Capítulo 4: Fuego

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No, definitivamente Liam no aceptaba bajo ningún término su don. Y está de más decir que intentó bloquear todo contacto con el fuego o que tenga que ver con algo fuera de lo normal.

No, simplemente no quería ese don, ¿por qué a él? Sólo quería ser un chico normal, con una vida normal, amigos normales pero no, nada de eso podía seguir su rumbo porque tenía un jodido problema que no lo dejaba ser normal.

Podía manipular el fuego a su antojo.

Tenía un don, que místicamente le da la habilidad de controlar las llamas a su antojo. Y no, no lo quería, ¿qué clase de poder era ese? ¿en qué lo beneficiaba? El fuego era destrucción, representaba para él el caos, la muerte y todo lo que conlleva a lo malo. Y, por Dios, ¡no lo jodidamente quería! Pero tampoco podía librarse de él.

¿Qué haría?

Está entre el principio y final de un dilema que no sabe cómo resolver para que su vida vuelva a la normalidad. Y aún no encuentra la manera de resolver el problema.

El susto que se llevó al darse cuenta de su poder fue tal que tardó una semana en poder salir del shock y asimilar, recién, lo sucedido.

No, no, no, no y jodidamente no.

Tardó años en convencerse de que Zayn sólo le había hecho una broma, para luego desaparecer de su vida por completo sin dejar rastro como para que de un minuto a otro la barrera que creo se desmoronará como si nada.

El moreno siempre le hablaba sobre esos malditos poderes que a Liam no le interesaban para nada.

La vez que Zayn le dijo sobre que él podía controlar, vagamente, las sombras dejó a Liam sorprendido y... No hay palabras para describir la reacción de Liam. Creyó que Zayn estaba loco, o aun no quería madurar por eso inventaba que podía hacer tal cosa.

Pero claro, ahora resulta que él portaba el elemento fuego, todo lo que hizo los últimos cinco años fue tratar de olvidar a Zayn y a su maldito don y todo lo relacionado con su amigo, porque el pelinegro desapareció como si nada, de un día para otro sin despedirse ni nada. A lo que Liam se construyó una realidad alterna en su mente donde Zayn no desapareció, sino que se mudo y no le quiso decir nada para que él no sufriera su partida. Eso tenía lógica en la pobre mente de Liam.

No quiso aceptar la realidad y se pinto otra en su mente.

Pasado sólo dos años desde que Zayn se fue, él desgraciadamente, descubrió lo que podía hacer. Estaba totalmente ido en su mundo, era su cumpleaños número dieciséis y nadie a quien invito parecía que asistiría.

Los bocadillos y bebidas permanecían en sus lugares, apetitosos y en la espera de que alguien vaya por ellos a probarlos... Pero nadie iría por ellos porque nadie asistió.

Había pasado una hora y media desde la hora que él estableció en la invitación, que indicaba el comienzo de la fiesta.

El dolor y la tristeza que sentía en su pecho parecía un agujero negro que cada vez se hacia más grande, absorbiendo la tristeza del joven castaño, el nudo que se formó en su garganta provocó que se le dificultara el hablar cuando fue a buscar el pastel y prender las velas para cantar el feliz cumpleaños... Solo.

Nadie asistió, nadie quiso ir a su fiesta. Sus supuestos amigos no fueron. El sentimiento de abandono y soledad le golpearon duramente en la cara.

Comenzó a cantar con los ojos cristalizados y el nudo de la garganta quebrando su voz, ahogando un sollozo cuando sopló  las velas con lágrimas saladas y amargas mojando sus lindas mejillas.

The element is in your eyes ~Larry~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora