once again || huang renjun

ciento siete.

Pronto sonó la alarma y todos fuimos al pasillo. Dejamos a Yina en su clase y, cuando vimos que ya no podía escucharnos, empezamos a hablar de nuevo sobre ella.

"Definitivamente voy a hacer algo al respecto. No sé qué, pero algo haré. No puedo aguantar verla así." dijo Seungwan.

"¿Y qué vas a hacer tú? ¿Pegarle?" dijo Jeno.

"No, pero podría hacer que lo echaran del instituto para que Yina no tenga que verlo más por aquí."

"Sabrán que has sido y tú y no sólo irán a por ella, sino que irán a por ti. Mala idea." respondió Jeno.

"¿Sabes si han vuelto a hablar entre ellos?" me preguntó Chenle. Negué con la cabeza. Jaemin no había vuelto a dirigirle la palabra.

"Sólo habla con nosotros. Tampoco se lo ha contado a su hermana."

Seguimos pensando en cosas que hacer, hasta que se nos hizo demasiado tarde y cada uno tuvo que ir a su clase. Caminé por la segunda planta con los pasillos vacíos.

Alguien me agarró del brazo muy fuerte y me empujó hacia la pared.

"Escúchame." Jaemin habló susurrando muy cerca de mi oído. "Sé que te ha ido bien con ella y que has conseguido acercarte, pero yo sé lo que quieres conseguir con ella: lo mismo que yo. Si no te alejas.. creo que sabes lo que va a pasar. Y a mí tampoco me gustaría que pasara nada malo, así que creo que ya sabes qué hacer."

Mantuve mi mirada fija en él. No quería que pensara que tenía miedo, así que no se lo hice creer. Aquello solamente era un farol y, si no lo era, no me importaba. Yina no quería a gente como él, y mucho menos estar con alguien que la tenía tan asustada, así que a Jaemin le era igual que estuviese yo a que no estuviese, pues ella no iba a quererlo.

"¿No vas a decir nada?" continuó mirándome de la misma manera, creyéndose superior.

"Yo no tengo la misma intención de mierda que tú. No me importa lo que hagas."

"Vale." comenzó a caminar hacia atrás. "Tú lo has decidido." se alejó cada vez más hasta dejarme solo. Me quedé parado unos segundos, y después comencé a caminar hacia mi clase de nuevo.

Cuando acabó la clase, a la cual no presté ninguna atención, volví a clase de Yina para buscarla. Me asomé y la vi, con una expresión muy seria y preocupada en la cara, la misma que había llevado durante todos los días desde que pasó aquello. Quería que volviera a ser como antes, y sabía que iba a ser así. Levantó la cabeza y me vio. Justo en ese momento, su cara cambió a la misma sonrisa de siempre, una sonrisa de alegría que me encantaba ver. Me hizo un gesto con las manos indicándome que esperara a que recogiera sus libros. Asentí. Comenzó a recoger todo con la misma sonrisa. Sonreí también sin darme cuenta.

Desde que me había admitido a mí mismo que me gustaba Yina y ella comenzó a hablar más conmigo, me sentía mucho mejor en todos los aspectos. Las notas en mis exámenes eran mucho más altas, siempre tenía ganas de hacer cosas productivas, y siempre veía todo por el lado positivo. Me sentía mucho mejor, y todo era gracias a ella, aunque ella no lo supiera. Esa era la razón principal por la que quería protegerla por encima de todo. No iba a permitir que nada malo pasara, incluso si me arriesgaba a que me pasara algo a mí. No me importaba.