Capitulo 36

4.7K 211 2
                                    

Capitulo 36

¡Maratón 1/3!

—Estás exagerando —le dije suavemente.

Era irritante cuando se metía en este estado de ánimo.

—Te amo, April. Si pensabas que era demasiado protector contigo en el pasado, créeme... eso no era nada comparado con lo que va a ser después de esto. —Bajó su boca a la mía. No quería devolverle el beso porque estaba enojada, pero sus labios no eran como su comportamiento difícil. Eran suaves contra los míos; como plumas. Luego saboreó mis labios con su lengua. Era inocente y caliente al mismo tiempo.

Se apartó un poco. —¿Qué otra cosa te dijo el Detective Bryant? —susurró su nombre como si le hubiera dado un mal sabor en la boca.

No le hice caso y parpadeé, tratando de recordar todo de lo que hablamos.

—Dijo que Ryan no les dijo una palabra cuando lo atraparon. Se negó a hablar. También dijo que Ryan no tenía antecedentes, pero se presentó una denuncia contra él anteriormente por otra mujer que fue descartada. No me dio detalles, pero estaba buscando algo y va a hablar con sus amigos y familiares.

Justin se frotó la parte de atrás del cuello con la mano.

—¿Cómo ha estado Layla? ¿Qué es lo que sabe? —Temía oír la respuesta. Justin suspiró.

—No mucho. No vio lo que pasó. Cuando colgué con la policía llamé a Layla de nuevo para mantenerla al teléfono porque me estaba volviendo loco. Podía oír a Trish gritando en el fondo. —Cerré los ojos, no me gustaba la imagen mental de mi pobre bebita estando tan asustada.

—En la sala de espera esta mañana, Trish me dijo que Layla cree que alguien trató de forzar la entrada. —Una lágrima se filtró. ¡Odio a Ryan!—. No quiero volver allí. No quiero que Layla vea ese apartamento de nuevo. Quiero que ella lo olvide —susurré.

—Ya he contratado a los de la mudanza y Trish se encuentra en el apartamento ahora mismo dando órdenes.

—¿Qué?

Sonrió. —Incluso si me hubieras dicho que no te ibas a casar conmigo, todavía te estaría llevando a mi casa después de esto. Trish está tomando el apartamento del garaje. Su contrato era frágil, teniendo en cuenta las circunstancias, pero incluso si no lo fuera, habría pagado para romperlo.

Lo fulminé con la mirada.

—Te amo. Amo a nuestra hija. Ambas me pertenecen y yo les pertenezco a las dos —afirmó.

Sabía que añadir ese pequeño "Yo les pertenezco a las dos" era su manera de tratar de suavizar su arbitrariedad. Fue una buena jugada.

No podía ganar contra él. —También te amo —dije en voz baja.

—¿Papi? —Escuché decir a la suave voz de Layla en voz alta con cautela. Justin rápidamente se dio la vuelta para recogerla. La sentó en la cama junto a mí. Cuando vio mi cara, gotas enormes de lágrimas desbordaron sus pestañas. Me echó los brazos al cuello y lloró.

—Shhh... Bebé. Mamá está bien. No llores, bebé. —Le frote la espalda con dulzura.

—Estaba muy asustada —sollozó—, te oí gritar. Tu cara es de color púrpura —dijo las palabras en mi cuello.

—Lo sé, pero no hay nada de qué preocuparse ahora.

—¿Y qué pasa si ese hombre vuelve? —preguntó todavía sollozando.

—Nosotras nunca vamos a volver allí de nuevo. Nos vamos a mudar con papi tan pronto como salgamos de aquí. Él nos protegerá. —Miré a Biebs en busca de ayuda.

—Layla, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para mantenerlas a salvo a ti y tu mamá. No tengas miedo. —Justin también había comenzado a frotar la espalda de Layla.

—¿Lo prometes? —preguntó vacilante.

—Te lo prometo, mi niña preciosa. Las amo. — Justin se inclinó para besar la parte superior de su cabeza.

Nos quedamos sosteniéndonos juntos por un tiempo.

April, nena.Where stories live. Discover now