Capítulo 32. Nuevo

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Katherine Weber

Creí que lo olvidaría, que el tema estaría presente de nuevo en unos cuantos años más, inclusive guardé la esperanza de que nunca volviera a preguntarlo pero lo hizo un año después y lo peor es que  esta vez quería verlo, conocerlo y que le contará la verdad de porque su padre estaba lejos y cuáles eran las cosas que había hecho, ella solo había cumplido  la edad de seis años, ¿Qué se puede decir y que no? Un día antes contacté a Nora y me dijo que fuera sincera pero guardando los detalles que podrían lastimarla o confundirla más, que le contara lo que yo considerara apropiado para su edad, que aun no era tiempo para que lo supiera todo.

No tenía fotos de Damien, claro que no iba a conservar ninguna, el único recurso que tenía era el internet. Lily no era nada despistada, cuando le explique lo que su padre me había hecho (solo le había contado una parte) no preguntó porque no tenía fotos de su padre, ella sabía que no iba a guardar recuerdos de él por lo que había hecho.

—Mamá, ¿Por qué papá hizo todo eso? —preguntó, cuando nos sentamos juntas frente la pantalla de la computadora. Sus ojos reflejaban más tristeza que curiosidad, ella lo único que deseaba era entenderlo.

Le acaricie el cabello lentamente, no quería disgustarla más, incluso me puse en su lugar y claro que las interrogativas eran demasiadas pero yo le explique que entré más pasara el tiempo yo podría decirle más de lo que debía saber. 

—Él, está enfermo, Lily —dije en voz baja pero después reconsideré lo que le dije —Y es peligroso, por eso está lejos de nosotras, no debe acercarse. 

—¿Nunca? —preguntó con el rostro poco a poco llenándose de una decepción hiriente.

Fruncí los labios, dubitativa, no quería decírselo, me rompía cada vez más el corazón, no quería producirle a mi hija más tristeza pero tampoco quería mentirle, lo único que podía hacer era callarme.

—Te mostraré quien es tu padre y cuando seas mucho mayor, podrás leer lo que dicen de él en la computadora pero después de que yo te platique lo que dejamos pendiente. ¿Bien? —le aclaré guiñándole un ojo.

Asintió y la subí a mi regazo para que las dos pudiéramos ver en la computadora las imágenes que iba a mostrarle. Entré a Google y solo tuve que escribir su nombre y me aparecieron las notas y páginas que llevaban a la historia de mi encierro y los asesinatos de las otras cuatro mujeres como también de su escándalo del fraude con Larry Wilson.

No quise leer eso así que me dirigí a imágenes y la mayoría eran de él en el juzgado, acompañado de Nina Schiffer, su abogada. Ella lucía muy bien a su lado, no pude evitarlo pero tuve que observar aquellas fotos con más detenimiento, no me hacía a la idea de que fuera ella quien estuviera ahí y no podía creer a que se debía ese inoportuno pensamiento.

—¿Es él, mamá? ¿El alto con traje? —apuntó a una fotografía que había salido en una revista antes de que nosotros nos conociéramos, la fecha lo decía, en ella Damien lucía con traje, como un auténtico modelo, recargado sobre un escritorio de vidrio y las manos dentro de los bolsillos.

Me había detenido sin querer a analizar los ojos que miraban exactamente hacia la cámara y que simulaban que nos miraba a través de la pantalla, esos ojos imposibles de descifrar, la intensidad y la intimidación que reflejaban, te congelaban, a mí me congelaron y eso que no era algo real, era todo a través de una foto.

—Sí, querida —respondí con poco aliento, quería recobrarme de la sensación asfixiante que me aplastaba el pecho —Es él.

—Es alto mamá, muy alto, papá es muy lindo. —admitió, apuntando con el dedo la fotografía que había ampliado —Mira, mamá, ¿Verdad que lo es? ¿Crees que me parezco a él? Dime la verdad.

Oscuros Instintos©+18 [OE #2] COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora