EPÍLOGO

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PARA TOD@S USTEDES, CON TODO MI CORAZON.

Katrina

Despierto de un largo sueño desorientada, todavía me pasaba, en las mañanas cuando despertaba tenía que tomarme mi tiempo para reconocer mi casa, mi cama y al hombre que dormía a mi lado. Por momentos todavía me veía en esa habitación con pinta de laboratorio.

El sol hacía que mis ojos se cerraran, el sonido de las olas de mar al estrellarse me recordó en donde estábamos, poco a poco fui consciente del ardor en mi espalda, me había quedado dormida y seguramente tenía mi espalda roja como tomate.

Me gire de panza arriba acomodándose los lentes del sol que tenía en mi cabeza, ya con mis ojos protegidos comencé a localizar a mi hermosa familia, no me costó trabajo hacerlo ya que las carcajadas de ellos era lo que llamaba la atención.

EMM, mis hijos y los hijos de Ina corrían detrás del disco que salió disparado hacia el agua.

Irina por su parte brillaba por su ausencia, nos cambio por trabajo y lo mas raro del asunto era que no tenemos eventos programados en estas fechas, pero ante su negativa ya nada pudimos hacer más que abogar por mis sobrinos para que les permitieran venir con nosotros.

Mi celular suena en alguna parte dentro de mi bolso, haciendo más fuerza de la normal cogí mi bolso colocándola en mi regazo, busque hasta el fondo de ella logrando encontrarlo.

—¿Bueno? -pregunté con inseguridad, ya que desconocía el número registrado en mi celular.

—katy bella -la voz profunda de Julián despertaba sensaciones  contradictorias en mi, por una parte me alegraba saber de él, pero por otra no podía evitar que aquellos recuerdos oscuros llegarán con fuerza, queriendo transportarme a aquella prisión.

Julián había cambiado su residencia a un país al otro lado del mundo, el lugar exacto lo desconocía y tampoco me interesaba, mientras menos supiera de él mejor.

Lo único que le permitía que me contara era sobre su familia, y las emocionantes vacaciones en un crucero de lujo que un amigo le financió, como dicen popularmente en mi país, “a la gorra no hay quien corra”

—Hola Julian,  ¿como estas?

—Bien niña, casi obtengo mi bronceado perfecto -imagino su sonrisa cálida

—Me alegra saber eso, pero dime ¿solo llamaste para presumir tu bronceado?

—No, bueno para eso y para comentarte que atraparon a Drausio, lo capturaron él Brasil y confesó todo.

Drausio, aquel hombre que ganó mi confianza y él que al final me apuñaló con su traición. No me da gusto, puedo imaginar lo difícil de su situación.

—Valla eso es… Una gran noticia

—No te escucho muy convencida,  apuesto que en esa cabezota está buscando la forma de ayudarlo.

Tenía razón, en mi corazón no existía espacio para él odio y el rencor.  Yo estaba bien, con mi familia, lo demás el tiempo se encargará de sanar.

—Todos los hombres de Marco están arrestados, lo que me sorprendió fue tu ausencia en el juicio.

—Lo siento Julián, pero no puedo con eso.  No los quiero volver a ver, todavía me duele.

—Entiendo, pero esos hombres deben recibir su merecido.

—Lo sé y para eso estás tú, confió plenamente en ti y sé que entre tu y mis abogados los pondrán en su lugar.

—Muy bien niña, te entiendo y haré lo posible para refundirlos en la cárcel  como ratas, por nosotros.

—Yo sé que lo harás, solo te pido que no te enfoques en eso; tienes una familia por la cual ver. Cierra este ciclo por favor.

INFIELES Where stories live. Discover now