''Ella es la chica.''

2.9K 193 14
                                    

Encendí mi moto y comencé a conducir al instituto. Las últimas semanas han sido horribles para mí, tener que estar de un lado a otro, buscando testigos es un trabajo muy difícil, además hasta ahora no he encontrado ninguna pista. No puedo dormir bien, estoy constantemente pensando en ese día, en ese maldito día.

Mis abuelos viven en China, son norteamericanos ,pero,viven allá hace mucho tiempo. Me llamaron diciéndome que me fuera donde ellos, me negué, tenía que hacer justicia por la muerte de mi familia. No me iba a quedar de brazos cruzados.

Mi hermana Kate tenía tan solo dos años menos que yo, quince. Tenía mucho por vivir aún. Mis padres tenían cincuenta años, pero no aparentaban esa edad se veían tan jóvenes y alegres.

Mi cumpleaños será en dos semanas más. La pasaré absolutamente solo y eso me causa mucha angustia.  El día en que me enteré del accidente de mi familia, no lloré. Me quedé en estado de shock. No derramé ninguna lágrima, soy como una piedra. Por dentro y por fuera.

Llegué al instituto, estacione la moto y luego me baje. En una esquina estaba Chase y Matt, Al verme levantaron la mano y me saludaron.

—Hey Brave. Tenemos algo que contarte. —Dijo Chase entusiasmado, con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Qué cosa? —pregunté mientras comenzábamos a caminar adentro.

— ¡Estoy saliendo con Allison! —gritó Matt.

Oh que bien. Que se noté el sarcasmo. Se que no les importo realmente, que lo que a mí me suceda a ellos no les interesa en lo más minimo. Que yo este sufriendo tampoco, solo han pasado tres semanas de haber perdido a mí familia y ellos están preocupados de ligar con chicas. Sé que no debería enojarme ni nada ya que no es asunto de ellos pero ni siquiera me han apoyado.

—Que bien. —le dije cortante. —Iré al baño.

Me miraron confundidos, y me dirigí al baño, rápidamente entré y me moje la cara, mí móvil comenzó a sonar así que lo saqué rápidamente de mi bolsillo.

—Brave, tienes que venir ahora a la estación de policía. Quizás hay algo que pueda servir.

Cuándo dijo eso corte rápidamente la llamada y salí corriendo del baño, corrí al estacionamiento y me subí, luego acelere y me fui.

Estoy yendo lo más rápido que puedo.  Estoy ansioso porqué si lo que me muestra el policía me sirve podría hacer justicia. Llegué y estacione la moto,  el policía estaba en la puerta y al verme llegar se acercó a mí.

—Tienes que verlo con tus propios ojos Brave,ven.

Caminé con el adentro, nos fuimos al segundo piso y entramos a una oficina llena de computadores.

El policía encendió un computador, apretó algo y seguido de eso aparecieron cuadros con distintos ángulos de una calle. La calle del accidente.

—Hay un testigo. Lo hemos encontrado esta mañana cuándo revisábamos otras cámaras.

Me acerqué a la pantalla y él le puso zoom. Me dolía ver esto. Se veía algo pixeleada la imagen pero podía reconocer a esas tres personas caminando en la noche mientras se dirigían quizás a casa. Vi como cuatro hombres los rodeaban, cerré los ojos no queriendo ver más.

—Brave, mira esto. 

Abrí los ojos y miré la pantalla. Una chica estaba parada en una esquina, tratando de esconderse. Pero observaba la escena de frente, ella tenía a los asesinos en frente. Luego comenzó a correr y no se vio más, en la pantalla salía error.

—Ella  es un testigo. —dijo El policía.

—Ni siquiera se ve bien su cara, se ve todo pixeleado. —suspiré. —Nunca podré saber quién es.

—Sí podrás Brave, tienes que tener esperanza. Este es un pueblo pequeño, la encontraremos.  —El policía puso su mano en mí hombro y le dio pequeñas palmaditas en ella. —Ve a clase pequeño, cuándo tengamos algo que nos sirva para identificar a la chica te llamaré.

—Quiero quedarme aquí, ¿puedo revisar yo mismo las cámaras de seguridad? —le pregunté.

Se lo pensó un momento, pero luego asintió. —Quédate el tiempo que quieras. 

Asentí y me senté en la silla, frente a  mí estaban todos los computadores con las distintas cámaras puestas, de distintos ángulos para poder ver mejor.

El día del asesinato llovía por lo tanto algunas cámaras de seguridad estaban algo dañadas por el agua, pero al menos se podía ver un poco. Hice clic a la segunda cámara de seguridad, se podía ver a mi familia de espaldas caminando nada más. Pulsé la cuarta, analizando bien cada una las cosas que se movían o que pasaban por allí, Nada. Suspiré, al menos habían unas diez cámaras de seguridad a lo largo de la calle, quizás podría haber alguien que pasaba por allí y se podía ver más claramente. 

Hice clic en otra, en esta podía apreciar a la misma chica, solo que de espaldas, vi como retrocedía rápidamente y luego se daba la vuelta corriendo. Pude ver su cara, a pesar de que se veía pixeleado, pause el video justo donde se podía ver su rostro, le hice zoom y trate de mirar mejor. Su cabello llegaba hasta la cintura, tenía la piel pálida y era algo pequeña. No había nadie con ese aspecto que yo conociera.

Como no encontré nada más, Salí de la estación de policía dirigiéndome al instituto, para cuándo llegue ya todos estaban afuera en el receso. Vi a Chase comiendo una manzana en unas bancas del instituto y decidí acercarme a él.

—Hey Chase. —me senté a su lado.

—Brave. ¿Sabes lo que sucedió hoy en la mañana en clases? —Dijo rápidamente mirándome. Negué con la cabeza. —El profesor ha humillado a Liliana Stanford. ¿Sabes quién es ella?

—No. —respondí confundido. — ¿Quién es?

—Es la chica muda, la que no habla.

Hice memoria y trate de recordar, me acordé de hace unos años atrás cuando estaba viendo las noticias y salió el caso de ella. Tuvo un accidente y quedó huérfana, nadie le habla, a pesar de que muy pocas veces la eh visto, Las chicas hablan mucho de ella diciendo que es idiota y todo aquello, además no recuerdo mucho su rostro.

— ¿Vamos a la cafetería? Muero de hambre. —le pregunte a Chase mientras me ponía de pie.

—Yo también, vamos.

Entramos a la cafetería y fuimos por comida, en la fila Chase me siguió contando lo que pasó con Liliana, el profesor de sociedad, uno que todos odian, la hizo pasar adelante y que hablara sabiendo perfectamente que ella no puede, el profesor le dijo que solo mentía y que hablara de una vez, ella se colocó a llorar y salió del aula. La verdad era que el profesor Whist siempre había sido así, le gustaba humillar a la gente, por supuesto a mí nunca me ha humillado ya que nunca me eh dejado y nunca lo haré.

— ¿Y ahora está bien? —pregunté preocupado, ya que si hubiera estado ahí hubiera parado toda la situación ya que no me gustaba que gente inocente sufriera.

—No, losé supongo. —se encogió de hombros. — Mira ahí viene. —apunto a la chica que ahora venía entrando por la puerta de la cafetería, parecía como sí en cualquier momento se fuera a desmayar y caer.

Tenía sus ojos rojos e hinchados, mirándola bien se me hizo familiar, traté de recordar y se me vino a la mente la chica del video. La chica que corrió escondiéndose de los asesinos, la chica que estuvo presente en el asesinato de mi familia, su cuerpo y su cabello me sirvió para saber que era ella, Liliana. 

¿Cómo no me pude dar cuenta antes?





hola chicas, ¿me dejan un voto aunque sea? se que esta fome y quizás corto, pero esto es solo el principio, luego se volverá mas interesante, gracias de todas formas, espero que le den una oportunidad a esta novela:-)

She Does Not Speak ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora