first love❞ || min yoongi [SUGA]

08 || still

Me encontraba totalmente en una encrucijada de la cual no me veía capaz de salir por mucho que quisiera, y lo cierto es que me estaba poniendo muy nerviosa no ser capaz de controlar la situación.

A lo largo de mi vida me habían gustado muchas personas como a cualquier chica normal y corriente; había tenido mis rollos esporádicos en la universidad, me había enamorado, me habían roto el corazón y había tenido amores platónicos por los que suspiraba sin que siquiera supieran de mi existencia, sin embargo, nunca pensé que mis latidos volverían a acelerarse de nuevo por aquel que fue mi primer amor.

Habían pasado menos de dos meses desde que volví a ver a Yoongi tras años sin contacto y, durante ese corto tiempo, me sorprendí a mí misma dándome cuenta de la noche a la mañana sobre mis sentimientos por él, los cuales fueron evolucionando a mis espaldas de manera subliminal y poco a poco cada día que pasábamos juntos hasta que acabé aceptando finalmente que las sonrillisas tontas de mi rostro y el tenerlo siempre en mis pensamientos significaba algo más que solo amistad.

Y llegaba a ser incluso frustrante que después de tanto esfuerzo volviera al principio.

Cuando lo dejamos mutuamente decidí romper el contacto con él pese a que continuaba queriéndolo con el fin de deshacerme de su recuerdo, cosa que sería imposible si continuaba hablando con él, y después, queriendo superarlo de una vez por todas sin éxito, comencé a convencerme a mí misma como autodefensa de que tras tantos años sería una persona completamente distinta de la que me enamoré en un primer lugar. Sin embargo, al ver como a día de hoy continuaba siendo Min Yoongi, volvieron a resurgir aquellos sentimientos que nunca se habían desvanecido del todo y era un desastre.

Así que, ante todo este caos hormonal, hice lo único que podía hacer; centrarme en mi trabajo.

Y es que no podía hacer otra cosa más que eso pues las únicas personas que consideraba mis amigos en Seúl eran mi dulce compañera de trabajo Yongsun con la que no tenía ninguna confianza aún y el propio Yoongi, el culpable de que estuviera así. Por lo que la única escapatoria que me quedaba era trabajar, trabajar y trabajar con tal de no pensar en mi vida personal, además de que si siempre me encontraba ocupada tendría menos tiempo libre tanto para autoanalizarme como para ver a Yoongi todos los días como las semanas anteriores.

Sin embargo, inevitablemente mis pensamientos siempre recurrían de una forma u otra a él por lo que decidí no verlo tan seguido con tal de que, por segunda vez en mi vida, volviera a olvidarme de él. Y esperaba tener más éxito que en el primer intento hasta que mi poca fuerza de voluntad se vino abajo y, tonta de mí, quedé con él de nuevo un sábado por la tarde.

Pensaba que sería buena idea encontrarme con él con tal de no darle tanta importancia a mis sentimientos, pero en cuanto lo vi aparecer desde el banco donde yo estaba sentada con una simple sudadera negra, vaqueros rotos y mascarilla negra sentí una descarga eléctrica recorriendo toda mi columna vertebral y me regañé a mí misma. Esto no empezaba bien.

—Park Yeri —me llamó el chico una vez frente a mí, antes de tomar asiento a mi lado—. Ya empezaba a pensar que habías muerto o algo.

—Siento no haberte respondido a los mensajes ni nada, es que he estado muy ajetreada últimamente —dije, y lo cierto es que era verdad; había estado ocupada oprimiendo mis sentimientos románticos hacia él—. He tenido más trabajo que nunca.

—No te preocupes, de todas formas yo también he estado ocupado estos días con los chicos —contestó sin darle importancia, mientras yo tenía la mirada clavada en mis rodillas y en mis propias manos posadas en ellas—. Si no fuera poco con todo lo que tengo que hacer en el estudio, el equipo de producción de Vlive nos ha llamado para grabar cosas durante todo lo que queda de mes.