Capítulo 6: Tormento Parte 3

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La joven rubia abría lentamente sus ojos, se sentía algo mareada y desconcertada, el médico de la escuela estaba frente a ella y la examinaba algo angustiado pues no encontraba nada que le dijese porque había sido aquel desmayo, así que infirio que era por falta de alimento y mando a la enfermera por algo de comer.

Serena no sabía que pasaba, se encontraba muy desconcertada y por su mente solo deambulaba el recuerdo de aquel chico que todas las noches rondaba sus sueños.

El médico le dió la comida que la enfermera trajo y después le dijo que debía hacerse algunos exámenes de sangre para estar seguros, a lo que la joven no prestaba mucha atención pues inexplicablemente sentía en sus oídos un eco terrible que la estaba poniendo tensa, haciendo que de la nada sus oídos sangraran, cosa que inmediatamente alertó al médico, mientras ella volvía a caer en un largo sueño.
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Al volver a despertar, ahora la joven se encontraba en el hospital rodeada de su familia quienes aguardaban su despertar, ella preguntó cuánto tiempo había estado ahí y Sammy le contestó que varias horas, ella volteo a ver a sus progenitores y luego fijo la vista en la nada, su mirada lucía apagada y opaca a la vez que aquella alegre chica lucía sin vida, alertando a los presentes y mandando a llamar al médico de inmediato.

Al terminar la revisión, el médico lucía algo angustiado, pero no pudo decirle nada a la familia, tenía que esperar aún a las pruebas de los exámenes previamente realizados para dar un diagnóstico concluyente.

Serena movía su cabeza de un lado a otro pero era como si estuviese en una especie de trance pues solo se limitaba a hacer aquello y a preguntar: -¿Cuánto ha pasado?-, era como si ella no estuviese consciente de estar despierta, mientras su familia estaba muy afligida al igual que sus amigas a quienes no habían dejado pasar más allá de la sala de espera.

Ese día, ella se quedó en el hospital hasta el día siguiente, mientras que en algún lugar de la galaxia una joven se encontraba muy afligida, se sentía muy mal y sentía unos deseos muy grandes de ir a la Tierra, no podía evitar que las lágrimas saliesen de sus ojos a la vez que evitaba gritar, pues en su pecho sentía un dolor muy marcado que la hacía temblar, sabía que algo andaba mal y no sabía que era, lo cual la ponía más y más histérica.

Al pasar Yaten por donde aquella joven pelinegra se encontraba, la divisó sentada en el piso tomando su pecho con fuerza, alarmandola y yendo lo más deprisa posible en su auxilio, mientras trataba de que ella le dijese que le ocurría y al no escuchar respuesta alguna, llamó a Taiki o a quien fuese que estuviese cerca para ayudarla, llamando la atención de más de una persona que fue a su encuentro.

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Era de madrugada y los primeros rayos de sol se asomaban despertando a Serena quien de inmediato no supo donde estaba hasta que recordó parte de lo acontecido el día anterior e instintivamente llevó su mano al vientre observando toda la habitación con detalle, tomó aire y se abrazo a sí misma, ya no se sentía cansada ni sentía ningún malestar, pero se sentía muy inquieta, trató de levantarse pero su cuerpo no reaccionó así que solo espero hasta que llegó  el médico, quien hablo con ella muy seriamente.

Serena escuchaba con atención lo que aquel hombre de avanzada edad le decía mientras despejaba todas sus dudas, pues, tal parecía que aquellos análisis que se había hecho acompañada de Moly no le servirían de nada ya, pues el doctor le daba la noticia de que efectivamente ella estaba en cinta, sin embargo, éste no sabía exactamente la causa de su malestar y el cómo ahora parecía que estuviese completamente bien, ya que en su experiencia, aquello no eran simples síntomas de un embarazo, además le hablo de su deber como médico y el secreto médico-paciente pero que al ser menor de edad, él tenía la obligación de hablar con sus padres, a lo cual ella rogó por decírselo ella misma  y, aunque el médico se quiso negar, al ver esos ojos tan expresivos le concedió aquel honor, temiendo por la reacción de sus padres, a la vez que aquel hombre se alejaba dejándola sola en su encrucijada.

Nuevamente Encuentrame Where stories live. Discover now