Nuevamente Encuentrame

Capítulo 16: Ataque

En el parque número diez cierta pareja caminaba hablando de cosas que acontecían en su vida justo cuando frente a ellos vieron una escena de terror, pues frente a sus ojos un hombre con rasgos muy femeninos clavaba una especie de colmillos en el cuello de un hombre con traje empresarial a plena luz del día.

Los jóvenes no podían hacer nada ante aquella escena tan atroz, el hombre poco a poco perdía su energía, entonces Kenji tomó el brazo de su acompañante para hacer que corriera a su lado, pero fue tarde, aquel ser los había visto yendo directo a ambos jóvenes. Todo transcurría en cámara lenta para Lita viendo cómo aquella persona que identificaba muy bien como "Zoisite" iba directo a su mejor amigo, así que sin pensarlo ni un segundo, lo apartó del camino con un golpe dando pie a que aquel ser fuese directo a ella tirándola al suelo ante la mirada expectante de su acompañante.

Lita forcejeaba con su atacante a la vez que notaba que sus ojos no tenían rastros de vida, era como si solo fuese un cascarón vacío, tomó aire y en un descuido sacó su varita de transformación y, aunque debía ocultar su identidad, era muy peligroso que siguiera como una civil por lo que sin demora llamó a su transformación, no obstante, nada sucedió desconcertándola, a la vez que luchaba por no ser mordida por aquel ser.

Kenji no sabía qué hacer, así que solo se le ocurrió golpear a aquel "vampiro" para que dejara en paz a la mujer que amaba, pues él estaba perdidamente enamorado de Lita desde hace mucho tiempo.

Al percatarse de aquello, Zoisite mando volando al jóven haciendo uso de su energía a la vez que éste impactaba fuertemente en el asfalto y aquel rubio comenzaba a asfixiar a aquella Sailor que luchaba con desespero para liberarse.

Mientras tanto, Serena que ya podía moverse servía la comida en la casa de Tsubasa mientras que Aoi cargaba a su pequeña bebé, hasta que, sin saber porqué dejó caer uno de los platos al suelo haciéndose añicos a la vez que las lágrimas salían de su rostro sin permiso y Serena caía al suelo.

Tsubasa al ver aquello no dudó en correr hacia la joven preguntándole que le pasaba, pero ella tenía la mirada pérdida sintiendo que sus guardianas estaban en peligro pero sin saber explicar la razón de lo que le ocurría.

Las voces no llegaban hacía ella solo el silencio la apresaba y con éste un sentimiento de desesperación crecía mientras que su guardiana perdía las fuerzas para luchar y poco a poco su vida se esfumaba creyendo que sería su final, sucumbiendo finalmente a la inconsciencia a la par que aquel ser sonreía con malicia y clavaba sus "colmillos" en ella empezando a drenar su energía, pero justo cuando tocó su cuello una corriente eléctrica la hizo separarse de la jóven, su princesa la había escuchado y aunque fuese poco la había protegido, sin embargo, Zoisite trató de insistir justo cuando en la cercanía se escuchó el grito de la sacerdotisa que lanzaba sus talismanes a aquel diabólico ser, mientras sus amigas lucían desesperadas por no poder transformarse y hacer nada.

Ante aquello Zoisite optó por irse dejando el cuerpo de la chica olvidado y a las demás Sailor scouts corriendo a socorrer a aquella pareja.

Por su parte, Serena comenzaba a volver en sí sin saber que ocurría envolviendo a Tsubasa en un abrazo y llorando en él quien trataba de consolarla.

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Seiya había llegado a su apartamento exhausto, tomó una ducha y, cuando iba a recostarse, la llamada de su hermano lo sacó de su rutina haciendo que ahogase un grito de sorpresa, tomando su chaqueta y saliendo de ahí lo más pronto posible rumbo al hospital donde Lita se encontraba internada en ese instante.

Hotaru se encontraba leyendo un libro cuando lo soltó de la nada y muchas imágenes llegaron a su cabeza alarmándo a Michiru quien estaba con ella y a Haruka que había vuelto en ese instante, a la vez que sentenciaba:-Sailor Jupiter morirá si no vamos ahora-, ya que en su visión veía como una persona que no conocía comenzaba a robarle su energía vital y su vida mientras estaba en una cama de hospital.

Las mujeres no daban crédito a lo que la niña decía, pero, no podían ignorarla, así que sin más, Haruka cogió sus llaves y las tres se dirigieron al hospital esperando que no fuese tarde y sin saber que les esperaría...