16. Más de un corazón roto

260 37 20
                                    

[Baekhyun]

Me encontraba sentado aun, a un lado de la puerta del departamento de Tae. No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado, ya que había dejado mi móvil en el sofá, junto a los controles de la consola, y yo ni siquiera usaba reloj, así que no sabía la hora; aunque suponía que eran casi las cuatro de la tarde.

La verdad, no pensaba moverme del sitio hasta que Tae saliera, ni siquiera para comer o ir al baño, era mucho más importante el problema que había causado entre Tae y Hoseok, por lo que no me sentiría bien conmigo mismo si en cambio estuviera en casa, acostado en mi cama escuchando música o jugando videojuegos en la sala de estar.

Algunos de los vecinos me saludaban y me miraban con extrañeza, pero no me preguntaban por qué me encontraba sentado fuera de mi departamento. Suponía que Jin no tardaba en salir de su trabajo y que Nam estaría a punto de llegar a casa de la universidad. Sin embargo, ninguno de los dos había aparecido todavía.

Pasó un buen rato para que Namjoon llegara a casa, y entonces se acercó a mí, antes de dirigirse hacia la puerta de nuestra vivienda.

—¿Te quedaste afuera? —me preguntó, mirándome con gracia.

—No —le dije, desviando mi mirada hacia el suelo —, estoy esperando a Tae.

—¿No podías esperar dentro? —cuestionó, confuso.

—No, porque está molesto conmigo y no quiere abrirme la puerta —expliqué, sin querer dar demasiados detalles —. Esperaré hasta que salga y así poder hablar con él, pero no estoy seguro de cuándo saldrá —murmuré —. Quizás no lo haga hoy... o mañana.

—¿Por qué no simplemente le tocas la puerta? —preguntó, como si fuera lo más obvio del mundo.

—Porque no abrirá —le dije.

Él me miró por un momento, como si no entendiera nada en lo absoluto, y después sacó sus llaves para ir a casa.

—¿Ya comiste? —me preguntó, antes de darse media vuelta para irse.

—No —contesté —, y no pienso comer hasta que hable con Tae —manifesté, seriamente.

—¿Harás una huelga de hambre o algo parecido? —siguió cuestionando, frunciendo el ceño.

—No había pensado en llamarlo así, pero qué buen nombre, Nam. Gracias —le sonreí, ciertamente sorprendido por su repentino ingenio.

Vi que negaba con la cabeza, mientras sonreía levemente, como si no supiera qué pensar o cómo sentirse.

—Te traeré algo de comer después, si no es que Tae sale antes —me dijo, dando media vuelta.

—Gracias, pero no pienso comer —le dije.

—Eso ya lo veremos —lo escuché decir, antes de abrir y entrar, para después cerrar la puerta de nuevo, dejándome solo en el pasillo. No pude evitar sonreír, pensando en lo tanto que Nam se debía preocupar por mí por cualquier cosa.

Por lo menos ya le había dado nombre a mi pequeño movimiento para hacer que Tae me perdonara. Aunque, si era sincero, todavía no sabía cómo lo arreglaría todo, pero estaba seguro de que lo haría, necesitaba hacerlo, por él. Tae merecía seguir siendo tan feliz como siempre lo era, ya que su felicidad me traía más felicidad a mí, por lo que no era difícil en lo absoluto sentirse bien cuando él se encontraba cerca.

Me asombraba de lo tanto que significaba para mí en tan sólo algunos meses de conocerlo, pero quizás era menos sorprendente de lo que pretendía, ya que Tae era alguien increíble, y estaba seguro de que cualquiera que lo conociera pensaría lo mismo de él, y quien no lo pensara así, entonces debía estar loco. Por eso debía arreglar las cosas yo mismo, porque yo lo había causado y porque así Tae estaría bien mentalmente.

Serendipia (Vhope, Hopemin)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon