritos y quejidos, rápidamente paro el paso y miró hacia todos lados, a simple vista la calle se podía ver vacía pero al mirar hacia el fondo, un callejón, podía ver dos siluetas moverse, no sabía si acercarse pero al escuchar un grito de chica  supo rápidamente que quizás la chica estaba en peligro.

Se acercó a paso cauteloso pero a la vez rápido hacia las sombras, lo primero que vio al llegar fue a una chica totalmente desnuda tirada en el suelo, mientras se veía la espalda de un hombre desnuda también, el hombre la agarraba de los brazos y la chica lloraba y pedía ayuda.

— ¡Cierra la maldita boca puta de mierda! —Gritó el hombre y Brave quedó paralizado.

Esa voz el la conocía, la voz era de su amigo, de Matt. Brave reunió todo el valor y se acercó más a Matt tirándolo del cabello y jalándolo hacía atrás, Le piso el píe para que Matt no pudiera moverse y luego miró a la chica diciéndole con la mirada que se levantará y se fuera rápidamente. La chica obedeció mientras Brave comenzaba a  golpear a su amigo.

— ¿¡Que es lo que has hecho Matt!?¿¡En que mierda te has convertido!? —le gritó con la ira irradiando de su cuerpo.

—B-Brave...

Matt no podía hablar correctamente, Brave estaba descargando toda la rabia que tenía en él. Era increíble lo que su amigo estaba haciendo. ¿Violar a una chica? ¿En que se ha convertido el mundo? pensó Brave. El oji-azul vio a la chica pararse pero al instante cayó al suelo, quedando inconsciente. Brave le dio un último puñetazo a Matt quién ya estaba inconsciente también y se acercó a la chica, tomándola en brazos y corriendo con ella hacía su casa que no quedaba tan lejos. Sabía que dejar a Matt ahí en la calle inconsciente era una mala idea pero nadie lo mandó a violar a una chica así que él se lo buscó.

Cuando llego a su casa abrió la puerta con rapidez y la dejó en el sofá, al menos la chica se había alcanzado a vestir.

—Oye chica. —Le susurró cuándo estuvo frente a ella.

La chica no respondía y Brave estaba comenzando a desesperarse. Tenía miedo que le sucediera algo a ella. Vio que tiritaba, le tocó la frente y comprobó que tenía fiebre. La tomó de nuevo y salió con ella hacía su auto. La metió en los asientos traseros y se metió dentro para comenzar a conducir al hospital.

Matt era un bastardo, un mal nacido, un hijo de puta. ¿Cómo podía hacerle eso a una mujer? Brave aún no lograba asimilar que su... amigo haya echo eso. La chica estaba casi muriéndose.

Llego al hospital y la sacó en brazos y lo primero que hizo fue pedir ayuda. Los doctores llegaron y se la llevaron a una sala.

— ¿Cuál es el nombre de la chica? —le preguntó la enfermera. —Tiene que darme sus datos. ¿Usted es su hermano?

—No... Yo... —No sabía que decir. No conocía ni siquiera el nombre de la chica. —No la conozco, la he encontrado en un callejón. —dijo nervioso.

—Daremos aviso a la policía para que hagan una búsqueda a sus padres. ¿Está bien? Gracias por traer a la pequeña. —Le dijo la enfermera a Brave mientras entraba a la sala dónde estaba la chica.

Brave decidió ir a su casa. Ya no tenía nada más que hacer allí, había traído a la chica y esperaba que estuviera bien.

Todo lo que estaba sucediendo la provocaba un dolor de cabeza horrible. Liliana no quería ayudarle, Chase un... bastardo al cual le importaba solo la popularidad y no tenía ningún interés en saber el estado de su amigo ni saber si lo necesitaba, y Matt es un violador, Que vida que es la que tengo, pensó Brave. Lo único que el chico quería era descansar y olvidarse de todo por un rato.


¡hola! por fin he subido capítulo, lo habia estado editando para que sea mejor. Sí quieren que la siga voten o comenten, realmente me gustaría saber... y como eh dicho anteriormente esto es solo el prinicpio por lo que no pasa mucho así que sean pacientes y no dején de leer :D gracias, y besos!

She Does Not Speak ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora