Capítulo 15: Comienzo y final

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Su pulso se alteraba cada vez que levantaba la mano, su corazón palpitaba de forma lenta para luego saltar de su lugar cuando oía un ruido proveniente del otro lado, bañado en sudor meditaba tratando de arreglar el desorden que reinaba en su mente. Sabía que tenía que hablar,  quería hablar y aclarar todo lo que estaba mal. Pero el miedo se lo impedía, aquel sentimiento que provoca que su respiración se corte, sus piernas flaqueen a la par que un escalofrío sube por su columna vertebral dejándolo inmóvil.

Inspiró profundamente y trató de tranquilizar su sistema antes de tomar valor suficiente y girar el picaporte de la puerta para finalmente ingresar con rapidez a la habitación, cerrando la puerta tras de sí y apoyarse en esta.

Sus pulmones se inflaban y desinflaban con una rapidez asombrosa. La adrenalina corría por sus venas al darse cuenta de que ya no había marcha atrás.

Tan pronto oyó la puerta abrirse el muchacho que se encontraba en la cama levantó la vista para encontrarse con un Louis de apariencia decidida y firme... Apariencia que desapareció tan pronto éste vio al chico más hermoso que alguna vez haya podido observar.

Nervioso y ansioso sonrió levemente antes de hablar.—Hola, Harry.

—Hola, ¿cómo estás?—contestó normalmente el ojiverde, dejando de lado un libro de apariencia desdeñada para centrarse en Louis.

Desde aquella noche donde ambos perdieron un poco de cordura y dejaron que el deseo los poseyera las cosas fueron algo... ¿Raras? No, esa no es la palabra. Más bien Louis se pudo 'raro'... Otra vez. Tomó distancia y por varios días dejó de ir al cuarto del chico y trataba de que las conversaciones no se desviarán a lo ocurrido esa noche. Tenía vergüenza.

Oh, Dios.

Estaba tan apenado por su reacción, se sentía estúpido y avergonzado que ni siquiera podía mirar a Harry a los ojos por más de cinco segundos sin sentir como sus mejillas enrojecían. Sin embargo agradecía al mundo porque él fuera tan paciente y amable respecto a ese asunto. Cualquiera lo hubiera mandado a la mierda y alejado por ser una persona tan jodidamente complicada y rota.

Pero Harry no era así, él esperaba, consolaba y trataba de entender a su manera sin hacer preguntas que incomodarán al chico. No lo juzgaba con la mirada o evitaba para deshacerse del desastre de persona que es. Y esos pequeños detalles hacían que su pequeño y frágil corazón reventara de amor y regocijo. Y debía compensar aquello, tenía que retribuir de alguna forma la paciencia que Harry tenía con él... Y así llegó a la conclusión de que decirle toda la verdad sería la forma correcta de demostrarle que depositaba al cien por ciento su confianza en él.

También porque ya estaba harto de huir.

Ya no iba a huir, no quería huir de Harry. Ya no más, no dejará que lo derriben nuevamente. Tiene que enfrentar su pasado cueste lo que cueste y su primer paso sería confesárselo a Harry, dejando que la persona que más quiere vea sus heridas y lo acepte como es... O lo rechace por completo dejándolo a la deriva y con una nueva herida profunda. Sin embargo no puede vivir huyendo y hará esto por su propio bien. Si quiere que lo que sea que quería con Harry funcione debe ser sincero.

Y está tan jodidamente aterrado.

—Bien... Harry.—lo llama y conecta sus delicados ojos color cielo con los hermosos fanales verdes del otro chico, armándose de valor para no correr la mirada. El aludido hace un gesto para que continué.—Quiero hablar contigo.

El rizado frunce un poco el ceño ante eso, ladeando un poco la cabeza. Mierda, mierda, mierda y más mierda. Siente como su alma cae al suelo al escuchar esas palabras, ¿acaso Louis quiere dejar de ser su amigo? ¿será por lo de la otra vez? Oh, joder. Sin saber por qué sus manos comienzan a sudar y temblar ligeramente pero trata de disimularlo lo mejor que puede.—¿De qué? ¿estás bien?—cuestiona con un tinte de preocupación y miedo.

The element is in your eyes ~Larry~Where stories live. Discover now