FINALIZADA (HAY UN SEGUNDO LIBRO)
Pequeñas historias de uno o dos capítulos sobre los personajes de Teen Wolf.
→ Scott M.
→ Stiles S.
→ Jackson W.
→ Isaac L.
→ Derek H./Young Derek
→ Liam D.
→ Theo R.
→ Brett T.
→ Aiden S.
→ Peter H./Young Peter
→ N...
AVISO: CONTENIDO SEXUAL EXPLÍCITO. NO LEAS SI NO ES DE TU AGRADO.
CORREGIDO
·Hablemos al amanecer·
Esquivo un golpe que Lucas, la quimera escorpión, manda en mi dirección, gruño y salto sobre él ayudando a Liam, quien parece igual de perdido que yo en este momento. Nunca habíamos visto un ser sobrenatural así. Bueno, lo del cachorro es más comprensible, ya que lleva poco tiempo siendo lobo.
-¡Cuidado, _____! –Exclama Brett y me hace a un lado, golpeando a Lucas y haciendo que caiga al suelo. Seguimos peleando y Kira parece a punto de cortarle el cuello a la quimera con su katana, pero Scott la aparta y cuando parece que Lucas se ha librado de morir, aparece un doctor de la muerte acabando con su vida.
-¿Estáis todos bien? –Pregunta Scott mirándonos a Kira, Liam y a mí, todos asentimos y Liam se lleva a un Mason bastante alucinado lejos de nosotros, mientras Scott hace lo mismo con su novia, dejándome con Brett.
-Adiós. –Me despido de Brett sin mirarlo, pues estaba bailando y tonteando con él antes de que la quimera apareciese, y ahora tengo un poco de vergüenza. Brett se coloca frente a mí y agarra mi cintura firmemente. –¿Qué haces, Brett?
-Nada. –Ronronea contra mi cuello y comienza a dejar besos húmedos por él hasta que no puedo evitar solar un gemido sonoro y salto para abrazar su cintura con mis piernas. Es tan alto que tengo que estar de puntillas todo el rato y eso cansa. –¿Vamos a tu casa o a la mía?
-A la mía, mi hermano tiene turno de noche en la comisaría. –Murmuro y comienzo a besarle mientras camina fuera de la discoteca, llegamos a su coche y se sienta, manteniéndome en su regazo. –¿Qué diablos me pasa contigo? ¿Por qué no puedo separarme de ti?
-Vamos a descubrirlo, pero mañana. –Responde Brett y aprieta mi trasero con fuerza, haciéndome gruñir y que mis ojos reluzcan dorados. –Hermosa.
No sé como Brett conduce conmigo sobre él besando su cuello y dándole indicaciones leves sin dejar de moverme sobre su regazo. Pero menos mal que tiene reflejos lobunos, sino, ya habríamos chocado. Nos quedamos en el coche y nos seguimos enrollando hasta que Brett no puede esperar más y mete sus manos dentro de mi vestido y sale del coche conmigo aún aferrada a su duro y enorme cuerpo. Entramos en mi casa y camina hasta mi cuarto, tirándome en la cama con brusquedad, se quita la camiseta y se lanza contra mi cuerpo, quedándose encima y comenzando a besarme con dureza, y sé que es porque no tiene que contenerse conmigo, ambos somos lobos.
Brett baja sus besos hasta el centro de mis pechos y me muerde, provocando que gruña de nuevo, levanta la vista y gruñe conmigo, quedando ambos con nuestros ojos dorados relucientes.
-Qué salvaje. –Ronronea antes de destrozar mi vestido y besar mi estómago hasta que llega a mi centro, mirándome desde ahí, me hace gemir por su simple imagen desde mis piernas. Aparta mi ropa interior y sopla levemente antes de comenzar a lamer y mordisquear mis pliegues. Agarro mis sábanas con fuerza y sale de de mí un rugido que hace que Brett ruja conmigo.
Se coloca sobre mi y comienza a embestirme con fuerza y sin contener nada la fuerza que usa en penetrarme hasta que me vengo de nuevo, y estando tan sensible, me vengo una tercera vez cuando Brett también llega a su orgasmo.
Brett me observa con una sonrisa brillante y me abraza de lado, tapándonos con mi edredón y quedándonos en un silencio cómodo. Paso mis dedos por el pecho de Brett y escucho como suspira levemente y me observa fijamente.
-¿Te acuerdas lo que has dicho antes en el coche? –Pregunta Brett acariciando mi mejilla suavemente. –Me pasa igual contigo, me vuelves loco desde el puñetazo que me diste cuando no acepté el apretón de manos de Liam. Creo que estoy enamorado de ti, y cuando estábamos peleando contra esa quimera, pensé que te pasaría algo, pero viéndote pelear, simplemente me encendiste, y mucho.
-¿Me estás queriendo decir que te gusto? –Pregunto divertida, y Brett sonríe junto a mí antes de besarme castamente los labios.
-No, te estoy diciendo que ahora quiero que seas mi novia.
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