sesenta y ocho.

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"Son los chicos que salvaron a Yina." dijo Sohyun, levantando la cabeza, tan orgullosa como si lo hubiera hecho ella.

"¿Ah sí?" cuestionó la chica, riendo. "¿Y cuáles son vuestros nombres?" dijo, esta vez dirigiéndose a nosotros.

"Yo soy Jeno." se presentó él y, al ver que yo no decía nada, me presentó a mí también. "Él es Renjun."

"¿Eres chino?" me preguntó. Entonces no me quedó más alternativa que reaccionar. Asentí con la cabeza. "Supongo que no te gusta hablar mucho." rio levemente. "Yo soy Seulgi. ¿Puedes hacerme un favor?" asentí.

"Wow, un favor." dijo Jeno, riendo.

"Wendy, pon Vetadine en el algodón cada vez que te lo pida." miró a Seungwan. "Renjun, ¿puedes agarrar la mano de Yina? No es necesario, si no quieres hacerlo."

"Claro que quiere hacerlo." dijo Jeno. Lo miré y, si las miradas mataran, Jeno ya estaría enterrado bajo tierra.

Me levanté y me senté junto a ella.

"¿Para que sirve que Renjun le tenga que dar la mano?" preguntó Sohyun, riendo. Aquello mismo me preguntaba yo.

"¿Sabes esos momentos del parto en que el marido tiene que agarrar la mano de su mujer para que aguante el dolor? Pues esto es igual, pero sin un bebé." respondió Seulgi.

"Prefiero agarrar una almohada." dijo Yina.

"Tú te callas." dijo Seulgi.

"No creo que eso vaya a hacerme tanto daño como para que-¡Ouch, joder!" gritó Yina, apretando mi mano muy fuerte. "¡Tendrías que haberme avisado antes de poner esa cosa sobre la herida!"

"Los bebés no avisan cuando van a nacer." dijo Jeno.

"Me caes bien." lo señaló Seulgi. Aquella escena era divertida, salvo por el hecho de que yo estaba apoyado sobre una rodilla en el suelo, y aquello parecía una mezcla entre lo que había dicho Seulgi del parto y una pedida de mano. "Bien, prepárate, porque ahora vienen más, y no me digas que no te he avisado."

"Yina, tu hermana es genial." dijo Sohyun.

"Pero eso ya lo sabías." la miró Seulgi.

"No lo es-¡Kang Seulgi!" exclamó Yina, de nuevo siendo interrumpida por el dolor de la medicina sobre su herida. De nuevo, volvió a agarrar mi mano, esta vez con más fuerza.

"Esta vez te avisé." su hermana se encogió de hombros. "Además, no deberías quejarte, creo que Renjun está sufriendo más con esos apretones que le estás dando en la mano." todos comenzamos a reír, menos, claramente, Yina.

Yina

"Ha sido un placer, chicos." saludó mi hermana a los chicos, mientras todos salían por la puerta. Cuando Seulgi la cerró, se dirigió a mí.

"¡¿Ese es el chico del que me hablaste?!" exclamó, emocionada.

"Sí... ¿por qué?"

"¡Porque es super adorable! ¡¿Cómo puedes odiar a alguien así?! ¡Si ni siquiera habla!"

"Tengo mis razones." dije. "¿Has hecho que me diera la mano a propósito?"

"Pues claro." dijo ella, echando hacia un lado su pelo.

"¡¿Por qué?!"

"Porque pienso que no se merece que lo trates así. Es adorable, y puedo hacer en cualquier momento que pienses lo mismo que todos nosotros."








Sé que algunos odian a Red Velvet, y no les gusta que las meta en mis historias, así que he hecho esto para que améis a Seulgi, POR LO MENOS, un cuarto de lo que yo la adoro.

once again || huang renjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora