Capítulo 9 - Una pieza del rompecabezas

4.7K 240 9
                                    

Fue como volar y luego caer. Imagine que mirar todo desde arriba sería diferente, me pregunte que sería volar, como se sentiría. Al fin lo sé. Me siento como en un sueño, es algo irreal; nada tenía sentido, cada palabra que decía era incoherencia. Mil veces me imagine lo que sería sentir sus labios sobre los míos, en lo profundo de mi anhelaba sentirlo no importaba cuanta veces me lo negaba. Quería que me besase.

Estaba soñando, sueño que Thomas me besa. Es un beso desesperado y hambriento que me encuentro envolviendo mis brazos alrededor de su cuello tratando de hallar un nombre para esto. Sus manos vagaban por mi cintura y mi espalda, es intenso. Siento que estoy volando, me gusta la sensación. Si es un sueño no quiero que termine. Queriendo sentir más me atrevo a tocarlo por debajo de su camiseta, su piel es cálida y puedo sentir los músculos de su espalda tensarse ante mi tacto.

Y él se aleja. Tan repentinamente y con tal brutalidad que trastabilla unos pasos.

Me atrevo a mirarlo, ambos tratamos de recuperar un poco de aire, Thomas me mira como si me desconociera. No decimos nada, romper este silencio me aterra, temo que diga que fue un error, para mí no lo fue. Como siempre Thomas me sorprende, y en esta ocasión no me decepciona, se va sin siquiera dedicarme una mirada.

Siento mi cuerpo pesado, mis piernas van perdiendo fuerza, la pared es mi único sostén, me deslizo por ella hasta llegar al suelo. Abrazo mis rodillas contra mi pecho, quiero sentirme completa otra vez. Thomas se acaba de ir y lo peor es que se fue llevando algo que me pertenecía, algo que me prometí no dar a nadie.

¿Se puede volar en un momento y en otro caerte en mil pedazos?

Regrésamelo. Por favor, no quiero sufrir. Regrésame lo que me acabas de robar.

Puedo verlo, escuchar su voz, me pide, no, me ruega que me aleje. Es lo que siempre me pide. ¿Qué debo hacer? No estoy llorando solo estoy confundida y dolida por dentro. Más adelante dolerá más, ¿cierto?

Egocéntrico y altanero un día, amable y comprensivo otro, estoy cansada. Deseo conocer al Thomas que nadie ve, ese que lleva consigo una carga difícil de sobrellevar, siento que ese es el Thomas con el que acabo de estar. ¿Quién eres realmente, Thomas Brent? ¿Qué es lo que tanto te hace daño? ¿Por qué cada vez que nos vemos te comportas de una forma y luego de otra?

Lo primero que veo al bajar es a Sara y Alex bailando. Se ven bien juntos, no puedo creer como no me di cuenta antes, están hechos el uno para el otro. Quisiera dejarlos disfrutar, sin embargo, esta noche necesito escapar. Me acerco y tomo por el brazo a Alex, quiere protestar hasta que me ve, no son necesarias las palabras mi rostro lo dice todo.

Llego a casa en el mismo silencio en el que me sumí, todo es tan confuso. Siento la puerta abrirse, Alex camina hasta donde me encuentro y se sienta a mi lado. Recuerdo cuando éramos niños y escuchábamos a nuestros padres gritar, mi hermano se sentaba a mi lado o se quedaba hasta que me hubiere dormido. Él cuida de mí en todo momento, por eso tengo la confianza de que hoy también lo hará.

—¡Maldición! Te dije que te mantuvieras alejada de él —susurra cuando he cesado con mi llanto.

—Dime quien es o quien era antes. Necesito saber porque es así conmigo.

Alex suspira audiblemente a la vez que se pasa una mano por el cabello, está molesto porque no le hice caso. Desde que éramos unos niños él sin tener el poder de decidir había quedado a cargo de mí, cuidaba y siempre estaba cuando lo necesitaba.

—De niño no se llevaba bien con sus padres. Decían que él era una muy mala influencia para Oliver por eso decidieron mandarlo a estudiar al extranjero, se negó, les suplico que no lo hicieran. Lo ignoraron. No conocí en persona a Oliver, pero él siempre hablaba de él, eso te lo conté. El caso es que cuando se fue perdimos todo contacto alguno creí que no volvería a saber de él.

Dile, NO al AmorWhere stories live. Discover now