cien.

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Llegué a casa después de un día estresante. En clase no había podido evitar pensar acerca de todo lo que había pasado. Primero aquellos extraños sentimientos en clase de Matemáticas, y después la rara conversación que tuvimos en el recreo. Algo raro me estaba pasando y necesitaba pararlo ya.

Me tumbé en mi cama y miré al techo. Reproduje mi playlist de los 80. Necesitaba animarme un poco, pero entonces sonó Every breath you take y no pude evitar ponerme emocional de nuevo.

Repasé todas aquellas veces en que, casualmente, Renjun y yo habíamos tenido que estar juntos de una u otra manera.

Primero, la increíble coincidencia de cuando encontré su móvil y luego resultó que se mudó a la misma ciudad en que yo vivía; segundo, se hizo amigo de Chenle y Jeno, quienes eran amigos de Sohyun y Wendy; tercero, nos castigan el mismo día, a la misma hora y en el mismo aula; cuarto, ambos nos ofrecemos voluntarios para ayudar con unos decorados estúpidos que hicieron que tuviéramos que hablar; quinto, nos juntan en la misma casa abandonada; sexto, ambos vamos a casa de Seungwan el mismo día; sexto, perdí mi móvil y lo encontró él; séptimo, nos juntan en la misma clase de Matemáticas.

Aquellas eran demasiadas coincidencias, y comencé a pensar que, quizás, lo que Renjun había dicho del destino era verdad. El destino no dejará de juntarnos hasta que nos juntemos nosotros mismos. No sonaba tan irreal. En realidad, nunca había vivido tantas casualidades con la misma persona, y mucho menos en un periodo de tiempo tan corto. Aquello era demasiado raro, y tenía la sensación de que no iba a acabar.

Pero no podíamos hacer eso realidad. Supongo que con 'juntarnos nosotros mismos' se refería a salir. Salir. Aquello no era posible.

Estaba claro que a mí Renjun no me gustaba, aquel sentimiento raro que había tenido durante toda la mañana no era más que cosa de un día, era imposible que durara más de eso.

Además, para tener una relación hacen falta dos personas, y a mí no me gustaba él. Y en el caso de que fuera así y Renjun me gustara, yo no le gusto a él. Aquello era imposible por ambas partes. A veces llegaba a enfadarme porque a día de hoy parece imposible tener una relación de amistad entre una chica y un chico sin que uno de los dos se sienta atraído por el otro. ¿Acaso no pueden ser amigos simplemente? Cuando era más pequeña había acabado relaciones de amistad con algunos chicos porque yo les gustaba, y aquello me hacía sentir incómoda. Cada vez me enfadaba más.

Pero esta vez me estaba pasando a mí. Bueno, en realidad no, porque Renjun no me gustaba. Pero, en el caso de que fuera así, entendería que él se enfadara conmigo, porque nuestra relación de amistad era agradable y me gustaba. No había por qué romperla solamente por un hipotético sentimiento mío.

once again || huang renjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora