FINALIZADA (HAY UN SEGUNDO LIBRO)
Pequeñas historias de uno o dos capítulos sobre los personajes de Teen Wolf.
→ Scott M.
→ Stiles S.
→ Jackson W.
→ Isaac L.
→ Derek H./Young Derek
→ Liam D.
→ Theo R.
→ Brett T.
→ Aiden S.
→ Peter H./Young Peter
→ N...
Mi vida nunca ha sido fácil, siempre huyendo de los cazadores desde que un grupo de ellos acabaron con mi manada. Ahora, diez años después, con mis dieciséis años recién cumplidos, vuelvo a tener una manada, vuelvo a tener una manada, y todo gracias a una enfermera que me encontró al borde de una carretera. Por ella llevo el nombre que marca mi nuevo y brillante futuro.
-¡Melissa! -Exclama mi tata (padre en polaco), antes de abrir mi puerta y quedarse mirándome, ya que estoy todavía en la cama sabiendo que llevo tarde al entrenamiento. -Melissa Hale Stilinski, mueve tu culo fuera de la cama. El entrenamiento empieza en menos de diez minutos y ya sabes cómo se pone tu padre cuando llegas tarde.
Riéndome, me levanto rápidamente y me visto en un tiempo récord antes de salir corriendo fuera de la mansión Hale, mi hogar. Salto a la espalda de mi padre y beso su mejilla. -No he llegado tarde.
-Solo porque Stiles te ha despertado. -Dice Liam rodando los ojos. Me quedo mirándole fijamente, porque evidentemente, la universidad le ha hecho mucho más atractivo y caliente que cuando lo conocí, eso, o ya no soy una chica de diez años.
Bajo de la espalda de mi padre Derek, y camino hacia mi sitio para que Scott comience la reunión de la manada. A mi lado, Brett se acerca un paso casi inadvertido por nadie a mí, y nuestros brazos se rozan. Ya estoy acostumbrada a estos toques por parte del lobo, detalles que nadie ve y que hacen a mi corazón latir desenfrenado.
El entrenamiento pasa rápido, y siempre, Brett busca alguna excusa para tocarme, hablarme, o simplemente quedándose a mi lado. No sé por qué no me pide salir si tanto le gusto, pero creo que es porque tiene veintiséis años, y nos llevamos diez, además de que mi abuelo es el sheriff y creo que es ilegal.
-Melissa, ¿puedo hablar contigo un momento? -Pregunta Brett cuando comienzo a caminar hacia mi casa junto a mi padre. -Derek, espero que no te importe.
Mi padre gruñe en señal afirmativa y besa mi frente antes de entrar, Brett y yo caminamos hacia el bosque, alejándonos lo máximo posible para una posible intimidad. En cuanto estamos lo suficientemente lejos, Brett agarra mi cintura con firmeza, y me pega a su cuerpo, besa mi cuello, y frota su mejilla contra la mía, marcándome con su olor. Luego, junta sus labios con los míos en un dulce beso que me hace sonreír como una tonta cuando nos alejamos un poco.
-Sólo nos quedan dos años más. Solo dos.
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