14 || awake

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2009.08.26

Pese a que había sido la última de mi grupo de amigas en tener una pareja, observar sus relaciones en segundo plano me había ayudado a hacerme una ligera idea de cómo actuar cuando yo fuera la que tuviera novio. Sin embargo, había cosas que simplemente no iban conmigo como el tener celos excesivos hasta cuando simplemente una chica le sonreía a Yoongi o el ser extremadamente acaramelados y empalagosos en público, y de hecho fue un alivio descubrir que Yoongi tampoco quería ni pretendía encontrar esos comportamientos en nuestra relación.

Pero, aún así, no podíamos escaparnos de todos los tópicos y ese día celebrábamos nuestros cien primeros días desde que salíamos juntos, una fecha que solía ser muy importante en la sociedad coreana y que, honestamente, me hacía ilusión.

Así que allí me encontraba dando los últimos retoques a mi simple maquillaje frente al espejo de cuerpo completo de mi dormitorio, por el cual podía ver a través de su nítido reflejo a Yoongi esperándome tumbado en la cama a mis espaldas para que terminara y nos fueramos a comer, teniendo durante todo momento sus ojos puestos en mí mientras me preparaba.

—¿Qué es lo que miras tanto? —pregunté sonriente, cerrando finalmente el botecito de la máscara de pestañas negra.

Al girarme hacia él no contestó, simplemente recorrió mi cuerpo de arriba abajo sin dejar escapar ni uno de mis movimientos conforme me acercaba a la cama para sentarme al borde de esta junto a mi novio. Entonces, una vez allí, Yoongi compartió mi sonrisa pese a que la suya le daba mil vueltas a la mía en cuanto a belleza.

—Te miro a ti porque eres preciosa, Yeri —dijo, con un brillo y un halo de sinceridad en sus iris oscuros como el carbón—, y nunca me voy a cansar de hacerlo.

Yoongi y yo nos conocíamos desde muy pequeños y ya llevábamos tres meses de relación, sin embargo, yo aún me seguía ruborizando y quedando sin palabras cuando escuchaba esos comentarios que paralizaban completamente mi corazón. Supuse que eso, exactamente, son los síntomas de ese amor del que tantos hablan.

La única respuesta que fui capaz de darle fue un corto pero tierno beso en los labios, encorvándome sobre él ya que continuaba acostado con su cabeza apoyada en la palma de su mano para darle soporte. Pero al parecer eso no pareció dejarle satisfecho pues, cuando nos hubimos separado, me miró con un puchero formado en su rostro.

—¿Qué pasa? —dije divertida, con un tono de voz agudo y juguetón para tomarle el pelo, sabiendo exactamente qué era lo que quería.

De nuevo no respondió y se limitó a echarse a un lado de la cama lo suficiente como para dejar un buen espacio donde yo podría tumbarme, así que no me hice de rogar más y me uní a él, observando el techo blanco de mi habitación mientras su olor corporal que me encantaba me impregnaba.

—¿En qué piensas? —murmuró Yoongi, el cual había vuelto a su pose inicial y me observaba ladeado desde arriba con su codo en la cama aguantándolo mientras yo simplemente estaba bocarriba.

Sorprendida, sin darme cuenta de que había permanecido un buen rato callada, lo miré y mi sonrisa, la cual no había abandonado mi cara aún, se ensanchó si era siquiera posible.

—Nada, tan solo intentaba mantener este recuerdo en mi memoria —respondí casi en un susurro, como si al subir el volumen fuera a romper la magia del momento—. Quiero recordar cada detalle de este día.

—Si aún no hemos salido de tu casa —dijo, riéndose—. Aún no ha empezado lo importante.

—¿Qué quieres decir con eso? —dije, frunciendo el ceño intentando parecer ofendida—. Cada momento contigo ha sido importante durante estos cien días desde el minuto uno, Yoongi. Además, al fin y al cabo, siempre serás mi primer amor y dicen que nunca se olvida, ¿no?

—¿No te olvidarás de mí incluso cuando vayas a casarte con otro hombre?

—¿Por qué iba a olvidar a mi propio prometido? —contesté burlona, riéndome al ver su repentina expresión de timidez al dar a entender que pretendía casarme con él.

Pero poco consiguió durar mi risa cuando nuestros labios volvieron a unirse con un romanticismo digno al que permaneció con nosotros el resto del día, día el cual permaneció siempre conmigo como el más memorable y lleno de amor de todos gracias a Min Yoongi.

En aquel entonces no éramos más que niños y, aún así, tuvimos la suficiente ambición y esperanza en nuestra relación como para imaginarnos un futuro que sería para siempre incluso cuando solo llevábamos apenas tres meses juntos y, si bien es cierto que conseguimos continuar hasta alcanzar el año y medio, nos dimos cuenta de la peor forma posible que nada puede durar una eternidad ni aunque se quiera.

Y esa, aunque parezca triste, fue una de las mayores lecciones que he tenido nunca acerca de la vida.

El momento en el que Yoongi y yo supimos que no podíamos seguir con nuestra relación porque debía irse a Seúl fue uno de los golpes más duros para mí, no solo porque él había sido a la primera persona que había querido, sino porque me aprendí que no todo es tan fácil como puedes llegar a soñar un día de agosto cuando tienes quince años.

Y ahora ese espectro me acompañaba en cualquier decisión que hacía en mi vida, recordándome que nunca todo va a ser perfecto por mucho que quieras y que se puede desmoronar en cualquier momento, siendo esta la principal causa de que tuviera tanto miedo de regresar con Yoongi pese a que nunca nos habíamos dejado de querer aunque pasaran los años. ¿Fama? ¿Peleas? ¿Repentino desenamoramiento? ¿Críticas? Cualquier cosa me daba un miedo terrible y me sentía paralizada sin poder realizar ningún movimiento con miedo de llevarme de nuevo una decepción.

Así que durante cada día que pasaba los minutos se veían ralentizados, tanto que llegaba a ser desesperante el darse cuenta de que las agujas del reloj no corrían pese a que sentía que había pasado ya una hora desde la última vez que lo revisé. Era como si el universo me estuviera condenando a una espera eterna antes de llegar a mi meta, como un estudiante ansioso de que sonara el timbre que indicaba que había terminado la clase.

Me encontraba en un limbo de indecisión en el que debía decantarme por renunciar a mis propios sentimientos o arriesgarme a desilusionarme de nuevo.

first love❞ || min yoongi [SUGA]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ