Capítulo 24: Encuentro Parte 2

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Los ojos de Serena no tenían brillo alguno y sin embargo se movía y avanzaba hacía aquel ser, el brillo que emitía ponía nervioso a Ho'k quien se movía hacía atrás cuidadosamente hasta que ella comenzó a hablar:-el día de hoy serás juzgado-, no obstante, parecía no ser ella quien hablaba pues era como si una tercera persona estuviese hablando en su lugar, entonces Ho'k sintió más pánico.

-Barnard, No puede ser, estabas muerto-.

Ella río:-no exactamente, mi voluntad permanecía en mi hermana, yo la puse a dormir antes de que ella también muriera, frustré tu plan para encontrarnos y, hoy a través de esta chica te juzgaré-, su voz era la misma pero no era ella.

Las demás tragaron saliva y Taiki no sabía como reaccionar ante aquello, así que lo más sensato que pudo hacer es correr hacía su hermana quien estaba más cerca de ella, Yaten.

Ho'k de inmediato sintió que no se podía mover, era como si algo lo detuviese, ella se acercaba más y más y al hacerlo levantó el cetro y lo apunto a éste, sonrió divertida de ver aquel monstruo en ese estado y se dispuso a atacar cuando sintió la voluntad de la chica tomar su cuerpo, él no estaba ahí para tomar su vida, no después de lo que había hecho por su hermana, sin embargo quería justicia, pero aquello provocó que Ho'k se soltase y preparara su ataque final.....

Así que una luz envolvió el sitio dejando todo en silencio...

Barnard desapareció, no sin antes entregar lo poco que quedaba de él a su hermana para que viviese por ambos.

Aquel lugar se desmoronaba poco a poco y Seiya aún sin poder moverse bien fue directo hacía su bombón quien lucía sin vida, tomó su pulso y la movió esperando respuesta, sin embargo, no había nada, haciéndo que lanzará un grito agónico mientras lo poco que quedaba de aquel ser trataba de tomar forma y ella con mucha ira atacaba sus restos haciéndolo desaparecer finalmente y por completo.

Sobre ellas el techo se caía a pedazos pero Seiya no podía escuchar nada ni sentirlo, en su mente solo estaba ella quien estaba en sus manos, aparentemente, muerta.

Darién como pudo se levantó, tenían que irse, tenía que salvar a la hija de Serena aunque ella ya no estuviese ahí pues ya no sentía su resplandor, sabiendo que ya no se podía hacer nada por ella.

Taiki levantó a Yaten y la ayudo a caminar a la vez que se acercaba a aquel hombre que no conocía pero que intuía estaba de su lado mientras trataba de llamar la atención de Seiya.

Sailor Star Fighter pegó a la princesa de la Luna a su pecho y llorando le decía:-bombón perdóname por abandonarte, vuelve a mí, vuelve-, sus lágrimas caían sin cesar a la vez que ella no podía aceptar que la estuviese perdiendo mientras el llanto de su hija hacía eco en el lugar, entonces se acercó a su rostro y la besó.

Fue un beso dulce y colmado de amor, Darién volteo el rostro en señal de que ella no volvería más y Taiki se lamentó por aquello sin embargo algo la puso alerta, pues Seiya al compartir un vínculo con Serena debiera estar sufriendo más intensamente.

Y, cuando menos lo esperaban el cristal de plata volvió a brillar, a la vez que ella inhalaba una gran cantidad de aire y escupía sangre, su rostro estaba desorbitado y no recordaba los últimos minutos, observó rápidamente la habitación y se dió cuenta del peligro que corrían, pero ya no le quedaban fuerzas para hacer nada, no tenía idea de que había pasado hasta que lo recordó, había usado todo el poder del cristal de plata para vencer a aquel ser demoníaco haciéndola caer en oscuridad e incluso sintió que murió por unos minutos pero un chico que no conocía apareció en su mente, se parecía a Andrómeda, entonces él le extendió su mano y ella despertó sin saber que ocurría.

Trató de levantarse pero su cuerpo dolía horrores, no obstante el llanto de su bebé fue más fuerte que su dolor y se levantó para ir con ella, mientras Seiya trataba de hacerla parar hasta que se dió cuenta de a donde se dirigía.

Taiki entonces habló:-¡debemos irnos!-.

Darién dijo lo obvio:-no hay manera de hacerlo, ¿cómo escaparemos?-.

Entonces un gran pedazo del techo cayó directo a aplastarlos y sin poder hacer nada esperaron aquel impacto, pero, solo una luz apareció y después nada se oyó.

Ahora estaban en Tokio aparentemente donde las muchachas habían peleado.

Taiki cayó desplomada de rodillas al suelo al igual que Yaten, mientras ambas reían nerviosamente y Seiya iba hacía su bombón quien había logrado llegar a Darién tomando a su pequeña bebé.

Seiya temió preguntar sobre la pequeña a la vez que Serena abrazaba a Chibi Chibi y lloraba, mientras Darién se apartaba, pues, aquello no le concernía.

-Seiya, espero no me odies por esto, ella, ella es Chibi Chibi y es nuestra hija- soltó aquella rubia temiendo la reacción de su amado.

Nuevamente Encuentrame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora