27. Buscando a Yoongi

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[Hoseok]

Ya había pasado casi una semana desde que sabía lo que Jimin sentía por mí. Odiaba ser distante con él, pero no era algo que yo pudiera cambiar, pues era su decisión alejarme, así que no me acercaba a él o le intentaba hablar, ya que era en vano. Sin embargo, a pesar de ello, siempre lo observaba para asegurarme de que se encontraba bien, que no estuviera más decaído de lo normal, que todo fuera bien en su vida sin mí.

No me había parecido ver nada extraño en él todos estos días, hasta ahora. Debía admitirlo, me dolía verlo triste, y hoy parecía que se encontraba excesivamente mal; su mirada estaba perdida y sus ojos estaban un poco hinchados, como si hubiera llorado tanto que apenas pudo dormir. De todas formas no quise acercarme, sabiendo que me rechazaría, como siempre.

Y así llegó la hora del almuerzo, y si me había parecido extraña su conducta en el aula, en el comedor las cosas eran peores. Ya ni siquiera se sentaba con Jungkook y sus amigos, sino que ahora había optado por sentarse solo, en una mesa vacía al fondo del gran comedor, expresando una verdadera tristeza con su sola presencia solitaria allá atrás. Yo sólo llegué a la mesa de siempre y me senté, pero pronto noté que no se encontraba Yoongi en la mesa.

—¿Dónde está Yoongi? —le pregunté a Kai, quien estaba escuchando música en ese momento, como para pasar el rato.

—No lo sé, parece que hoy no vino —me dijo, encogiéndose de hombros.

—Qué raro —murmuré, pensando en ello.

Regularmente él me avisaba cuando iba a faltar a clases para que le consiguiera los apuntes, pero esta vez no había dicho nada, y dado que se la había pasado más en mi casa que en cualquier otro lugar, pensaba que él vendría a clases hoy, como era usual. Era extraño que faltara.

No pude evitar preocuparme de inmediato, pensando que algo le había pasado. Incluso se me quitó el hambre, y mejor decidí marcar a su móvil, intentando guardar la calma. Él no contestó; en realidad, ni siquiera tenía prendido el teléfono, ya que no sonaba.

—¿Qué sucede? —me preguntó Kai, mirando mi reacción.

—No lo sé, no contesta su teléfono —le dije.

—Tal vez no se sintió bien hoy —dijo él, intentando restarle importancia, pero yo no podía tranquilizarme —. Vayamos a buscarlo después de clases —propuso.

Yo sólo asentí y solté un suspiro. No quería ni pensar en que algo estaba mal. Me daba un muy mal presentimiento.

—Oh, mierda, olvidé que debía entregar la tarea de ciencias hoy —dijo Kai de repente, con los ojos muy abiertos —. Nos vemos en la salida, Hoseok —me dijo, levantándose con rapidez para después irse.

Yo lo único que pude hacer fue negar con la cabeza y quedarme ahí, pensando en qué hacer. No es que tuviera mucha hambre y ahora estaba solo. Inevitablemente, mi mirada viajó hacia donde estaba Jimin, y noté que se encontraba picando su comida con los palillos, desganadamente.

Casi sin pensarlo, tomé mi bandeja de comida y me dirigí hacia donde estaba él, sintiéndome nervioso a medida que me acercaba, pensando en qué decirle. Decidí mostrarme normal, como haría un buen amigo, a pesar de que nosotros ya no pudiéramos ser eso. No lo entendía, ¿por qué había cambiado eso? Era injusto.

Llegué en algunos segundos, sentándome a su lado.

—Hola —lo salude, sonriendo.

Él levantó la cabeza con lentitud, como si no quisiera verme, y rápidamente evitó mi mirada, pero yo ya había visto la tristeza y la agonía en ellos, y me había dolido.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Where stories live. Discover now