CAPÍTULO 21

33.5K 2.1K 82
                                    


Ha pasado una semana ya desde que se que soy híbrida. O por lo menos lo era. Por qué sigo sin  notar ningún cambio en mi.

Ahora mismo estoy boxeando en el mini gym de la mansión. Luke está en su despacho.

Paro de boxear y me quitó los guantes y las vendas. Recojo mi pelo blanco en una coleta alta y me dirijo a la cocina, aunque antes decido ir a ver a Luke. Cuando entro el para de mirar unos papeles y se acaricia el pelo. Me sonríe y yo me acerco a él.

-Hola lobito. 

Le digo al oído, desde detrás de él.

Él echa hacia detrás su silla me pone delante de él. Estoy de pie frente a él, sentado en su silla. 

-Hola preciosa.

Se levanta y posa sus labios en los míos, yo apoyo mis brazos en la mesa y le sigo el beso.

Acaricia mis muslos, cubiertos por unas mallas y me impulsa, haciéndome quedar sentada en su despacho. Yo le abrazo el cuello y lo atraigo hacia mí. El me acaricia las caderas y sube hacia arriba. Noto como mete sus manos por debajo de mi camiseta y yo suspiro sobre sus labios. 

Él me sonríe y yo me despego un poco de él, que esta de píe entre mis brazos. Le quito la camiseta por la cabeza y la tiro. 

Yo sonrío acariciando su torso. Él agarra mi rostro entre sus manos y une nuestros labios. Mi camiseta sale volando segundo después. 

Acaricio su abdomen hasta que llego a la cinturilla de sus vaqueros. Él sonríe contra mis labios al tiempo que me desabrocha el sujetador. 

Creo que los papeles que estaba leyendo antes han perdido importancia.


Cuando bajo, voy a saludar a Ana. Hablamos un rato hasta empieza a sonar una sirena super fuerte. Ana me mira asustada y yo no tengo ni idea de que hacer. Miro hacia afuera pero no se de donde viene el ruido, ni lo que significa.

-¿Qué es eso? -pregunto alarmada a Ana.

-Becky eso es la sirena para avisar que nos están atacando. Hacia años que no atacaban. 

Yo trago saliva.

-¡Joder! ¿Qué hacemos? -pregunto nerviosa.

Luke baja corriendo las escaleras y se acerca a nosotras. Tiene la mirada oscura, esta muy preocupado. Atacan a su manada.

-Las dos, escuchenme bien. -dice Luke y nosotras la miramos atentas- tienen que ir a la sala de seguridad. Allí ya se están llevando a los niños y mujeres.

-¿¡¿No puedo ayudar?!? -pregunto- no me quiero sentir como una inútil. Mientras gente lucha yo me quedo escondida.

-Escucha me bien, Becky. Ve a la sala de seguridad y esconde te con los demás. No hagas ninguna locura. Eres la Luna de la mandada, no puedes salir herida. Eres buena en boxeo pero no te podrás enfrentar a los vampiros.

-Pero... -intento reprochar.

Ana posa una de sus manos en mis hombros, intentando calmarme.

Esto es igual que lo que paso en mi manada hace diecisiete años. Esta ocurriendo de nuevo. Pero no sabemos quién o qué están atacando.

-Pero nada, Ana y tú ir a la sala de seguridad ¡YA!

Ana sale corriendo y yo la sigo ya que no tengo ni idea dónde está esa sala. Corremos hasta llegar a la última punta de la mansión. Ana sale por la puerta y se dirige al pueblo.

A nuestra derecha, a unos trescientos metros hay lobos luchando entre si. Hay algunos más grandes que otros y de muchos tonos distintos. No los miro mucho ya que si no perderé a Ana de vista.

Tu mi Alfa, yo tu Luna Where stories live. Discover now