FINALIZADA (HAY UN SEGUNDO LIBRO)
Pequeñas historias de uno o dos capítulos sobre los personajes de Teen Wolf.
→ Scott M.
→ Stiles S.
→ Jackson W.
→ Isaac L.
→ Derek H./Young Derek
→ Liam D.
→ Theo R.
→ Brett T.
→ Aiden S.
→ Peter H./Young Peter
→ N...
Abro los ojos de golpe al escuchar mi teléfono sonar, contesto sin tan si quiera ver quien llama, pero cuando escucho un pequeño sollozo, sé perfectamente quien es.
- Liam, dime, ¿qué pasa? – Pregunto con la voz tomada por haberme despertado hace unos segundos, Liam suspira y noto que traga un sollozo.
- Otra pesadilla – Responde sin más, así que asiento aunque sé que no puede verme, cuelgo y rápidamente me visto con lo primero que veo por mi cuarto, salto por la ventana y corro hacia la casa de Liam que, por suerte, está cercana a la mía así que trepo por la ventana y cuando entro en el cuarto de Liam, me tumbo sobre su cuerpo y él rápidamente me abraza, dejándome tumbada sobre su pecho.
- ¿Quieres contarme? – Pregunto en voz baja, pero Liam niega y veo como se limpia las lágrimas con su puño, como si fuese un niño pequeño. Dejo un beso en su mejilla y me siento sobre sus caderas – ¿Qué puedo hacer para que estés mejor?
Liam me observa fijamente, y sus ojos se tornan dorados, agarra mi cintura y me hace moverme erráticamente sobre su ya creciente erección, me río al ver como se ha olvidado rápidamente de sus pesadillas, mete sus manos dentro de mi camiseta y me la quita rápidamente, viendo con una sonrisa que no llevo sujetador.
- El lobito quiere jugar – Murmuro de forma juguetona y acaricio el estómago de mi chico, me inclino y comienzo a besarlo de forma dura y demandante, Liam nos da la vuelta y acabo desnuda, ya que me ha quitado el pantalón de deporte que llevaba puesto, lame mi estómago y sube por mi cuerpo dejando un camino de besos hasta que nuestras miradas chocan cercanas, coloco mi mano sobre su erección y aprieto con fuerza para escucharle gemir y gruñir antes de quitarse su bóxer y alinearse en mi entrada.
- Esto va a ser duro, lo necesito así, Lucía – Gruñe Liam con los ojos dorados, asiento un pequeño gesto y sé que lo necesita.
Tras las pesadillas siempre necesita hacerlo de esta forma, así que yo tengo que quedarme de forma sumisa, y eso hago cuando Liam se introduce en mí con fuerza, bombea unos minutos con tanta rabia, que no puedo evitar gruñir de placer al sentirlo de esa forma dentro y fuera de mí.
En este estado Liam nunca dura mucho, cosa que me confirma cuando gime y se viene en mi estómago de forma posesiva, marcándome con su olor. Se queda mirando su semen sobre mi estómago, y con un dedo, coge un poco antes de llevarlo a mi boca, haciéndome chuparlo sin apartar la mirada de la suya.
- ¿Segunda ronda?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
